Capitulo 8.

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Dai: te equivocas, yo no le tengo miedo a nadie, mucho menos a ti.

Iván: ¿Ah Sí? vamos a ver entonces.

Camila: ¡a mi amiga no la tocas!

Alfredo: Qué pasa Iván.

Iván: a que no adivinan Quién es esta hermosa muñeca.

Mini Lic: ¿quién es?

Mayito Gordo: Daiana Casillas, hija de Aurelio Casillas, El señor de los cielos.

Todos: ¿qué?

Iván: Así es, la hija del Señor de los Cielos completamente sola para nosotros.

Mayito Gordo: ahora si no tienes quien te salve, estás sola en nuestro territorio y de aquí a que se enteren, tú ya valiste madres.

Dai: ¡a mí nadie me toca! ¡en tu vida lo vuelvas a intentar! dije pegándole una patada en sus partes íntimas a Iván cuando este intentaba agarrarme, para luego salir corriendo con mis amigas por detrás.

Iván: ¡Te juro que me las vas a pagar princesita de los cielos! ¡juro que me las vas a pagar!
Trébol, quiero que me averigües todo sobre esa morra, si estudia, dónde estudia, si trabaja, donde trabaja, todo... no me importa quien sea, esa morra Me las va a pagar, esto ya es algo personal contra ella.

Trébol: Claro que sí Iván.

Mini Lic: O sea que la rubia esa era hija de Aurelio Casillas.

Mayito Gordo: Así es, Nos tocó conocerla por primera vez en la fiesta de Guadalajara, esa vez andaba con su hermano y gente de su apá.

Alfredo: siempre escuchábamos hablar sobre los hijos de Aurelio, que tenía un varón y dos o tres mujeres creo, pero a las hijas no las conocíamos por lo menos hasta ahora que conocimos a la más grande supongo.

Mayito Gordo: Así es, Heriberto es el más grande, después viene Daiana y otras dos niñas más, Rutila y Luzma creo que se llaman

Alfredo: mmm, Mira nomás qué sorpresa, dijo tomando su cerveza.

Panu: ¿y las otras dos morras? ¿se fueron con ella?

Trébol: Pues sí, venían con ella, así que se tenían que ir con su amiga.

Panu: Pues sí.


°°°

Días después.

Badiraguato Sinaloa.


Dai: voy por unas cosas a la tienda abuelo.

Don Cleto: Está bien mija, con cuidado.

Dai: iba caminando hacia la tienda, cuando se me atravesó una camioneta, bajando de esta dos hombres armados y encapuchados

Xxx: no haga escándalo y subase en la camioneta.

Dai: ¿Por qué? ¿vienen de parte de mi abuelo?

Xxx: no haga preguntas y suba por favor.

Dai: ¿pero por qu...

Xxx: haga caso por favor, por su bien no nos haga usar la fuerza, suba a la camioneta y todo estará bien.

Dai: ¡no no suéltenme! dije cuando me subían a la camioneta a la fuerza y me tapaban los ojos.

Xxx: patrón ya la tenemos, vamos en camino..

- Sale pues...

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Dai: ¡ya díganme En dónde estamos y para qué! se van a meter en un problema, ustedes no saben quién soy.

- ya está bien, déjenla ahí, yo me encargo.

Dai: ¡tú! ya era sabido.

Iván: Cómo estás princesita de los cielos, A mí también me da mucho gusto verte.

Dai: ¿qué es lo que quieres?

Iván: ¿te acuerdas que te dije que me la ibas a pagar?

Dai: ¡Ay ya! no aguantas nada.

Iván: no, no soporto las humillaciones, mucho menos si es de una morra, Así que ya sabes, vete acostumbrando porque aquí te vas a quedar.

Dai: no me preocupa tanto, en cuanto sepan van a venir por mí.

Iván: ja, hasta crees.
¿Sabes cocinar, limpiar, lavar?

Dai: no, en mi casa no hago nada de eso.

Iván: Pues aquí te vas a enseñar, porque aquí no hay quien lo haga y yo tampoco lo hago.

Dai: pues es tu casa, Así que te toca a ti, yo no soy empleada de nadie.

Iván: Claro que eres una princesita de los cielos, pero aquí se te van a bajar los humos y de princesa vas a pasar a ser empleada, Esta es mi casa y aquí el que decide soy yo, así que Órale.

Dai: y si no quiero que.

Iván: Más te vale que no te pongas en ese plan, porque no me conoces de mal humor morra.
Qué chula eres, dijo tocándome en forma de burla.

Dai: ¡suéltameeee! grité enojada haciendo que él se riera.

Ahora sí se prendió esto...

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Herederos de los cielos y las montañas. [IAGS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora