El Bosque De Lirio- En Curso (Primer Libro De La Trilogía Liliom)

Capítulo 3.- La fotografía

Narrador desconocido

VERANO DE 1997

Hace tiempo que no me reunía con Asturt, mi esposa decidió quedarse en casa así que me llevé a mi hija. cuando llegamos, Sánder estaba con su hijo mayor Xael y Asturt con su hijo. Nos saludamos y Sánder le pidió a su hijo que trajera algunas cosas para que nuestros hijos pudieran jugar estuvimos conversando un buen rato hasta que llegó Clarie, la esposa de Asturt.

—¿Qué tal si les tomo una foto?, tengo una nueva cámara.-nos mira con una sonrisa llena de emoción. Ella siempre ha sido fanática de la fotografía, apresar de no ser profesional sabe tomar buenas fotos.

—De acuerdo.— responde Asturt con un tono despreocupado.

—Ire por mi cámara, ustedes vayan al patio trasero.— nos ordena, sube las escaleras a la planta alta.

—Vamos.— tomo a mi hija en brazos. Asturt hace lo mismo con su hijo.

—Ven hijo.— Sánder le hace una seña a Xael para que se acerque.

Salimos de la casa al patio trasero, Clarie llega poco después, nos da instrucciones de como colocarnos, luego de tomar varias fotos, decidí que es momento de regresar a casa.

Al llegar estaba Cinthya recostada en el sofá, Sophie corrió hacia ella lanzándose encima de ella. Al día siguiente Asturt llegó entregarnos una de las fotografías, luego de unos minutos se marchó. Guardé la fotografía en un cajón de mi escritorio juntos con las demás.

Sophie

ACTUALIDAD

Sentía que todo daba vueltas, no entendía como era posible que mi padre y el e Max se conocieran, no entendía que relación podían tener el uno con el otro. Recogí todo y lo volví a dejar en el cajón de dónde lo saqué.

Le mandé un mensaje a Evelyn contándole lo que encontré, tuve una respuesta casi inmediata.

Eve 💛

—¿Es real?

—Si, ¿quieres ver la foto?

—Por supuesto.

Volví a sacar la foto solo para mostrarle a Evelyn.

—Esto es demasiado extraño

—¿Cómo es posible que tú papá conociera a el padre de Max?

—Si hay una fotografía, debe haber muchas más.

—Lo sé, pero esa fue la única que encontré, trataré de encontrar más.

—Dale.

Dejo mi teléfono en el buró, me recuesto en mi cama, suspiro. Me siento agotada mentalmente, en menos de dos días mi vida ha tomado un rumbo demasiado extraño, me siento confundida. Un leve dolor comienza a dar lugar en mi cabeza, trato de relajarme esperando que se vaya pero solo se hace más fuerte, me levanto para ir en busca de una pastilla para el dolor, a cada paso que doy se vuelve menos soportable, bajo las escaleras con cuidado, al parecer mi madre aún no ha llegado, saco el botiquín de medicinas de un cajón de la cocina. Toma lugar un pitido en mi oído que rápidamente se vuelve muy molesto, mi visión se torna borrosa, me agarro de la pared tratando de estabilizarme. Trato de tomar aire por la boca, al caer al suelo mis ojos se cierran de golpe, el dolor de cabeza y el pitido se han ido, no siento mi cuerpo, pereciera que mi mente vaga lejos.