El Bosque De Lirio- En Curso (Primer Libro De La Trilogía Liliom)

Capítulo 5.- El viaje

Sophie

Sábado por la noche

29 DE SEPTIEMBRE

Luego de que Max nos acompañara hasta la casa de Evelyn, nos despedimos y me fuí a mi casa, al llegar mi mamá estaba sentada en el sofá de la sala viendo una serie en Netflix.

-En el microondas dejé tu cena, son macarrones con queso y en la nevera hay pastel de chocolate de postre.- me dice sin dejar de ver la televisión, cierro la puerta, dejo mi bolso y mi chamarra en el sillón individual, me voy a la cocina, saco el pastel y caliento los macarrones, me sirvo agua, agarro un tenedor, el horno indica que los macarrones están listos, los saco y comienzo a comer.

-¿Qué hacías con Max Blases?- su pregunta me toma por sorpresa, está de brazos cruzados recargada en la puerta.- te hice una pregunta Sophia.

-Es mi compañero de la escuela, comparto clases con él, ¿Recuerdas?, Está en tu clase.- la miro de reojo.

-No quiero que te acerques a él.- dejo el tenedor a un lado.

-¿Por qué?- la miro fijamente.

-Solo, no lo hagas.- se va, dejándome con un millón de preguntas, ¿por qué no quiere que me acerque a él?, me levanto y voy a la sala, la veo acomodando los cojines.

-¿Por qué no?, jamás me habías prohibido hablar con alguien, ¿por qué con Max sí?- le hablo con indignación.

-Solo no lo hagas.- me mira seriamente.- jamás te lo prohibí con nadie porque no había necesidad, yo conozco a la familia de Max y lo mejor es que te mantengas lejos de él.

-Pero.- hace una seña para que guarde silencio.

-No le hables, se acabó la discusión.- la miro con indignación.- termina de comer.- se sienta en el sofá y sigue viendo la televisión, me regreso a la cocina totalmente indignada y confundida.

Un montón de interrogantes se formulan en mi cabeza.

¿Por qué no quiere que le hable?

¿De verdad conoce a la familia de Max?

¿Por qué la conoce?

¿Dónde la conoció?

Termino mi comida en medio de muchas dudas, dejo el plato y el tenedor en el fregadero, me lavo las manos, salgo de la cocina, cruzo la sal y subo a mi habitación, me tumbó en la cama, un ruido en la ventana hace que me levante, una sombra en el árbol me deja helada, trato de gritar para llamar a mi madre, unos ojos brillantes llenos de un rojo vivo me miran fijamente, unos hipnotizantes ojos rojos me miran, tan llamativos, tan brillantes, mis pies comienzan a dar pasos dudosos hasta la ventana, la luz de la luna entra tenue, serena, hace que pueda ver un poco de las facciones que acompañan a tan hermosos ojos, pómulos pronunciados, mandíbula marcada, trato de ver más, pero una voz que se cuela en mi cabeza me ordena algo.

Deja de mirar a la ventana.

No quiero.

Hazlo.

No, no volveré a verte.

Si, lo harás.

No.

Si me verás, ahora descansa.

Oscuridad, es lo único que podría decir, fue lo único que ví luego de eso, oscuridad y un inmenso calor llenándome por dentro, calor y tranquilidad, demasiada, tanto que parecía irreal.