°•. 00. I didn't know °.•

768 41 13
                                    



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



°•.00. I didn't know °.•



Agosto, 2021, Sevilla

Las noches de agosto solían ser las favoritas de Emma, por el simple hecho de que podía dormir con su ventana abierta para ver la luna y las estrellas que adornaban el cielo. Amaba ver como la luz de la luna se camuflaba y de incógnito entraba por su habitación, le daba paz.

Paz que no tenía en esos momentos mientras escuchaba a su mejor amigo insultar en diez idiomas distintos porque estaba jugando online un partido de fifa.

- ¡¿Pero Fernando eres cagado o qué?! ¡Tío ni que fueras manco!

El, junto con Pedri y Fernando estaban jugando su quinto partido de fifa, y como siempre que Pablo se quedaba en su casa, usaban la computadora y consola que estaba en su habitación.

Eso era un problema, porque Emma sólo quería mirar las estrellas y dormir, pero con los gritos que pegaba Gavi, ya sabía que no iba a poder hacerlo, por lo que bajó a la cocina a hacerse un aperitivo de media noche antes de volver a subir solo para ver cómo él seguía hablando por los auriculares que tenía puestos, peleándose con los hermanos Gonzalez sobre que era injusto algo del juego.

Ella jamás entendió de eso, de hecho, el equipo para jugar era de Gavi, que siempre que volvía a Sevilla a visitarla lo llevaba consigo porque sabía que Emma no sabía ni prender una consola.

Por eso siempre que iba llevaba su consola, y un libro nuevo que elegía para regalarle a ella y que así expanda su biblioteca. Ya era como una especie de tradición, una de muchas que ambos tenían. Eran pequeñas cosas que hacían si relación solamente más linda.

- Ey, te traje algo - llamó la atención de su amigo, que giró su silla para ver cómo la castaña le mostraba un plato con dos sándwiches de pavo y una lata de gaseosa - Solo porque sabía que en cuanto veas el mio ibas a querer.

El jugador sonrió, sintiendo como la ansiedad inundaba su estómago. Ya estaba acostumbrado a que cualquier gesto de Emma provocara esa reacción en él.

- Gracias. Ven, siéntate conmigo - invitó, haciendo un lugar en esa particular silla de escritorio, aunque como iba a ser seguro, ella terminaría sentada casi en su regazo - Ahora solo estamos hablando.

- Oye no se vale - la voz de Fernando se escuchó del otro lado - Gavi está acompañado de la linda de Emma y yo tengo al pesado de mi hermano.

Los dos chicos rieron en la oscuridad de esa habitación mientras las quejas de Pedri se escuchaban a través de los parlantes que había activado el jugador de fútbol.

- ¡Oye que soy tu sangre! - decía el mayor, ofendido - Igual y tu eres chef y no me has preparado un sándwich como Emma a Gavi ¿Por qué?

- Porque ella tiene aprecio por Gavi, yo por tí no.

When Emma falls in love | Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora