❝ When Emma falls in love
I know that boy will never be the same... ❞
Donde Pablo Gavi se de cuenta de que estuvo toda su vida enamorado de su mejor amiga mientras la ayuda a llamar la atención de su compañero de equipo.
【 Historia corta 】
【 Pablo...
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°•.10. When Emma falls in love I know that boy will never be the same°.•
Cambrils, España, 2022
Cuando la bocina del auto sonó a través de su ventana, Emma saltó rápidamente de su cama, tomó su celular y su cargador, agarró tanto su mochila como su valija y después de despedirse de su gata que dormía plácidamente en su cucha, ella bajó rápido para que los Gavira no tuvieran que esperar mucho tiempo.
— Usa protector solar — pidió su madre mientras se despedían — Y por favor, si el agua está demasiado fría no te metas, que terminaras enfermandote.
Emma sonreía asintió para ir a sentarse en el asiento de atrás junto con Gavi mientras los mayores se quedaron hablando fuera.
El sevillano la miraba con ojos de cachorro, sonriendo y con las mejillas sonrojadas.
— Hola…
Con un poco de timidez, Emma buscó con cuidado la mano del castaño y la tomó para entrelazarlas, era como su forma silenciosa de decir que todo estaría bien.
— Hola — respondió sonriendo.
El viaje arrancó directo a Cambrils con unos muy entusiasmados adolescentes cantando a todo pulmón las canciones de Coldplay, como siempre hacían cuando se iban de viaje.
Por un momento, parecía que se había vuelto el tiempo atrás, y que todos los sucesos del último año no habían pasado.
(...)
Emma amaba aquella casa. Ella y su madre iban siempre junto con los Gavira a pasar las fiestas, y aunque ese viaje había salido de la nada por todo lo que estaba pasando, no podía evitar emocionarse, esa pequeña casa en la costa de Cambrils siempre iba a ser como su burbuja de paz, porque ahí siempre se olvidaban de los problemas que tenían en el mundo real.
En cuanto ambos adolescentes pudieron sacar sus valijas, sus miradas cruzaron y ambos corrieron dentro en una carrera.
— ¡Yo quiero arriba!
— ¡No si yo te gano el lugar!
— ¡Chicos con cuidado!
La carrera obviamente la ganó el jugador de fútbol, con muchísima ventaja, y cuando Emma llegó, toda sudada y con la respiración entrecortada, hizo puchero al verlo arriba de la cama con la sonrisa de triunfo que tanto lo caracterizaba.
— No se vale, tu eres un profesional — se quejó.
— Y tú deberías hacer más ejercicios.
Ella negó mientras abría el armario y empezaba a acomodar su ropa.
Sabían que esa era su habitación designada, una habitación bastante grande, con una cama cucheta y un ropero para compartir, era toda blanca y estaba llena de los viejos dibujos de Emma, porque ambas familias habían comprado esa casa el primer verano que lo pasaron allí.
