Apenas despertó, su madre ya había salido de la posada según Yinzhu, con la promesa de que se comportara, ella no tardaría en regresar a buscarlo. Jiang Cheng, bufó cuando terminó su desayuno, ni siquiera podía hacer un movimiento en falso porque la dama de compañía de su madre, lo seguía con la mirada.
—Iré al baño —se excusó en algún momento, pero aun así ella lo siguió. ¡No soportaba eso!
Volvió a bufar sin dejar de mirar por la ventana de la habitación, parecía ser esa la única manera de poder escapar, pero debía buscar la manera de perder su completa atención. Ni siquiera podía pedirle que desapareciera de su vista, porque ya su madre había dado una orden. No podía estar por encima de ella.
Puedes saltar, y luego pensar en que hacer, le dijo su mente. ¿Y luego qué? La de los planes loco siempre había sido su esposa, entonces. Improvisa ChengCheng, no siempre puedes pensar que saldrá a la perfección. Cubrió su rostro con la palma de su mano. Se estaba desquiciando, cuando sabe que esa era la única manera. Además, su madre estaba tardando en aparecer.
Se acercó a la ventana, tratando de disimular que solo observaba a los demás. Suspiró con un fingido cansancio. De reojo la pudo notar relajada, no parecía estar perturbada por lo que iba haciendo. Tenía menos de diez segundos, algo que aprovechó. Se apoyó sobre esta. Ninguna reacción, sonrió para sí mismo y saltó.
Escuchó a Yinzhu gritar por él, pero Jiang Cheng saltó sobre las barandas hasta caer sobre la bulliciosa calle, buscando perderse entre las personas y los gritos de los vendedores. Corrió entre ellos, y no dudó en esconderse en un callejón con rapidez. Sería muy obvio su escondite, una mirada fugaz, notando unas viejas cajas. Unas que lo ayudaron a subir por los techos, hasta lograr esconderse sobre el balcón de otra posada.
Jiang Cheng respiró profundo, y miró a sus alrededores tratando de encontrarla entre los transeúntes. Cuando Wei ying llegó a la secta era mucho más pequeño de lo que debería ser por su edad, aun así, irradiaba una alegría que contagiaba a cualquiera con su sonrisa.
No pienses en eso ahora, búscala.
Volvió a ir por la calle, sintiendo que no estaba teniendo un progreso. ¿Cómo alguien tan llamativa podría no aparecer frente a él? Se detuvo un momento, tratando de recuperar su aliento. Sus latidos irregulares, haciendo eco en su oído, ni siquiera podía escuchar a quienes le rodeaban. Estaba rodeado de tantas personas, volteaba a todos lados y los puestos seguían llenos, el frio entumeciendo sus desnudas manos, y la sensación de vacío que empezaba a ahogarlo.
Wei Ying podía estar en peligro, corriendo de los perros, soportando este mismo frio.
No podía ser tan débil. Levantó la mirada, y unos ladridos llamaron su atención de inmediato. No parecía estar demasiado lejos, por lo que no dudó en correr en su encuentro, quizás allí estaría ella pidiendo a que alguien la ayudara. Corrió, importándole poco si tropezaba, acercándose más a donde se hallaba el alboroto.
—¡Ah, no, no te acerques! —escuchó, y no pudo evitar sonreír. Era su infantil voz, era ella. Se acercó un poco más. La vio luchando con un cachorro lo que parecía ser un poco de pollo. Wei ying temblaba, pero no parecía querer rendirse, en lo que se arrinconaba a la pared de madera del local—. ¡Es mío, perro tonto!
Jiang Cheng se acercó, ahuyentando al cachorro con una simple mirada suya, mientras que los demás ni siquiera dudaron en correr. Wei ying abrió sus labios impresionada, casi como sus ojos brillaran por dicha acción. ¿Se había visto lo suficiente genial frente a ella? Secretamente esperaba que sí.
—¡Hermano mayor es increíble! —gritó Wei ying, levantando sus brazos, exagerando su expresión. Sus grandes ojos lo reflejaron a él de inmediato, como si fuera lo único para ella. Como en el pasado, y deseaba que fuera así en esta vida. Mordió lo que quedaba por comer, y sin darle una oportunidad de quitarse algo tan sucio ella lo tomó de la mano—. ¡Vayamos a jugar! A-ying esta aburrida, no hay muchos niños aquí, entonces, a-ying tendría que hablar sola.
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El Loto y La Luna; ChengXianFem!
FanficPerdió lo que más amaba en manos de otros, y el querer venganza suena poco para todo lo que paso su familia. Jiang Wanyin quiere una oportunidad, y él no duda en dársela, con la única opción de que la proteja. Wei Wuxian es el todo, y él cumpliría...