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Un suspiro salió de los labios carnosos de Lisa, mientras mantenía una mano sosteniendo su barbilla y el codo siendo reposado en la barra, mientras que su mirada estaba puesta en el ventanal y cuando la puerta se abría con el característico tintin...

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Un suspiro salió de los labios carnosos de Lisa, mientras mantenía una mano sosteniendo su barbilla y el codo siendo reposado en la barra, mientras que su mirada estaba puesta en el ventanal y cuando la puerta se abría con el característico tintineo de nuevos clientes, inmediatamente miraba hacia la puerta, desilucionada al no encontrar a la persona que esperaba ahí, soltaba otro suspiro.

—¿Por qué tan apagada, jefa? — Chanyeol llegó hasta la barra, tomando asiento en un banco frente a ella, aprovechando que ya había entregado todos los pedidos en las mesas y que no habían llegado clientes nuevos.

—No, por nada — le sonrió tenue a Chanyeol, quien no le creyó. —Por cierto, ¿Cómo ha estado Chaeyoung? No ha venido a verme a la cafetería desde hace algunos días — preguntó, relajando su pose en la barra.

—Está bien, aunque casi no ha tenido tiempo libre, su nuevo trabajo también la consume mucho, a duras penas tenemos tiempo para nosotros dos, pero no me quejó — alzó los hombros, restándole importancia y sonriendo.

—Chanyeol, ¿Cuándo empezaste a salir con Rosé, quien de los dos se animó a confesarse primero? — preguntó de repente, sacando un momento a Chanyeol de su órbita, para después comprender lo que quería decir con eso y sonreír con malicia.

—Siento que esto tiene que ver con Jungkook, ¿O estoy equivocado, mhm? — preguntó, alzando las cejas. Lisa sonrió avergonzada, sintiendo el calor en sus mejillas.

—S-Sí, se trata de él — confesó, haciendo que Chanyeol soltará grititos de emoción, era la primera vez que su jefa se interesaba en un chico y muy atractivo cabe destacar.

—Me alegra que estés dándote la oportunidad de salir con alguien — soltó un suspiro. —Sin embargo, yo fui el que dió el paso, no te apresures, estoy seguro de que él también siente lo mismo por tí, todo a su tiempo mi pequeña saltamontes — Chanyeol sonrió, dejando unas suaves palmadas en la cabeza a Lisa, bajando del banco de un salto al escuchar llegar a clientes nuevos.

La castaña soltó una risita y rodó los ojos, recibiendo poco después el pedido de los nuevos clientes y poniéndose en marcha para prepararlos.

La tarde para Lisa paso de suspiros y constantes miradas hacia la puerta cada que entraba un cliente nuevo, con la esperanza de que fuera él, pero jamás llegó esa tarde.

Lisa continúo sus días como si nada...o al menos, eso trataba de hacer, debido a que siempre estaba al pendiente de la puerta y de las personas que llegaban, pero él nunca era.

Hoy era martes, hoy Lisa saldría temprano de trabajar y Chanyeol también se iría temprano del local, ya que Lisa no estaba de muchos ánimos para quedarse hasta la noche y mucho menos acomodando las mesas y lavando las tazas.

—¿Ya te vas? — preguntó Chanyeol al ver a Lisa colocarse su bolsita y su suéter de lana.

—Sí — contestó, dándole una media sonrisa. —Puedes dejar las tazas sucias, mañana estaré aquí desde temprano para poder limpiar y lavar las tazas, ya vamos a cerrar — dijo.

—¿Estás segura? — Lisa asintió con decisión. —Bueno — alzó los hombros y tomo su mochila y su chaqueta, antes de salir del local y ayudarle a bajar la cortina y colocar los candados en esta misma. —Por favor, ve a casa con mucho cuidado.

—Sí, Chanyeol, no te preocupes, tú también regresa con cuidado a casa y saludame a Rosé — el aludido asintió y ambos se despidieron con un movimiento de manos.

Lisa soltó un suspiro y alzó los hombros, resignada a caminar ella sola por la vereda solitaria. Extrañamente, las personas dejaban de deambular en las calles cuando empezaba a anochecer, quizás estaba siendo un poco paranoica, pero se había dado cuenta de esto hace una semana y media, aunque no debía de temer de nada, pues hasta donde sabía, no había ningún asesino o secuestrador en ese pueblo y de haberlo, ella ya lo hubiera sabido.

Sin embargo, aún estaba preocupada, no sólo por el hecho de que Jungkook no haya regresado en estos días a su cafetería, sino también que, la pequeña niña de la vez pasada, aún no aparecía, su pecho se apretó de tristeza al recordar a la madre de la niña apenas hace unos días había regresado a la cafetería, preguntando si ya tenía alguna información sobre el paradero de su pequeña, a Lisa se le rompió el corazón al verla llorar cuando le dijo que aún no conseguía nada.

La castaña se detuvo un momento, soltando un suspiro al ver el folleto de “Se busca”, de aquella niña.

—Espero y regrese a casa pronto — murmuró al ver la sonrisa de la pequeña. Lisa negó con suavemente con la cabeza antes de continuar caminando por la abandonada vereda.

Camino aproximadamente dos cuadras, y al estar por cruzar la calle, escuchó unos quejidos provenir de un callejón que estaba cerca de donde se encontraba. Ella frunció el entrecejo y apretó la tira de su bolso, acercándose con curiosidad pero con cuidado.

—¡Oh por dios! — soltó un jadeó de sorpresa y terror al ver a Jungkook salir del callejón con pasos torpes, mientras sostenía su ensangrentado abdomen. —¡Jungkook, ¿Qué fue lo que pasó!? — gritó alarmada, Lisa corrió hasta Jeon, ayudándolo a qué recargará un brazo sobre sus hombros para mirarlo con los ojos llorosos y preocupación. —Dios mío, ¿Por qué estás así? ¿Qué hago? ¿Qué hago? — su voz se rompió en la última pregunta, que iba dirigida hacia ella misma.

—T-Tranquila, e-estare bien, no te...preocupes — Lisa negó frenéticamente con la cabeza antes de empezar a ayudarlo a caminar.

—Iremos a mi casa y ahí te curare, si es una herida profunda, iremos al hospital, ¿Está bien? — Jungkook asintió, haciendo una mueca de dolor al dar un paso.

La castaña ayudó a Jungkook durante todo el camino a su casa, deteniéndose por pocos minutos para que él pudiera descansar un momento y nuevamente, continuar caminando.

Sin embargo y durante todo el ajetreo, Lisa no se dió cuenta de la sonrisa que él tenía en sus labios.

Porque ese era su plan, siempre lo fue desde un inicio, y sabía que el corazón bondadoso de Lisa no iba a permitir dejarlo a su suerte con una herida así. Y la pobre Lalisa, acababa de regar su sangre en un contrato que no tiene fin.

“Tu boca, tu rostro, tu cuerpo, tu mente y tu salud mental me pertenecen, así qué, espero y te acostumbres a tu nueva casa de muñecas, mi amor”.

“Tu boca, tu rostro, tu cuerpo, tu mente y tu salud mental me pertenecen, así qué, espero y te acostumbres a tu nueva casa de muñecas, mi amor”

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

¡Perdón por la tardanza, es que me quedé sin inspiración y la escuela me consume mucho tiempo! Espero y les guste, ¡Los amo muchísimo, besos! 💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💋💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2024 ⏰

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»DollHouse; Psychopath¹ 🍰 +18 [ Lizkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora