Capítulo 1.

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Aferro mis manos a las sabanas, tratando de olvidar todo lo sucedido, ahí estoy atormentándome en el colchón, hasta que logro abrir mis ojos, y sí, efectivamente, ahí está el, rodeándome con sus fuertes brazos, transmitiendo ese calor, que solo él me puede ofrecer, sí, solo el, Peeta Mellark. Mis ojos encuentran refugio con los suyos, llenos de ternura y de noches de insomnio que solo él ha sido capaz de controlar, esos ojos azules que miran con una intensidad que nadie se negaría a retirarle la mirada, ahí está, de nuevo, acariciando pequeños mechones de mi cabello hasta que por fin caigo rendida por el sueño.

Abro mis ojos, a juzgar por los rayos de sol que entran a través de la ventanas son alrededor de las nueve de la mañana.

-Buenos días preciosa- Susurra.

-Buenos días-

Giro mi mirada hacia el tocador que está a unos cuantos metros de la cama, sobre él está una bandeja que contiene un delicioso estofado de cordero con arroz y pasas, zumo y una humeante taza de café endulzado con un toque de azúcar, solo una sonrisa se refleja en mi cara, siquiera sentí a Peeta levantarse de la cama, me vuelvo hacia él y le doy un beso como todas las mañanas desde hace cinco años. Comemos juntos el estofado, todo en silencio no tengo palabras que decir en realidad. Terminamos de comer, hasta Peeta rompe el silencio:

-¿Satisfecha?-

-Satisfecha- repito

Peeta se levanta de mi lado, tiene que irse a la panadería, yo me quedo ahí tumbada, mi pijama es lo bastante caliente para un día de invierno, pero ¿no me puedo quedar ahí acostada sin hacer nada?, decido levantarme, tomar una ducha, e ir a casa de Haymitch a darle un poco de estofado, ya que Peeta había hecho lo suficiente para dos días enteros. Camino sobre la espesa nieve que rodea la aldea de los vencedores, no camino mucho pues está a solo tres casas de la mía. Toco la puerta, sin embargo me llevo una sorpresa, no es Hazelle quien abre la puerta, tampoco es Haymitch, es una bella mujer vestida con una bata color marfil, cabello rubio, con ondas suaves en las puntas, ojos verdes, intensos, esta descalza. No logro saber quién es en realidad, ¿acaso Haymitch se ha buscado una pareja?, si es así me alegro, ya no quiero ver al Haymitch ebrio la mayor parte del tiempo, quiero que sea feliz, que logre una familia y sienta que es el amor.

-¿Katniss?- Pregunta la mujer. ¿Eres tú?

Sinsajo: No todo ha terminado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora