Capítulo 2

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Finalmente llegaron al campamento. Naya frenó el camión y soltó un profundo suspiro. Miró a Rick quién se frotaba el puente de la nariz. Parecía frustrado.

-Oye, ven a presentarte. La mayoría son buena gente. Ya lo hablaremos después- dijo Naya tratando de animar al hombre. Él simplemente asintió.

Naya salió del auto y se acercó al resto. A diferencia de la mayoría de ellos, ella no tenía a nadie que la recibiera con ilusión y amor, pero la mirada de alivio de Dale fue suficiente para hacerla sentir bien. Sin embargo, se le encogió el estómago al recordar a Merle. Era un cabrón y todos lo sabían, pero eso no la hacía sentir mejor sobre abandonar a una persona viva e indefensa de esa manera. Ni siquiera quería pensar en su hermano Daryl. No le conocía, no había intercambiado ni una sola palabra con él, pero lo había observado y copiaba algunas actitudes de su hermano. Por supuesto, ninguna era buena. Por suerte para ellos no se encontraba presente y eso significaba un momento de calma antes de la tormenta.

-¿Cómo consiguieron salir de ahí?- preguntó Shane.

-El nuevo nos ayudo- respondió Glenn.

-Un tipo bastante genial, en realidad- dijo Naya. -Oye, ¿vienes a saludar o no?

Rick salió del auto, revelandose. Un silencio invadió el lugar antes de que uno de los niños del campamento, Carl, comenzará a gritar "papá" mientras corrían él y su madre Lori hacia él. Todos miraron la escena entre sorprendidos y conmovidos. Nadie habría esperado eso. Naya no pudo evitar sonreír ligeramente. En efectivo, no se arrepentía de haberse arriesgado para salvar a ese hombre. Sin embargo, no se le escapó las miradas compartidas entre Lori y Shane. Ella había visto y oído cosas que por el bien de todos podrían permanecer en secreto.

En la noche, todos discutieron sobre el caso de Merle y como se lo iban a decir a Daryl. Dale también insistió en ver el hematoma de la mejilla de Naya. Varios le preguntaron al respecto y contó la verdad. Después, T-Dog confesó que había cerrado la puerta con un candado y que lo más seguro era que siguiera en la azotea esposado, lo cual no mejoró nuestra culpa, incluso si se lo había buscado.

...

-Míralos, panda de buitres- Murmuró Glenn cuando Naya llegó a su lado. Pronto en la mañana, varios miembros comenzaron a sacarle piezas al auto que tanto le había gustado a Glenn manejar en su escape de Atlanta.

-Necesitamos ese combustible o no habrá energía- Explicó Dale.

-Sí... Una lástima amigo- se lamentó Naya falsamente, ganándose una mirada reprochadora de Glenn.

En ese momento se comenzaron a escuchar los gritos de los niños llamando a sus madres y algunos de ellos salieron corriendo para auxiliares. Naya sacó rápidamente su cuchillo. Cuando llegaron se aliviaron de ver a los niños bien, pero allí había un caminante que se estaba comiendo a un ciervo sin hacer caso a nada más. Algunos de ellos sintieron escalofríos al darse cuenta de lo cerca que pueden estar de ellos sin saberlo hasta que fuera demasiado tarde. Cuando se acercaron, el caminante se levantó dispuesto a atacar, pero entonces comenzaron a golpearlo entre los hombres del grupo, casi parecían estar desahogandose con el muerto. Finalmente Dale lo decapitó con el hacha.

-Es el primero que vemos aquí, nunca suben tanto por la montaña- Dijo.

-Se están quedando sin comida en la ciudad- dijo Jim inquietando a todos.

El sonido de las ramas les puso alerta y Naya alzó su arco lista para disparar si era otra de esas cosas. Sin embargo, no sabía decir si lo que apareció de entre las hojas era mejor. Daryl miró a todos ya que estaba siendo apuntado con distintas armas y todos suspiraron aliviados.

𝖉𝖊𝖆𝖙𝖍 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙 - Daryl Dixon x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora