Louis tiene una hija de 3 años y medio, un día se le descompone el coche y tiene que llevar a su hija en tren a el colegio, su hija se encariña con un chico que le da miedo a su padre.
Al día siguiente el primero en levantarse fue Louis, le dolía la cabeza y la garganta, no se encontraba bien, miró su mesita de noche para ver la hora, las cinco de la mañana, no se tenía que levantar hasta dentro de dos horas pero no podía dormir debido al dolor, intentó levantarse sin hacer ruido para ir a tomarse una pastilla para el dolor, pero fue misión imposible, Harry se despertó algo aturdido.
"Bebé, que haces despierto a estas horas, todavía tienes dos horas para dormir" dijo incorporándose en la cama.
"Amor, no me encuentro bien, me duele la garganta y la cabeza, voy a por una pastilla para el dolor" Se quejó.
"Quédate aquí, ya voy yo" antes de irse alargó la mano y tocó la frente de Louis para corroborar si tenía fiebre.
"Bebé, tienes fiebre, túmbate, voy a por un analgésico y te voy a preparar un té" se levantó de la cama y salió de la habitación.
Un rato después Harry volvió a la habitación y le entrego a Louis la pastilla y la taza de té, Louis se lo tomó y se sintió un poco mejor. Se acurrucaron en la cama para dormir un poco mas.
A las siete sonó su despertador y Louis seguía enfermo así que Harry decidió que hoy sería el el que llevaría a Kaia a la escuela infantil. Dejó un beso en la frente de Louis antes de salir de la habitación y entrar en la de Kaia que quedaba justo enfrente de la suya.
"Gatito, vamos, hay que levantarse, hoy tienes que ir a la escuela" habló mientras acariciaba la cabellera rubia de la pequeña.
"Papá" balbuceo la pequeña rubia.
"No cariño, no soy papá, hoy te voy a llevar yo porque papá está enfermito"
"Quiero a papá" lloriqueó mientras se frotaba los ojitos.
"Gatito, papá está enfermo, mira ahora yo te voy a llevar a la escuela, y luego cuando salgas te voy a recoger, y venimos y cuidamos a papá entre los dos, ¿que te parece?"
"Vale papi" estiró sus pequeños y delgados bracitos a Harry para que la cargara, y obviamente Harry no era quien para negárselo.
Ambos bajaron hasta la cocina y Harry sentó a Kaia en la mesada para poder prepararle el desayuno, le preparó un bowl de diferentes frutas y dos galletas.
Una vez ambos terminaron de desayunar subieron al cuarto de Kaia y Harry le preguntó que ropa quería ponerse, Kaia eligió una camiseta blanca en la que ponía "Los angeles" y un pantalón en el que ponía lo mismo. Harry le combinó su ropa con unas zapatillas blancas y cómodas.
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Luego la peinó, le hizo dos trenzas de raíz.
La bajó al salón para dejarla viendo la tele en lo que él se preparaba.
Media hora más tarde, a las ocho de la mañana ambos salieron de la casa y se dirigieron a la escuela infantil.
Por suerte hoy no tenía a ningún paparazzi persiguiéndolo y la verdad es que lo agradecía, ser el actor más famoso del momento no era nada fácil en la vida cotidiana.
