Seventh Kiss:
What the hell are we dying for?Humo en el aire, la ciudad se está quemando.
Estoy caminando hacía el apartamento que comparto con Charles, aunque realmente no sé si quiero regresar y realmente duele porque jamás pensé que alguna vez sentiría esa sensación de no querer volver a la persona que alguna vez fue mi todo.
Mi mente como últimamente siempre pasa me está llevando a los viejos recuerdos que tanto atesoro y amo que tenemos él y yo cuando eramos nuevos e inexpertos en el amor, quiero volver a esos viejos tiempos que tanto extraño y anhelo volver a experimentar, quiero volver a sentir esa euforia de estar enamorado a más no poder de cada pequeña y gran parte de Charles.
No quiero seguir viviendo esto, no quiero este trato indiferente y lleno de problemas que hemos estado teniendo desde meses atrás, pero habíamos decidido ignorarlo ya que en ese momento no se sentía tan grande.
Ahora ya no podemos simplemente ignorarlo porque ahora ya no es algo tan pequeño como lo fue en un principio y ahora esto se siente como una bomba que se encuentra en cuenta regresiva que no hay forma de detenerla y lo único que queda es esperar el momento que explote.
En mi camino de regreso al apartamento pienso en algo en lo que pueda hacer o decir para poder arreglar esto, un intento de poder salvarnos, pero antes de poder encontrar una solución me doy cuenta que estoy justamenteenfrente de la puerta del apartamento.
Un fuerte suspiro sale de lo más profundo de mí y abro la puerta.
— Charles, ya estoy en casa.
Entonces lo veo salir de nuestra habitación, me dirige una sonrisa dolorosamente forzada o por lo menos sin felicidad alguna, aunque realmente hace tiempo aquellas sonrisas habían dejado de ser verdaderas y las extraño tanto.
¿En que momento terminamos así, cariño? Esto me hace querer llorar.
Lo veo sentarse en el sofá, mientras sigue viendo lo que sea que este viendo en su teléfono.
— Charles, ¿podemos hablar?
— Claro, ¿Qué paso?
Quiero hablar, pero no hago ni un maldito sonido.
— No, es una estupidez, solo olvídalo.
Veo su mirada indiferente y volteando a seguir mirando su teléfono.
Solo me dirijo a nuestra habitación, aunque siendo sincero se dejo de sentir como nuestra hace semanas atrás.
Me acuesto en la cama y me paso las manos por mi cara debido a la frustración que estoy sintiendo.
Quiero llorar, jamás espere que llegaríamos a este punto que aunque sé qu algunas parejas suelen atravesarlo, jamás espere que Charles y yo alguna vez lo atravesaríamos.