CAPITULO 7 / NUEVO

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El camino de regreso al hotel estuvo lleno de un silencio tenso. Las emociones y los recuerdos del día me abrumaban, y mi mente estaba en un torbellino. Jun caminaba a mi lado, su presencia era como un ancla en medio de la tormenta emocional que estaba experimentando.

Al llegar al pequeño hotel del pueblo, nos dirigimos a nuestra habitación en silencio. Cada paso parecía resonar con las palabras no dichas y las preguntas sin respuesta que llenaban el aire entre nosotros. Finalmente, cerré la puerta detrás de nosotros, y el silencio se volvió aún más abrumador.

Me dejé caer en una de las sillas de la habitación, sintiendo cómo el agotamiento emocional comenzaba a pesar sobre mí. Jun se mantuvo de pie cerca de la ventana, sus ojos perdidos en algún punto fuera de la habitación.

"¿Estás bien?" preguntó Jun finalmente, su voz suave pero cargada de preocupación.

Sacudí la cabeza, incapaz de encontrar las palabras para expresar todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Las emociones eran demasiado abrumadoras, y sentía que un nudo se formaba en mi garganta.

Jun se acercó lentamente, se arrodilló frente a mí y tomó mis manos en las suyas. Sus ojos encontraron los míos, y en su mirada vi comprensión y un profundo deseo de estar allí para mí.

"No tienes que enfrentar esto solo", dijo Jun suavemente. "Estoy aquí contigo, Hyun, pase lo que pase."

Las palabras de Jun resonaron en mi corazón, y finalmente, las lágrimas que había estado luchando por contener comenzaron a deslizarse por mis mejillas. Jun se levantó de su posición y se sentó a mi lado, envolviéndome en un abrazo reconfortante.

Pasaron minutos, tal vez horas, mientras simplemente nos abrazábamos, permitiéndonos sentir la cercanía y la seguridad que compartíamos. No necesitábamos palabras en ese momento, nuestras acciones hablaban por sí mismas.

Finalmente, el cansancio me venció, y me di cuenta de lo agotado que estaba. Jun me ayudó a levantarme y me condujo hacia la cama. Me recosté con un suspiro, sintiendo cómo el peso del día comenzaba a disiparse lentamente.

Jun se sentó a mi lado, acariciando suavemente mi cabello. "Descansa, Hyun. Mañana será otro día."

Asentí, agradecido por su presencia reconfortante. Cerré los ojos, permitiéndome finalmente rendirme ante el agotamiento y la confusión que me habían consumido durante tanto tiempo.

El sueño no fue profundo ni tranquilo, estaba lleno de sueños fragmentados y recuerdos borrosos. Imágenes de mi hermana, de Saeng, de momentos felices y dolorosos se mezclaban en mi mente, creando una experiencia onírica abrumadora.

Cuando finalmente desperté, la luz del amanecer comenzaba a filtrarse a través de las cortinas. Jun ya estaba despierto, sentado en una silla junto a la ventana, mirando pensativamente hacia afuera.

"¿Has dormido bien?" preguntó Jun, su voz suave y tranquila.

Me froté los ojos y me senté en la cama, aún tratando de ajustarme a la realidad después de una noche llena de sueños agitados. "No mucho, pero es mejor que nada."

Jun se levantó y se acercó a mí. "Tal vez deberíamos ir a desayunar y luego visitar a tu familia."

Asentí, sintiendo la necesidad de enfrentar lo que me esperaba. Aunque estaba nervioso por reencontrarme con mi familia y enfrentar el pasado, también sabía que era un paso necesario para sanar.

Después de vestirnos, salimos del hotel y nos dirigimos hacia el centro del pueblo, donde se encontraba la casa de mis padres. El sol de la mañana bañaba las calles con una luz cálida, y el aire estaba lleno del aroma a tierra y naturaleza.

Cuando llegamos a la casa, mi corazón comenzó a latir con fuerza. Sabía que no sería fácil, pero tenía que enfrentar esta situación. Jun me tomó de la mano y me dio un apretón tranquilizador antes de tocar la puerta.

Mi madre abrió la puerta, y sus ojos se llenaron de lágrimas al verme. Me abrazó con fuerza, y me permití sentir la comodidad de su abrazo. Después de todo, a pesar de las diferencias y las preguntas sin respuesta, ella seguía siendo mi madre.

Entramos en la casa, y el ambiente estaba lleno de un sentimiento agridulce. Mi sobrina, Young Mi, corrió hacia mí y me abrazó con entusiasmo. Su sonrisa era contagiosa, y no pude evitar sonreír a pesar de la melancolía que aún me rodeaba.

Mi padre se unió a nosotros, abrazándome con fuerza y sin decir una palabra. La expresión en su rostro decía más que cualquier palabra. Había extrañado a mi familia más de lo que pensaba.

La casa estaba llena de fotografías y recuerdos de mi hermana. Me encontré mirando las imágenes de nuestra infancia, de momentos felices que habíamos compartido. Sentí un nudo en la garganta mientras las lágrimas amenazaban con surgir.

Después de un rato, mi madre sugirió que fuéramos a visitar la tumba de mi hermana. Aunque sentía miedo de enfrentar ese lugar, sabía que tenía que hacerlo. Jun y yo caminamos juntos hacia el cementerio, nuestras manos entrelazadas como un apoyo mutuo.

Al llegar a la tumba, me quedé en silencio frente a ella. Mi corazón estaba lleno de un profundo dolor y arrepentimiento. Saeng, mi hermana, todos los recuerdos dolorosos y hermosos se mezclaban en mi mente, creando una tormenta de emociones.

"Lo siento", susurré, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. "Lo siento por no haber estado allí cuando más me necesitabas. Lo siento por no haber llegado a tiempo."

Jun puso su brazo alrededor de mis hombros, ofreciendo su apoyo silencioso. Sabía que no podía cambiar el pasado, pero podía honrar la memoria de mi hermana enfrentando el dolor y tratando de sanar.

Después de un rato, nos alejamos de la tumba y regresamos a la casa. Mi familia y yo compartimos historias y recuerdos de mi hermana, riendo y llorando juntos. Fue un día lleno de emociones y liberación.

Cuando llegó la noche, Jun y yo nos retiramos a nuestro hotel. Nos sentamos en la cama, procesando todo lo que habíamos experimentado en ese día.

"Esto ha sido mucho para ti", dijo Jun suavemente. "Si en algún momento necesitas tiempo para ti mismo o simplemente para descansar, solo házmelo saber."

Levanté la vista hacia él, agradecido por su comprensión y apoyo inquebrantable. "Gracias, Jun. Realmente aprecio que estés aquí para mí."

Jun sonrió y me tomó de la mano. "Siempre estaré aquí para ti, Hyun."

Las palabras de Jun llenaron mi corazón de calidez y gratitud. A pesar de las dificultades y el dolor que enfrentábamos, sabía que no estaba solo en este viaje hacia la sanación. Jun estaba a mi lado, y juntos enfrentaríamos cualquier desafío que la vida nos presentara.

SEGUNDA OPORTUNIDAD - HYUNSAENG 😘😊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora