SEGUNDA OPORTUNIDAD - HYUNSAENG 😘😊

CAPÍTULO 3 / CORREGIDO 🔥🔥

Después de muchooooooo he decidido continuar con esta historia realizarle correcciones que veo necesarias .. gracias por su apoyo a pesar de mis ausencia pero quiero que sepan que asi me demore meses por mis estudios yo terminare con todas las historias que escriba n_n .. de antemano gracias por sus bellos comentarios y sus estrellitas .. las adoro n_n  

Si no te gusta el 2khj por favor no lo leas 

Si solo apoyas el HyunSaeng y el JunMin no lo leas 

Contenido sexual 

Gracias por leer y espérame 😘😊❤ 

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Se habían pasado seis meses desde que Jun se mudó a vivir conmigo en el apartamento. Durante este tiempo, había sido como recuperar un pedazo de mi hogar que había estado perdido. Ya no me sentía solo, y la presencia de Jun llenaba de vida y alegría el espacio que compartíamos. A pesar de que él tenía su propia habitación, prefería dormir en la mía, y la dinámica funcionaba para ambos.

Después de unas agotadoras 72 horas de trabajo continuo en el hospital, finalmente tenía dos días de descanso merecidos. Me encontraba en la sala, sumergido en la lectura de mangas, cuando Jun irrumpió en el apartamento con una caja de comida y una sonrisa radiante.

"Hyun", exclamó mientras dejaba la caja de comida en la mesa y se abalanzaba sobre mí.

"¿Por qué estás tan feliz, pequeño?", bromeé, llamándolo por uno de los apodos que solía detestar.

"Ni con eso puedes arruinar mi momento de felicidad", respondió, sacando la lengua y luego abrazándome con entusiasmo.

"¿Qué pasó?", pregunté, intrigado por su emoción palpable.

"¡Me aprobaron el proyecto que quería! Ahora soy editor jefe", anunció con orgullo antes de dirigirse a la cocina.

"Sabía que lo lograrías", afirmé con una sonrisa, ya que siempre había admirado la inteligencia y determinación de Jun.

"Por eso vamos a celebrar", dijo, trayendo dos platos y copas de vino de la nevera. "Y más tarde iremos a bailar a una disco".

"No quiero...", intenté protestar, pero Jun me interrumpió con determinación.

"Y no acepto un 'no' como respuesta, Hyun", afirmó seriamente.

"Estoy agotado, Jun", respondí con un tono de fastidio. "Y ya sabes que ese tipo de cosas no me atraen".

"Quiero celebrar esto contigo, y solo contigo", dijo con un puchero adorable, jugando con su encanto para persuadirme.

"Está bien", accedí, sabiendo que a veces era mejor ceder ante su terquedad.

Después de comer, nos preparamos para salir. Aunque teníamos otra habitación en el apartamento, Jun solía dormir conmigo sin que eso generara ninguna tensión entre nosotros. Compartir esa intimidad no cambiaba nuestra amistad en absoluto, ya que no sentíamos ninguna atracción romántica el uno por el otro.

Así que nos dirigimos a una de las discotecas más populares de la ciudad. Bailamos, reímos y disfrutamos de la música y las bebidas. La noche avanzó y los tragos comenzaron a hacer efecto, relajándonos y dándonos un sentido de libertad que a menudo no experimentábamos.

"¡Vamos a bailar!", grité emocionado en medio de la música, tirando de Jun hacia la pista de baile.

Nos movíamos al ritmo de la música, y en un momento, me di cuenta de que nuestras miradas se cruzaron en un entendimiento silencioso. La atracción estaba en el aire, palpable, y en medio de la música y las luces, el deseo comenzó a despertar. Nuestros cuerpos se rozaban mientras bailábamos, y algo en mí se encendió.

Mis labios encontraron los suyos en un beso impulsivo. Fue un choque de labios que liberó la tensión acumulada. La pasión estalló entre nosotros, y nos dejamos llevar por el momento. Nuestros besos se volvieron más intensos mientras nuestras manos exploraban cada rincón de nuestros cuerpos. La conexión entre nosotros era eléctrica, y no podíamos detenernos.

Finalmente, nos separamos, y Jun me miró con confusión en sus ojos dilatados. Parecía tan sorprendido y afectado como yo. Sin decir una palabra, tomé su mano y nos dirigimos fuera del local. Sabía que lo que estábamos haciendo era un riesgo y que podía complicar nuestra amistad, pero en ese momento, el deseo superaba cualquier lógica.

Cuando llegamos al ascensor de nuestro complejo de apartamentos, no pude evitarlo más. Presioné a Jun contra la pared y nuestros labios se encontraron de nuevo. El calor y la urgencia crecieron, y nos besamos con hambre, como si nuestros cuerpos estuvieran en sintonía.

"Hyun", susurró Jun entre besos, apartándome un poco. "¿No quieres?"

No iba a forzar a nadie a hacer algo que no quisiera. "Claro que quiero", respondí, acercándome de nuevo a él.

"Entonces..." comenzó, dejando que sus labios se encontraran con los míos. "Está bien, pero esto no significa nada, ¿verdad?"

"Así es", confirmé, tomando su rostro entre mis manos antes de bajar los labios a su cuello.

Entre besos y caricias, llegamos al apartamento. La ropa quedó tirada por el suelo mientras nuestros cuerpos se unían en la cama. Aquella noche, dejamos que el deseo y la pasión se apoderaran de nosotros. Nos tocábamos con urgencia, nuestros gemidos llenaban la habitación y nuestros movimientos eran frenéticos.

Descubrir a Jun de esta manera, sentir su piel bajo mis manos y escuchar su voz llena de placer era intoxicante. Nuestras caricias se volvieron más intensas, y me tomé mi tiempo para prepararlo antes de entrar en él. Cada roce, cada gemido, cada sensación compartida en ese momento era abrumadora.

Finalmente, cuando alcanzamos juntos el clímax, el cansancio nos alcanzó. Nos quedamos enredados, exhaustos pero satisfechos. Jun se acomodó a mi lado, y lo abracé con ternura mientras ambos recuperábamos el aliento.

"Promete que esto no cambiará nada, Hyun", susurró Jun con voz somnolienta.

"Claro que no", aseguré, aunque en mi mente había dudas y preguntas que aún no podía responder.

"Duerme, Jun", dije, acariciando su cabello mientras nos sumíamos en el sueño. La confusión y la tensión habían sido momentáneamente olvidadas, reemplazadas por la sensación de estar juntos y la promesa de un nuevo día.