CAPITULO 24

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Después de unos días tumultuosos de reencuentros y emociones intensas, finalmente comenzamos a sentir que la vida estaba encontrando su equilibrio. Las olas de sentimientos que nos habían arrastrado poco a poco empezaban a calmarse, y aunque aún llevábamos el peso de la pérdida de mi hermana, sabíamos que necesitábamos avanzar. En este nuevo capítulo, Jun había decidido regresar a la casa de sus padres, y aunque su presencia era un bálsamo tranquilizador, también recordaba las heridas del pasado.

La casa parecía más serena ahora que las aguas agitadas habían cedido. Cada rincón guardaba recuerdos de tiempos más felices y momentos compartidos con mi hermana. Las fotografías en las paredes nos recordaban alegres sonrisas y risas contagiosas. Había momentos en los que el silencio se apoderaba del ambiente, y podía sentir la ausencia de mi hermana como un eco doloroso en mi corazón.

En ese instante, mi familia y yo nos encontrábamos en una pequeña cafetería, buscando un refugio en medio de la normalidad cotidiana. El cálido aroma del café llenaba el aire mientras las conversaciones alegres de los clientes se entremezclaban con suaves risas. Mi madre, con su amor incondicional, nos había invitado para compartir un momento juntos y recordar que la vida seguía adelante.

Me encontraba sentado entre mis padres, una unidad que había sido fortalecida por los desafíos que enfrentamos. Sus miradas cariñosas y sus sonrisas eran un recordatorio constante de que, a pesar de la tristeza, todavía había belleza y amor en este mundo. Mi padre, con su serena presencia, irradiaba fuerza y sabiduría, mientras que mi madre, siempre llena de empatía y ternura, sostenía nuestras manos en un gesto de apoyo mutuo.

Las historias que compartíamos eran como un hilo que nos conectaba con el pasado y el presente. Las risas que resonaban en la mesa eran como pequeñas chispas de luz que rompían la oscuridad de la tristeza. Recordamos anécdotas de mi hermana, sus travesuras y momentos de felicidad que compartimos juntos. Cada historia era un tributo a su memoria, un recordatorio de que su espíritu siempre estaría con nosotros.

En medio de las risas y las historias, Jun se unió a nosotros en la mesa, trayendo consigo su propia presencia tranquila pero reconfortante. Era un recordatorio viviente de que los lazos de amistad pueden trascender el tiempo y las circunstancias. Saludó con una sonrisa sincera, y su mirada reflejaba una mezcla de gratitud y determinación. Se sentó entre nosotros, completando la escena con su presencia cálida.

El camarero vino a tomar su orden, y Jun pidió un café, como si quisiera sumergirse en el momento presente y en las conversaciones que flotaban en el aire. La conversación fluyó con una facilidad reconfortante. Hablamos sobre el pasado y también sobre el futuro, compartiendo sueños y metas que nos motivaban a seguir adelante. A medida que compartíamos nuestras perspectivas, sentíamos que el peso de la tristeza se aligeraba un poco, como si estuviéramos sanando juntos a través de nuestras palabras y risas.

Hyun, sabes que estamos felices de que hayas regresado - dijo mi padre con una sonrisa reconfortante.

Asentí, agradecido por el apoyo incondicional de mis padres. La partida de mi hermana había dejado un vacío en todos nosotros, pero nos estábamos ayudando mutuamente a sanar.

Sí, lo sé, papá. Aprecio mucho su apoyo en estos momentos - respondí sinceramente.

Mi madre colocó su mano sobre la mía y me sonrió con cariño. - Siempre serás parte de nuestra familia, Hyun. Sabes que siempre puedes contar con nosotros.

¿Cómo te sientes ahora, Jun? - preguntó mi madre con interés genuino.

Un poco más tranquilo, gracias. Ha sido un proceso complicado, pero creo que es importante enfrentar los sentimientos en lugar de evitarlos - respondió Jun con sinceridad.

SEGUNDA OPORTUNIDAD - HYUNSAENG 😘😊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora