SEGUNDA OPORTUNIDAD - HYUNSAENG 😘😊

CAPITULO 10 / CORREGIDO

La inevitable llegada del momento nos impulsó a salir de la habitación del hotel. Siguiendo a Jun, noté su evidente tensión. ¿Cómo no estarlo, cuando los ojos curiosos y las palabras murmuradas de los demás se clavaban en él? Algunos observaban con interés, otros susurraban y unos pocos burlaban. Sin dudarlo, tomé la mano de Jun, inicialmente sorprendiéndolo, pero pronto su mirada se transformó en gratitud. Prometí respaldo y compañía, y eso era lo que le brindaría.

Caminamos juntos, enfrentando las miradas y los murmullos que parecían crecer con cada paso. Sin embargo, una voz conocida nos detuvo en seco.

¿Hyun? ¿Jun? - susurró Kyu, su presencia evocando recuerdos de un amigo maduro, muy distinto al joven que dejamos atrás hace tiempo.

Hola, Kyu - Jun saludó con una ligera sonrisa.

Saludos, viejo amigo - añadí, sonriendo con genuino placer por verlo de nuevo.

No puedo creerlo - Kyu exclamó antes de abalanzarse sobre nosotros. Sus brazos rodearon a ambos, y yo respondí con alegría. Sin embargo, sentí a Jun tenso; su mano aún unida a la mía se apretó aún más.

¡Has cambiado mucho! - comenté cuando finalmente nos soltó.

Ustedes también - Kyu murmuró mientras se secaba los ojos húmedos, mostrando alegría. Pero al notar nuestras manos entrelazadas, su expresión se nubló con confusión. - ¿Acaso ustedes están juntos?

Sí - declaré con firmeza, sosteniendo a Jun cerca de mí.

Pensé que solo eran amigos cuando contacté a Jun - Kyu dijo, su tono serio. ¿Por qué sentía la necesidad de justificar algo que era asunto nuestro?

Las circunstancias cambiaron - Jun explicó con una sonrisa forzada.

Decidimos intentarlo - confirmé antes de darle un beso en la mejilla a Jun.

Vaya, esto es sorprendente - Kyu fingió alegría, pero había una nota de desacuerdo en su voz. ¿Estaba en contra de nuestra relación, al igual que otros?

¿Vas a la casa? - intenté cambiar de tema, percibiendo la incomodidad en el aire.

Sí, todos nos reunimos para desayunar como en los viejos tiempos, ¿recuerdas, Jun? - Kyu suspiró con nostalgia.

Claro - Jun respondió, su voz cargada de melancolía.

Después de un año de que tu hermana y Saeng se casaron, se convirtió en una tradición que nos reunamos en la casa de tus padres los fines de semana para desayunar juntos - Kyu explicó.

Era algo hermoso - Jun murmuró, añorando el pasado.

Somos una familia - Kyu afirmó. - Y ahora que tu hermana no está, no podemos abandonar esa tradición. Saeng y los niños nos necesitan, y tus padres no deben estar solos, Hyun.

Gracias - susurré, conmovido por el apoyo y la solidaridad de todos.

¿No vienen? - Kyu preguntó.

Vamos a desayunar primero - traté de retrasar lo inevitable.

¿Acaso eres sordo, Hyun? - burló Kyu. - Dije que vamos a la casa. Todos estaremos allí.

Iré, Kyu - dijo Jun, apartándose de mí. - Seguro tu familia estará feliz de verte.

Y tú, Jun - insistí, sintiendo que necesitaba su apoyo.

Estaremos allá, Kyu - confirmó, mirándolo fijamente. La tensión se palpaba en el aire, pero Jun y yo estábamos unidos.

Kyu se retiró, dejándonos a solas.

No me abandones - supliqué, besando los labios de Jun.

Estoy asustado - confesó, abrazándome.

Yo también, pero necesito que estés a mi lado - afirmé, besando su cuello mientras lo sostenía en mis brazos. Podía sentir su temor, su inquietud vibrando contra mi propio cuerpo.

El pasado aún duele - dijo Jun con tristeza. - No puedo olvidar ni perdonar lo que hizo.

Estoy aquí - lo miré fijamente, secando sus lágrimas con suavidad.

La gente nos observa - susurró, tratando de apartarse.

No importa - declaré, acercándolo más a mí. - No eres aquel hombre.

Lo sé - Jun sonrió con tristeza. - Eres el mejor que he conocido. Mereces felicidad, Hyun.

Entonces, enfrentémoslo juntos - sugerí, tomando su mano con determinación.

Está bien - Jun asintió, ofreciéndome su mejor sonrisa mientras apretaba mi mano.

De la mano, continuamos nuestro camino, encontrando fortaleza el uno en el otro mientras nos adentrábamos en un nuevo capítulo sin querer saber lo que nos iba a deparar el destino .