Baby mine | Markhyuck (#1)

8: Adarghal.

Mark está en posición fetal encima de la cuna aún durmiendo tal y como quedó ayer, o bueno, quizá se puso un poco más como feto en medio de la noche. No tuvo una aparición divina o situación paranormal, tan solo fue una aparición en un sueño donde Mark creyó estar despierto pero seguía durmiendo. Bueno, su visitante se lo explicó en ese mismo momento.

Mark bosteza cuando finalmente se despierta, siente que ya durmió demasiado y tiene la leve sospecha de que alguien lo mira, por lo que gira la cabeza hacia atrás en busca de encontrarse con lo que sea que le entregue el universo porque suficientes experiencias ha tenido en la semana, pero pega un chillido cuando se da cuenta que es Donghyuck, con el bebé en uno de sus brazos, mirándole con cara de pocos amigos. Se sienta rápidamente y se quita las lagañas de los ojos en el proceso.

-¿Que demonios haces adentro de la cuna?-le pregunta Donghyuck poniendo una de sus manos en su cintura-¿Y por qué tienes mi camiseta?

Mark la suelta cuando se da cuenta que la tiene agarrada como el personaje de Snoopy a su mantita que no recuerda el nombre, quiere responder pero simplemente está mudo. No sabe que decirle ahora que lo tiene en frente, le habían avisado que volvería pero no pensó que sería literalmente al día siguiente, se dio la idea de que Donghyuck le quería pegar la traumación de su vida y se desaparecería su buena semana con el pequeño niño. Pero no, había vuelto, con su cara gruñona y la cara que siempre tenía su hijo, no podía pedirle mucho a los tres meses, pero con eso estaba feliz.

Se baja de la cuna con dos pasos sacando sus largas o no tan largas piernas y abraza con fuerza a los dos seres humanos que tiene en frente y se gana los quejidos de Donghyuck y que el bebé empiece a quejarse como cuando amenaza con ponerse a llorar.

-¡Suéltanos!, ¡idiota!, asustas al niño-le aleja Donghyuck de un solo empujón. Mark quiere enojarse pero no puede.

-Gracias por volver-le dice con el tono más sincero posible tomándole una mejilla a Haechan y otra al bebé. El castaño le quita la mano y el bebé también.

-Volvimos no porque nos quedemos, es para darte una última oportunidad. O hablas o me depositas todos los meses que me debes de sueldo y yo me llevo al niño, lo inscribo en el registro civil como mío y le pongo Gomdo Lee-

-¿Gomdo qué?

-¡Estoy hablando yo!, me compro un pequeño departamento decente y crío esta criatura sin contarle de tu maldita existencia. Ira al colegio público, no es como que eso sea una incentivación a que hables...

Donghyuck le quita la mirada y luego lo ve de reojo.

-En las escuelas públicas fuman en el baño.

-¿Qué?

-¿Quieres eso para tu hijo o no?, entonces reflexiona y cuando decidas me llamas, con bebé estaremos-

-Hablemos ahora-le dice tomándole por sorpresa. Donghyuck lo mira con el ceño fruncido.

-¿Ya?, ¿a-así de fácil?, ¿luego de una eternidad, un episodio depresivo, una pelea matrimonial sin que estuviésemos casados donde te dije cosas horribles, pero que son ciertas, y que me escapara de casa con tu hijo y fácil podría haberme ido del país?

Mark se queda pensando mientras mira a Haechan. Cuando le dice esas cosas es que se da cuenta que aún no madura y tiene mente de pescado, porque no piensa en ninguna consecuencia así de terrible después de sus actos.

-Perdón.

-Pareces disco rallado diciendo siempre lo mismo, vamos a la cocina, me haré el desayuno y tú te harás el tuyo. No pienso cocinarte porque sigo enojado, el bebé ya tomo su primer biberón.