Extra 2: welcome to my playground.

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—Baobei—pregunta Donghyuck viendo el camino.

—¿Eh?—responde el llamado.

—¿No crees que deberías dejarle el coche a tu hermano y tú ya caminar de la manito?

Baobei está muy interesado en uno de sus juguetes favoritos que trae en el coche consigo camino a la guardería, niega con la cabeza sin poner mucha atención.

—Nu-huh.

Donghyuck ríe y sigue tirando la carriola con Haechan en el canguro de su pecho. Baobei se negaba a dar pasos en la calle por miedo y en verdad era mejor para Donghyuck, temía que si lo llevaban caminando se demorarían más. Mark y Donghyuck habían decidido integrar a Baobei en una guardería para bebés de dos meses hasta los dos años y medio para así bajarle un poco la carga a Hyuck y también que Baobei no se sintiera solo y de lado al tener que estar jugando solito o viendo la televisión en la sala porque Haechan tomaba demasiada responsabilidad, en la guardería al menos tendría amigos con quienes jugar de distintas edades y no pensar que su papá Donghyuck no le hacía caso cuando corría de aquí para allá con Haechan llorando.

Era una guardería con una mensualidad alta así que era del mismo sector donde vivían, por lo que no les tomaba más de quince minutos la caminata. Al menos le servía para estirar un poco las piernas y que Haechan tomara el sol, y claramente Baobei que era pálido como fantasma. Haechan era morenito como su appa.

—Ya vamos a llegar, hijo.

—Ye~ —responde.

Una vez están fuera de la guardería Baobei espera que lo desamarren y el siguiente paso de bajarse del coche lo hace el solo.

—Muy bien, amor, aquí, déjame arreglarte la ropa.

Donghyuck se agacha y le acomoda el pequeño chaleco y los jeans, luego le acomoda más derechas las mangas de la mochilita con juguetes que traía. La guardería tenía los pañales y las comidas por lo que solo llevaba consigo sus juguetes favoritos.

—Listo mi vida, ahí viene tía Wendy—y el niño se da vuelta emocionado.

—Welcome my little baby—le saluda la joven con una sonrisa y su traje verde, abriendo la reja. Si, la guardería era bilingüe y Donghyuck aún se preguntaba qué tanto servía si era una sala cuna, no el prekinder, pero Mark quería esa guardería y ya, el pagaba de todos modos.

—Hi—responde el niño simplemente, caminando lentito hacia ella.

—¿Alguna noticia que entregarnos, papá?—pregunta Wendy subiendo a Baobei en sus brazos, Hyuck niega con la cabeza.

—Ya tomó desayuno—sonríe tímido y levanta los hombros, sabía que debía avisarlo porque ellos le daban desayuno si salieron muy apurados—Pero lo demás todo bien.

—Excelente, nos vemos en la tarde, say bye bye to daddy—le pide la joven al niño, y Baobei, que mucho no hablaba porque era mas bien túmido, solo le manda un beso con la mano a su papá adoptivo.

—Adiós mi cielo, muak—le envía el beso de vuelta, entonces siente unos pasos con rapidez acercarse hacia el.

—¡No cierre miss Wendy!—chilla el joven llegando con el bebé bajo el brazo, todo chascon por el viento y la ropa arrugada—Dios santo, pensé que nos dejaría afuera.

—¿De que habla papá Jungwoo?, está bien en la hora—la joven eleva una ceja.

—¿Qué?—y Jungwoo revisa su teléfono—Madre santa, volvió a cambiarse la hora en este teléfono de porquería, ¡jamás debí irme de vacaciones!—chilla furioso.

Jungwoo deja al niño de cabello azabache y ojos pequeños en el piso, lo peina un poco y le acomoda su gorro, cardigan y pantalones.

—Que tengas un buen día hoy, mi niño, ve con Wendy—y le da palmaditas en la espalda, Hyuck ve todo con impresión, no podía creer lo pequeño que era el mundo, su hijo y el hijo ya bastante crecidito de aquel chico que conoció en el centro comercial iban en la misma guardería.

Baby mine | Markhyuck (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora