Cuando en un intento de tener una noche lejos de los mandatos de sus padres y problemas por su matrimonio arreglado, Jimin termina entre la sábanas de un completo desconocido, sin saber que eso sería un inconveniente algo conveniente.
✦ | Drama, rom...
Se veía al espejo y no se sentía bien con lo que veía.
"¿Qué hacía vestido de blanco en un funeral?" Pensaba.
—Más vale que el sexo sea suficiente para mantenerme fierme a no pedir el divorcio.
Musitó antes de soltar un suspiro frustrado, tenía que dirigirse a un tipo de sala para hacer una sesión de fotos o algo por el estilo.
La puerta fue tocada y pudo ver la cara de su hermana asomarse lentamente.
—Hola.
Dijo con una pequeña sonrisa antes de pasar. Jimin sonrió al ver el hermoso vestido negro que su hermana traía puesto.
—Lo hiciste.
Dijo soltando una risa.
—Pensé que al menos una cosa podría ser elegida por ti.
Sonrió cabizbaja.
—Y no te preocupes, obligué a Lisa a ponerse algo negro, tus deseos fueron ordenes hermanito.
Se acercó y lo tomó de los hombros con delicadeza. Sabía cómo se sentía, ella se había sentido igual, pero lastimosamente no tenía mucho a su alcance para poder hacer algo.
—Mira Jimin...si no quieres hacerlo, yo...te puedo ayudar a salir de aquí, pero sabes que eso solo retrasa la boda, no la evitará.
Jimin la miró antes de soltar un suspiro.
—Debería dejar de escapar.
Murmuró el chico.
—Desde que soy niño intento evadir problemas de esa manera...pero a este punto, debería empezar a enfrentarlos.
Roseanne simplemente lo abrazó, lo abrazó como ella hubiera querido que lo hagan cuando lo necesitaba.
Y aunque ella no está pasándola mal con su matrimonio, tampoco fue fácil en los inicios, ella hubiera querido que alguien pudiera abrazarla diciéndole que contara con ella, pero eso jamás pasó.
—Jimin, cualquier cosa, de verdad, cualquier problema, no dudes en decírmelo, yo estaré ahí y te ayudaré como pueda...
Sonrió y se separó del rubio.
—Es hora de ver al novio.
Jimin sonrió y asintió.
Al menos tenía a su hermana, si él realmente no la pasaba bien tenía a un lugar que no era la casa de sus padres para ir, eso le tranquilizaba.
[...]
No odiaba a Jungkook, tal vez su único inconveniente fue haberse conocido antes de conocerse formalmente, tal vez hubiera sido diferente.
Pero si lo pensaba mejor, ese inconveniente había sido algo conveniente, al menos no había sido del todo incómodo pasar tiempo juntos después de todo.
Si no hubiera pasado todo eso la relación entre ambos hubiera sido demasiado formal y muy rígida.
¿Las relaciones que empiezan por sexo terminan bien?
—¿Desea tomarse una foto con los novios?
Ambos de blanco sentados en un cómodo sillón frente a una cámara que era la encargada de armar su álbum de bodas era una sensación extraña.
—Sabes, jamás pensé estar así.
Jungkook musitó mientras cruzaba sus brazos y miraba a Jimin.
—¿Y crees que yo sí?
Respondió Jimin alzando una ceja.
—Probablemente ya lo hayas sobre pensando más de una vez.
Jimin rodó los ojos.
—Ni el día de nuestra boda dejas de ser molesto.
—No soy molesto, tu eres poco tolerante.
Oyeron la puerta abrirse y dirigieron sus miradas de donde había provenido el sonido.
—¿Podría tener una foto con los novios?
Jimin sonrió al ver a su hermana y a su cuñada, ver su matrimonio lo animaba más de lo que imaginaba, en el fondo él deseaba que el suyo también fuera así de bonito.
—Claro.
Dijo Jimin y ambas chicas se acercaron a la pareja.
—Mucho gusto, soy Roseanne Park, ella es mi esposa, Lalisa.
Dió una reverencia dirigiéndose a Jungkook con una leve sonrisa.
—Jeon Jungkook, el gusto es mío.
Devolvió el saludo.
—Bien, acomodándose para la foto.
Habló aquel hombre que estaba a cargo de las fotografías para recuerdos.
—Tres, dos, uno.
Y el flash sonó.
[...]
—¿Los votos son obligatorios?
Preguntó Jimin mientras veía aquellas anotaciones que les habían entregado a ambos, con la finalidad de que los usen como sus votos matrimoniales.
—Ni idea, pero mi madre me pidió que te los dé.
Jimin asintió antes de empezar a leer aquel papel.
Y vaya mierda.
—Creo que improvisando diría unos mejores votos que esta basura.
Bufó mirando a Jungkook quien también se encontraba leyendo aquellas palabras.
—"Te prometo que quiero recorrer el mundo contigo y que viajaremos todo lo que podamos." Si, sin duda lo sacaron de Internet.
Dijo Jungkook y soltó una risa al ver la expresión de Jimin. El pelinegro le arrebató aquel papel y junto con el suyo los rompió en varios pedazos.
—Ni modo, a improvisar, cariño mío.
—Claro, diré "Prometo darte papas fritas hasta que me des el divorcio" ¿eso funcionará?
Jimin dijo en un tono burlón.
—Si dices eso, te tendré confiscar las fresas los primeros años de nuestro matrimonio.
Amenazó entrecerrando sus ojos.
—No te atreverías.
—¿Tú crees?
Sonrió y Jimin no pudo evitar hacerlo también.
—Las comparé de todos modos.
Sonrió cruzándose de brazos.
—Te cancelo tu mensualidad del club, Park Jimin.
—Y yo cancelo la mensualidad de tu preciado gimnasio, cariño.
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