Cuando en un intento de tener una noche lejos de los mandatos de sus padres y problemas por su matrimonio arreglado, Jimin termina entre la sábanas de un completo desconocido, sin saber que eso sería un inconveniente algo conveniente.
✦ | Drama, rom...
Aunque la boda no había sido pequeña, en eso los habían engañado a ambos, había gente que ni siquiera habían visto en su vida.
Un montón de socios y personas que al parecer solo sus padres conocían, la verdad las personas con las cuales si hablaban se reducían a menos de veinte.
Jungkook se encontraba manejando y Jimin a su lado, estaban de alguna manera sorprendidos, su boda fue muy cómoda, más de lo que habían pensado.
No habían dicho nada desde que entraron al auto, estaban de camino a su "Luna de miel" pero sus pensamientos estaban en un momento específico de su boda.
Lo votos matrimoniales.
¿Cómo es que habían salido tan bien? Fueron completamente improvisados y Jungkook hasta se cuestionó si eran reales o no.
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—Desde el momento en el que te vi, supe que había algo extraordinario en ti. Tu mirada que iluminaba el lugar incluso si no estabas en tu mejor momento.
Suspiró, Jungkook no era bueno con las palabras, y solamente intentaría poner un poco de la realidad en esos votos.
Para que no sean del todo falsos.
—Eres un chico independiente, que sabe lo que quiere, pero también eres alguien bondadoso.
Dijo bajando su cabeza, Jimin no era del todo bondadoso, o al menos con él.
Aunque sabía que no podía pedir bondad cuando iba a perder su libertad por casarse con él.
—Yo...no soy bueno con las palabras, pero prometo amarte cada día, cada noche, y espero con ansias lo que el futuro nos prepara a ambos.
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El hecho de tener que fingir su amor ante todos los socios, amigos y familia de sus padres había sido lo único abrumador.
Porque extrañamente Jimin no se sintió presionado en ese momento, se había sentido más presionado cuando hablaba sobre ello, pero en el momento en el que estuvieron ahí, ambos de blanco firmando su unión, habían estado más tranquilos que en todas las semanas anteriores.
—Oye.
Jimin musitó dirigiendole la mirada a Jungkook.
—Tus votos...¿Por qué diablos fueron tan cortos?¿No tienes imaginación?
Preguntó en un tono de burla, cosa que hizo que Jungkook soltara una carcajada.
—¿Qué querías que dijera?
Silencio.
—No lo sé, algo más largo.
Sonrió y Jungkook negó.
—No soy bueno con las palabras.
—Ya me di cuenta.
[...]
Tal vez ambos no se amen como tal, pero si sabían una cosa de ambos, es que el tener sexo no era un problema.
Tal vez iniciar su "relación" si así se podía llamar, había sido un tipo de ventaja, podían sacarle provecho a su matrimonio.
Aunque un matrimonio, no era solo sexo.
Las prendas de sus cuerpos fueron desapareciendo poco a poco, jasta que ambos quedaron completamente desnudos.
Ya habían hecho esto, estabas evitando las formalidades, simplemente lo disfrutarian.
Jungkook deleitaba cada parte del pálido cuerpo, dejando su marca en cada una de ellas, a la final, era su esposo, marcarlo no traería problemas.
—Ah...
El toque de Jungkook era lo suficiente para poder volverlo un mar de gemidos, sin duda disfrutaría a su esposo si era de esta manera.
—Jeon...
Jungkook estrujaba el redondo trasero de Jimin a su antojo, antes de posar su gran mano sobre la erección de Jimin tomandolo por sorpresa.
—Oh, joder.
Empezo un vaivén rápido y dirigió sus labios a los esponjosos labios de Jimin, ahogando sus gemidos.
Jimin no podía sentirse mal en aquel momento, olvidando el hecho de su matrimonio arreglado, estaba jodidamente bien así.
De repente, el falo de Jungkook empezó a introducirse en la pequeña entrada del rubio, al cual lo tomó por sorpresa.
No lo había preparado, cosa que asustó al rubio por unos segundos, pero no dijo nada.
Un gran quejido salió de los labios regordetes del chico, sintiendo el infierno y a la vez el cielo con aquella intromisión.
—Oh, duele.
—Shh, ya pasará.
Susurró mientras se escabullia en su cuello dejando rojas marcas en él.
Unos minutos bastaron para que Jimin empezara a sentir placer en vez de dolor y Jungkook empezó a embestirlo.
El vaivén de las embestidas eran fuertes y lentas, golpeando bruscamente su próstata.
Los pequeños ojos de Jimin soltaban pequeñas lágrimas por aquel sentimiento de dolor y exitación que su cuerpo recibía en cada embestida.
Gemidos por parte de Jungkook se escuchaban por toda la habitación, poniendole los pelos de punta al rubio.
Jimin sintió un viscoso líquido llenar su entrada, la cual aún estaba siendo fuertemente embestida.
Jungkook no paraba aunque ya hubiese llegado al orgasmo.
Un poco más y un blanco líquido salió disparado de Jimin, acompañado de un gran gemido.
—Joder.
Musitó Jungkook en un suspiro, cayó a su lado y su cara fue escondida en el cuello del rubio.
—Eso fue fantástico.
Le susurró al oído y Jimin soltó una risa nasal abtes de asentír.
—¿Otra ronda?
Y todo indicaba que la noche de bodas apenas empezaba.
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