overdrive || cutison

once

—¿Vamos a pasar por Valen?— me pregunta mientras arranca el auto.

Eso sería lo más lógico, o sea, hace casi dos semanas que no veo a mi hijo, pero no estoy siendo completamente racional estos días.

Obviamente lo extraño y me muero por verlo pero esta charla con Son es más bien urgente y siento que si no la tengo ahora, nunca voy a tener el valor para serle completamente honesto sobre mis sentimientos.

Van a decir 'Ay Cuti, es un dia nomas o a lo sumo una semana'. Bueno, no, en un día se puede acabar el mundo o más trágico incluso, el hijo de remil puta de Pedro le puede pedir casamiento con una cena ridículamente romántica digna de película a la cual Sonny, conociendo lo sensible que es, le va a decir que si con lágrimas en los ojos y así de rápido se van a esfumar mis posibilidades de ser YO quien lo despose.

Así que, no me puedo permitir que pase otro mísero día sin que él sepa que soy yo con quien tiene que pensar un futuro y no ese otro zaparrastroso.

Igual, cuando le dije a Karen lo que planeaba hacer prácticamente me negó que vaya a buscarlo, según ella para que no interrumpa ningún evento canónico.

Todavía estoy tratando de descular a que se refirió con eso.

—No, lo voy a ir a buscar mañana— le contesto y este me mira como si estuviera loco —¿Qué?—

—¿A que te referís con qué? no entiendo como no queres ver a tu hijo, hace como dos semanas que no lo ves, ¿no lo extrañas?—

—Que estupidez Son, obvio que lo extraño— suspiro tratando de calmar mis nervios —le avise a Karen que quería hablar con vos y me dijo que por ahí era mejor que yo lo buscara mañana—

Parece completamente indignado con mi decisión, —Podemos hablar mañana o otro día Cris, tenes que ver a tu hijo...— no me da tiempo a contestarle porque vuelve a hablar —no podes negarle tiempo, que claramente le corresponde, solo para hablar conmigo—

—Discúlpame HeungMin, pero esa es mi decisión a tomar, no la tuya— mi voz sale notablemente más enojada de lo que pretendía pero es la verdad. No es que no quiera a mi hijo o prefiera al coreano antes que a él pero quiero resolver esto para poder estar mañana todo el día con mi bebé sin que el escenario trágico que me monte en la cabeza me esté persiguiendo.

Además, si todo sale tan bien como espero, mañana voy a estar con los dos.

La sola imagen hace que se me desboque el corazón.

Contrariamente a lo que yo quería, lo que resta del viaje a casa es tenso y silencioso, Son va apretando el volante y lleva una expresión seria en el rostro.

Es tan lindo que me dan ganas de llorar.

Ustedes me ven así todo malote en la cancha y la verdad es que soy re trolo por culpa de este.

Lo escucho suspirar y algo debe estar maquinando en su cabecita porque frunce aún mas el ceño.

—Te vas a arrugar todo si seguís así— el comentario se me sale antes de que siquiera lo pueda pensar.

Voltea la cara para mirarme de arriba abajo y después vuelve la vista al frente como si nada, ignorando por completo mi comentario.

Suelto una carcajada completamente sarcástica, de esas que hacían calentar a mi vieja que terminaba por meterme un bife y que, casualmente, también hacen enojar a cierto coreano.

—Si dale, haceme la ley de hielo— otra vez me ignora.

—uh, dale boludo ¿qué te pasa ahora?— no aguanto que no me hable.