doce

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POV Son HeungMin:

Me desperté desorientado y con mi cabeza que parecía estarse partiendo en miles de pedazos. ¿Cuanto tomé ayer?
Me friego los ojos hasta que logro abrirlos, aunque sea un poco. Trato de alcanzar mi teléfono pero un peso en mi cintura no me permite moverme con libertad.

Cierto, estoy en la casa de Cristian.

No le doy mucha importancia y me vuelvo hacia la mesa de luz, agarro mi teléfono y me predispongo para hacer fiaca con el mismo, al menos hasta que se despierte el dueño de casa.

El argentino aprieta un poco más su cara contra mi cuello y deja escapar una respiración fuerte "vaya uno a saber con quien se estará peleando en sus sueños" pienso mientras acaricio con delicadeza su cabello corto. Deja escapar otra respiración fuerte y se desprende de mí para darse la vuelta, llevándose parte de las sábanas con él.

Y ahí es donde me doy cuenta... estoy desnudo.

Completamente desnudo.

-"Ay Dios HeungMin, ¿que hiciste?"-

No, no hicimos nada.

No creo que hayamos hecho nada, digo, yo soy gay pero Cris es hetero. Estuvo casado y tiene un hijo; que es su copia exacta. Un bebé hermoso.

Me fui de tema, lo que importa es que no hicimos nada.

¿no?

Entonces miro a mi costado y veo; la cortina desprendida del barral y me acuerdo de todo, mierda. Y si faltaba una confirmación más; las pequeñas líneas que surquen la espalda del defensor son la prueba contundente de lo que hicimos. Eso y la puntada que siento en la columna cuando me levanto de la cama.

No, no, no, NO. Esto no puede estar pasando.

Por favor Son. Un solo limite no tenías que cruzar con él, uno solo. Podías ir a sacarte las ganas con cualquiera; pero no, fuiste a acostarte con la figurita difícil, la que no podes tener.

-Sos un desastre- es lo único que repito en mi cabeza mientras me visto para salir de la casa de Cristian.

Le doy una última mirada antes de salir -cuando se despierte y se de cuenta, te va a odiar- y con ese pensamiento en mente me subo al taxi para ir a mi departamento.

El resto del día pasa bastante normal; si se le puede decir así a mortificarse constantemente por una decisión que tomaste cuando no estabas en todos tus cabales, entonces si, mi día pasa normal.

Es a la hora de dormir que verdaderamente pienso en las consecuencias que podría tener esto en nuestra amistad. Si, yo estoy enamorado de Cristian. Tuve mi momento de negación donde jure que no lo estaba pero un día simplemente tuvo sentido esa palabra.

Pensar en él me hacia poner contento, estar cerca suyo hacia que me lata el corazón super rápido, saber que me iba a abrazar en el medio de los festejos me hacia disfrutar cada maldito segundo del partido y buscar febrilmente cada gol. Cuando me esperaba con los brazos abiertos antes del inicio de cada partido no podía evitar pensar que siempre iba a estar seguro con él alrededor.

Siempre me conforme con ser solo su amigo, yendo a su casa, compartiendo tiempo con su hijo, pasando las tardes juntos, dormir en la misma cama o hablar hasta la madrugada de cualquier cosa.

La idea de perder todo eso me aterra, ya me acostumbre a su presencia en mi vida y sinceramente no recuerdo lo que era pasar un día sin él.

Entre todos esos recuerdos y sentimientos, me quedo dormido.

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overdrive || cutisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora