overdrive || cutison

catorce

[smut, lean bajo su propia... ¿responsabilidad?]

Los que dicen que hacer fiaca con tu pareja es lo mejor que podes hacer, quiero que sepan... que están en lo cierto.

"Ni siquiera me había atrevido a soñar estar en esta situación" corre el pensamiento por mi cabeza mientras acaricio el brazo de Sonny que esta sobre mi pecho.

Bueno, eso no es del todo verdad, porque lo soñé muchísimas veces. Pero lo que fantaseaba no es ni la mitad de esplendido de lo que es esto en realidad.

Poder abrazar a Sonny, siendo que somos conocedores de que compartimos el mismo sentimiento hacia el otro.

El amor.

No sólo abrazarlo sino besarlo, poder toquetearlo y mimarlo con todo. Cocinarle, cebarle mates o sólo mirarlo, podría mirarlo por horas y no me cansaría para nada.

Además, tengo el privilegio de tocarle el culo cuando yo quiera. Algo que disfruto más que nada en nuestras largas sesiones de besos y toqueteos "inocentes" que es lo estrictamente permitido, para que no sienta que vamos muy rápido.

Si bien me muero por tenerlo abajo mío y hacerle muchas cosas, no me gustaría que piense que solo lo quiero para eso; y si bien dudo que lo vaya a creer, planeo respetar su decisión de ir lento.

Miro hacia abajo a mi izquierda y me enternece verlo con sus ojitos cerrados, relajado con su cabeza apoyada en mi pecho. Es tan hermoso que me dan ganas de comérmelo, de hecho, vi un término que usan en twitter que es "girl's dinner" bueno, Sonny es Cuti's dinner.

Hablando de cenar, que hambre que me dio.

—Estaría para que vayamos a comer, ¿no?— le pregunto mientras acaricio perezosamente su cintura.

Me mira batiendo las pestañas —Justo te iba a decir para comer algo— me responde coqueto, se acomoda para quedar recostado sobre su costado, apoyando su cabeza en su brazo, que descansa en la almohada.

—¿Ah si?, ¿Qué me vas a invitar de rico?— le sigo el juego, llevando mi mano a su cara y pellizcando su cachete, molestándolo.

Me mira y sus ojos brillan con picardía. Aletea sus pestañas de manera encantadora, toma mi mano en la suya jugueteando con mis dedos —Te puedo ofrecer...— pausa haciéndose el misterioso —esto— me dice el muy hijo de puta mientras lleva mi mano a su culo.

Yo me puedo morir acá mismo.

Va, ya debo estar muerto porque no hay manera de que esto sea verdad.

¿Cómo se respira? Exhalar, no, primero inhalo y después exhalo. Si, así.

Noto que mi shock le da una impresión errónea a HeungMin, ya que saca mi mano de donde la puso y su mirada cambia a una insegura.

—¿Que? ¿No te gusta?— pregunta decepcionado haciendo puchero. Dios, este hombre me va a matar.

No puedo pensar rápido en una respuesta cuando me mira así y me hace estas cosas... llamando cosas a ofrecerme tener sexo.

–Deja de ser un boludo Cristian y contéstale a tu hombre–

Me salgo de mi desvarío y llevo mi mano a su culito precioso, apretándolo —Mira que no me va a gustar esta hermosura— resaltó con obviedad —sos hermoso mi amor, todo hermoso, ¿no te cansas de ser tan hermoso? Hijo de puta— le doy una palmada y mi mano sube hasta su cuello para atraerlo hacia mi.

Lo beso de manera fuerte y demandante, "mío mío mío" trato de dejar en claro cada segundo que estamos besándonos.

Cuando nos separamos tiene los cachetes colorados y la boca semi abierta, respirando agitado —¿No que íbamos a ir lento?— le pregunto burlón, recordando sus palabras de hace unos días, amasó sus nalgas sonriendo como un estúpido —cuando vuelva te quiero en cuatro y con esa hermosura bien al aire— le ordeno dándole una nalgada y un último apretón.