Capítulo 9

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-Bienvenida a casa señorita- Dijo Gavi mientras abría la puerta de la casa de Stella dando paso a Ali.

-Al fin- Dijo y se sentó en el sillón.

-Ey, despacio- Le llamó la atención -Todavía estáis muy débil- Cerró la puerta.

-Estoy bien, tranquilo-

-Ajá, bien-

Ali rió.

Gavi dejó las llaves de auto en la mesita ratona junto a los sillones y tomó asiento al lado de la chica.

-Me hiciste pegar un buen susto, Ali- Su expresión se tornó en seriedad -Nunca más me hagáis algo así- Tomó su mano.

-De verdad, perdón-

Gavi negó con su cabeza y la envolvió en un abrazo.

-Creí que te perdía- Soltandola -Cuando Pedri me dijo que habías convulsionado yo...- Se había alterado un poco y Ali lo interrumpió.

-Gavi, Gavi- Lo tomó por los hombros haciendo que le prestara atención -Ya pasó, ¿si?, estoy bien-

-Vale-

-Gracias, de nuevo- Agradeció sonriendo.

-Ya deja de agradecer, me has agradecido diez veces en lo que va del día- Rieron.

Alana suspiró y puso su rostro serio.

-Gavi- Él la miró -¿Por qué me cuidas tanto?- Soltó.

El sevillano tardó unos segundos en contestarle. Suspiró.

-Porque sé lo difícil que debe ser para ti estar alejada de todo y de todos- Explicó, Ali bajó la mirada -Además, me agradas- La chica sonrió.

El español extendió su mano y con su dedo índice tomó su barbilla e hizo que dirigiera su mirada a la de él.

Recorrió con su mirada su rostro, sus ojos, su boca, todo en ella era perfecto para él.

Lentamente comenzó a acercarse, su mirada se posó en sus labios carnosos, la chica sólo lo miraba, esperando que sus bocas chocasen en un tierno y pasional beso.

-Hola, hola- Ambos adolescentes se apartaron rápidamente tratando de disimular la situación, era Stella -Alana, por dios- Rápidamente se acercó a ella y la envolvió en sus brazos -Que susto, hija mía. ¿Cómo estáis?- Separándose y tomándola de las mejillas.

-Mucho mejor, Stella- Sonriendo.

-Sigue bastante débil- Avisó Gavi -Aunque no quiera admitirlo- Rió y Ali sonrió.

-Entonces, va a tener que descansar-

-Eso dijo el doctor-

-Estoy bien- Volvió a decir -Mañana ya puedo volver al club-

Gavi abrió los ojos, sorprendido.

-¿Qué has dicho?- Dijo -No volverás mañana al bar, tienes que descansar, recuerda lo que dijo el médico, vida tranquila-

-Hazle caso al muchacho- Aportó la mujer.

Ali rodó los ojos.

-Ya he hablado con tu jefa, te espera cuando el médico te dé de alta-

-¿Y qué se supone que haga acá encerrada?-

-Te vendré a visitar todos los días, antes y después de cada entreno- Dijo sonriendo -Y nada de instituto- La apuntó con el dedo.

-Gavi- Protestó alargando la letra i.

Stella rió.

-Os dejo, en diez minutos comienza mi novela- Se despidió de Gavi y se metió en su habitación.

¿Destino o Casualidad?/ Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora