Chapter 2

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“The king”

“The king”

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— ¿Te gusta este?

Jon alzó la vista para ver el vestido de color gris que la chica sostenía en sus brazos, terminando por asentir distraído.

— Es bonito. — murmuró mientras volvía acariciar al lobo que recostaba su cabeza en sus piernas.

— Gracias. — La doncella se paró frente al espejo de su cuarto y apoyó el vestido en su cuerpo para ver cómo le podría quedar. — A Sansa le sobran muchas telas de sus vestidos, y me hice este con los retazos. 

Su hermano hizo una mueca al oír eso, no le gustaba mucho que su gemela deba ser degradada a usar las telas que las demás damas en su hogar no usaban. Hubo veces en la que la vio vestir prendas hechas de diferentes retazos solo porque nadie le daba unas propias, eso rompía el corazón de Jon y lo hacía amargarse en ira.

Estuvo a punto de protestar cuando alguien tocó suavemente la puerta del cuarto de su gemela antes de abrirla. Al ver a su padre entrar se paró rápidamente, haciendo una leve reverencia junto a su hermana quien se volteó a ver al hombre frente ellos.

— Mi Lord— saludaron al unísono.

Ned sonrió levemente, haciéndoles una seña para que sepan que no hacía falta tanta formalidad entre ellos, después de todo eran sus hijos. Su vista pasó del muchacho hasta a la jovencita, notando como ella sostenía un bonito vestido de color gris en sus brazos.

— ¿Podría saber que estaban haciendo? — preguntó con suavidad, acercándose a la chica para ver su vestido. — Es hermoso, ¿lo hiciste tú?

Ella asintió levemente, sonrojándose por el halago de su padre y recibiendo con una sonrisa las caricias que él dejó sobre su cabello.

— Gracias, padre. Lo hice para esta noche, pensaba usarlo en el banquete.

Entonces sus palabras hicieron que la expresión calmada y amorosa de su padre cambiará, haciendo que se ponga tenso y su mirada se volviera algo amargada. Ambos gemelos notaron el cambio rápidamente, sabiendo que eso no traería buenas noticias.

— No puedes ir al banquete, Alyanna.

Solo esas palabras bastaron para que la chica se sintiera herida, mirando a su padre sin entender porque no podría hacerlo. Mientras que su hermano frunció su ceño y arrugaba su nariz en una clara expresión de molestia que Sansa una vez comparó como un gatito probando leche amarga.

— ¿Por qué no? — preguntó el mayor de los gemelos, acercándose  a su padre y hermana. — Aly trabajó muy duro junto a Lady Catelyn para que el banquete funcione.

Ned suspiro, apartando la mano del cabello de su hija y retrocediendo un paso de ellos, viendo cómo la joven se acercaba más a Jon, con las manos temblando levemente, seguramente aguantando su llanto.

Prophecy [GOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora