Inmortal (Tom Riddle - Lord Voldemort)

Capítulo 3

—¿Has faltado a clases?—Yizzet entra a su habitación sin previo aviso, algo exaltada—.
—¿Qué hora es?—. se despierta la pelinegra mirando un reloj y realmente dándole igual su clase perdida—. Solo perdí una—. 
—¿Y qué? Arréglate de una vez para llegar a tiempo a la siguiente, anda—. la saca de la cama—. ¿Estás bien? ¿Dónde tienes tu uniforme?— busca en su habitación rápidamente—. 
—Me siento muy cansada—. se frota los ojos mientras toma su varita y con un hechizo de alista en un segundo—. 
—¿Cómo hiciste eso?—. abre la boca impresionada—. 
—Me parece que Hogwarts es malamente calificado como el mejor colegio del mundo—. le mira y su amiga niega rotundamente—. Este hechizo es lo más básico que alguien debe saber—. salen de su habitación—. 
—¿Sabes que tu prefecto va a matarte, verdad?—. acomoda su sombrero—.
—Oye ¿Cómo entraste?...
—Polvos puff—.
—Aah, bueno... ¿De verdad crees que Riddle note mi presencia o mi ausencia?—. se cepilla el cabello—.
—Kait, aunque no parezca, Tom Riddle está en todas partes y lo sabe todo—.
—¿Por qué es así?, ¿Qué gana con eso?—.
—Hay un rubro de excelencia por casas, la tuya es más cumplida que la mía y esto te aseguro que lo sabrá—.

El prefecto estaba a punto de tocar la puerta cuando las chicas abren. Tom mira a Yizzet inspeccionando que está en un territorio equivocado. La chica tímidamente se va indicando que va a esperarla en el salón de clase y huyendo lo más rápido posible de ahí puesto que Riddle era verdaderamente temido. 

—Permiso—. Yizzet sale de inmediato—.
—Rood—. le menciona sin verle, atendiendo asuntos de su agenda—. 
—Riddle—. bosteza un poco, sin darle importancia al chico—. 
—No tengo tiempo de cuidar a mocosos como tú, ¿Debo recordarte tus horarios? ¿De verdad no eres capaz de despertar a tiempo para tus deberes de hoy?— le mira molesto—. 
—Gracias por preocuparte, Riddle, allá voy—. señala la salida sin temor alguno—. 

El chico cierra su agenda y le dedica una mirada mortal a la ojiverde, la cuál le mira sin expresión alguna, dedicándose a observar el rostro del prefecto. La chica observaba el rostro del blanquecino en su cara, acto que le molestó un poco, su inspección hacia él en sus narices y su osadía de hablarle mal.

—Escúchame bien Rood, ¿Quién eres tú para dirigirme la palabra siquiera? 
—Escúchate bien Riddle tú lo has dicho, soy Kaitlyn Rood, con eso basta y sobra para que entiendas que no te tengo miedo—. se pone enfrente del chico, compartiendo miradas con enojo—.

La chica sonríe al tenerlo tan cerca, lo cual provoca que Riddle se ponga rojo del enojo, aunque en realidad estaba un poco sorprendido y una pequeña parte de él se sentía caliente, tal vez por el enojo o por tener tan cerca a la chica que le causaba poner un escudo ante sus impulsos malignos contra la mencionada. 

—Que tengas buen día—. la pelinegra se va por un costado del chico—.

Dos días habían pasado ya, en los cuales la rutina se repetía a diario. La chica comienza a percibir que las cosas eran reales en aquel bosque oscuro. La pregunta era ¿Cómo llegaba ahí? Y cautivada por la incógnita decide intentar contarle a un profesor. Albus Dumbledore. 

—¿Tú estás tomando café?- Orion mira a Tom y el pelinegro frunció el ceño molesto-.
—Ni me lo menciones-. se limita a decir-.

Kaitlyn parece radiante, pasa al costado de los chicos. Sabiendo que Riddle la odiaba por desobedecerlo.

—Ella es genial, su padre le ha donado a Slytherin muchos beneficios ¿vieron que el equipo de quidditch tiene nuevas cosas? -Rodo saluda a sus amigos mientras come una manzana-.

Riddle rueda los ojos y bufa molesto.

—Profesor Dumbledore. —la chica lo intercepta a mitad de pasillo—. Disculpe la repentina intervención—. sonríe un poco apenada y este le regresa el mismo gesto—. 
—¿Qué pasa querida Kaitlyn?— dirige su postura a su dirección—. 
—Quiero saber ¿Dónde consigo comida para criaturas mágicas?—.
—Oh, veo que has visitado la pradera ¿eh?— sonríe y ella se confunde un poco pero asiente—. ¿Has pensado adoptar alguno? —camina lentamente a la par de la chica—.
—Sí—. responde sin borrar su sonrisa—. Me gusta pasar tiempo ahí—. miente un poco—. 
—Creo recordar que en el armario del pasillo del ala oeste entre las cajas puede haber comida—. se pierde entre pensamientos—. Hagrid puede ayudarte a encontrar más si necesitas o enseñarte más sobre las criaturas, es experto—. sonríe mirando a la chica—. 
—Está bien, iré a buscarlo más tarde. ¡Muchas gracias!—. sale corriendo del pasillo—.