Capítulo 18

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—Señorita Rood, ¿tiene un momento? —. la chica iba saliendo de la biblioteca, cuando se encontró con el profesor Dumbledore—.

—Buenos días, claro profesor—. comenta con amabilidad—.

No estaba quieta, Kaitlyn sentía una presión sobre su cabeza puesto que una vez más corría el riesgo de enterarse de cosas que no sabía, o darse cuenta de cosas que le estaban ocultando. Y Tom pudo escuchar esos pensamientos en pena, en dolor mental.

Ambos caminaban hacia la pradera, común de Dumbledore puesto que seguía creyendo que Kaitlyn visitaba criaturas mágicas. Y la chica simplemente quería acabar con el famoso tiempo compartido entre ambos. Estaba bien, la chica completamente estable, podía fácilmente predecir que nada bueno podía salir de ese día, esa charla, ese mago.

—Como profesor no puedo decir mucho, se me es limitado—. comenta de la nada—. Señorita Kaitlyn, me temo que por ahora dejaré de ser su profesor y para el bien común me atrevo a hablarle como un viejo amigo de la familia Rood—. sonríe un poco, colocando sus manos detrás de él—.

—Por supuesto, no hay problema—. sonríe nerviosa—.

Dumbledore comienza a contar la famosa historia de los Qilin, una criatura muy importante para las elecciones de los sucesos de gran impacto en el mundo mágico.

—Entre las habilidades que porta, está el ver el alma de una persona, precognición, detecta cuando alguien miente o quiere hacer algo malo—.

—Un detector de mentiras peludo—. la chica sonríe y el profesor ríe un poco—.

—Justo—. alza la vista y se detienen—.

—Oh, ¿es un Qilin, señor Dumbledore? —. la chica se detiene y observa a la mediana criatura posada frente a ellos.—

—Suelen hacer reverencia cuando tienen delante a alguien de corazón puro—. atrae a la Qilin—. Cuando tu padre ganó las elecciones para ser el primer ministro mágico de Gran Bretaña, el veredicto final fue elegido a través de un Qilin—.

—Lo recuerdo un poco pero, no entendía mucho en ese entonces—. sonríe y se le humedecen los ojos—.

Tom se encontraba bajo la capa de invisibilidad, al primer instante de darse cuenta que la chica estaba con Dumbledore, no dudó en asistirla a la distancia.

—Tuve el honor de recibir tal reverencia pero, no es de mi interés el gobernar a otros—. se apena al mencionarlo—.

—Es usted un gran mago, profesor—.

—No dudo que tú también lo seas Kaitlyn—. el mago abre el paso al Qilin para que olfatee a la chica—.

Esta sonrió un poco puesto que, seguía confiando en su mayor miedo, ella misma. No sería posible que tal criatura hiciera una reverencia, porque claro no era la bruja más buena de todas. Y creaba dementores con su estado de ánimo pésimo. Simplemente no esperaba ser pura, y menos con ese corazón inservible.

Cada vez que sentía una mala corazonada se tomaba un momento para tocarse el pecho y escuchar los latidos de su corazón. Aún bombeaba, pero era inmortal. ¿Hasta cuándo dejaría de latir? Si nada le podía pasar.

La entristeció un poco esperar la reverencia del Qilin, eso solo demostraría todo lo contrario de lo que actualmente estaba pasando en su vida. Y quedaría muy confundida ante tal suceso.

Para su suerte, el Qilin la olfateó y dio algunas vueltas. La criatura miró pausadamente su alma, y se posó en su mirada. Kaitlyn sintió como se ablandó su corazón de la falsa esperanza. Pero en realidad no significaba mucho para ella.

Inmortal (Tom Riddle - Lord Voldemort) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora