Inmortal (Tom Riddle - Lord Voldemort)

Capítulo 7

Mientras que se decidía qué hacer legalmente con la chica, ésta a cuatro días de lo sucedido sigue sin asistir a tomar sus clases. Estaba demasiado triste, sus ojos estaban cansados de llorar, pero ya físicamente no se notaba su duelo.

Tom, prefecto de Slytherin había amenazado a todos los miembros sobre hacer comentarios de la chica burlones u ofensivos, entonces todos le estaban dando su espacio y algunos le llevaron flores blancas demostrando su pésame. Entre las flores más extravagantes se encontraban la de la familia Malfoy, los Black y los Lestrange. Aunque el de Riddle era aún más icónico, una orquídea negra. 

Y justo él estaba pensando en ella. Esos cuatro días habían sido un cansancio mental por tantos rumores y chismes que había por todo el colegio. No se imaginaba lo pesado que estaría siendo para la chica. Y es la desventaja de ser conocido mundialmente al menos por los que saben, estudian o conocen las políticas mágicas internacionales.

Así que él también decidió investigar un poco sobre la historia de la familia Rood. Y quedó aún más cautivado por el conocimiento de Jack Rood, el hermano perdido.

El chico se encontraba en su habitación. Estaban a punto de comenzar las clases. Y después de mirarse al espejo una última vez, mira la varita de la chica, aún no se la entregaba. Y la recuerda, recuerda lo cómodo que es charlar con ella, lo cómodo que es verla, entenderla. Pero frunce el ceño, no podía controlar ese sentimiento hacia ella. BASTA. pensó.

Así que decide ir a entregársela.

Mientras tanto en la habitación de Kaitlyn. Ella se encontraba mirando por la ventana. Todos estos días se había levantado para ir a clase pero no podía abrir su puerta, no contaba con la voluntad suficiente para iniciar sus días como si nada hubiese pasado.

Tocan la puerta de su habitación. Ella decide no abrir. Pero vuelven a tocar y después se escuchan unos pasos yéndose. 

La chica abre y se topa con el apuesto prefecto que llamaba a su puerta yéndose pero al momento de abrir voltea y frena su caminar. 

Kaitlyn observa las flores fuera de su habitación y parpadea un poco. Toma la orquídea negra entre sus manos. 

—Wow, nunca había visto una de estas—. sonríe levemente un poco—. 

El chico regresa y se posa frente a ella. La ojiverde le mira a los ojos. Él suspira, extrañaba verla y saber de ella, pero no quería quitarle espacio y privacidad. 

—Es tuya, Riddle—. mira la nota—. Gracias—. 
—Te traje esto—. le devuelve su varita—. 
—Gracias—. la toma y la observa mientras la cargaba en sus manos—. 

Tom le mira, estaba extraña. Se veía sin energía. Y sus ojos se veían cansados, sus pestañas caídas estaban aún más caídas.

—Descansa Rood—. la mira una última vez antes de irse—. 

Kaitlyn le mira. Realmente no quería que se fuera pero tampoco contaba con la energía para hablar y decirle lo contrario.

Así que solo asiente, deseando que su vida fuera diferente y pudiera salir con sus amigos, conocer a ese chico guapo, y tener paseos familiares y chistes graciosos como antes.

Cierra la puerta, y con su varita lanza un hechizo para que las flores estuviesen dentro dela habitación y no fuera. El chico se retira sin querer realmente hacerlo, así que una vez que avanza se detiene y regresa a tocar la puerta de nuevo. 

La chica vuelve a abrir y alza la mirada para conectar ambas.

Él.

Riddle avanza un paso y le abraza, la chica se acurruca entre los brazos del pelinegro y se embriaga de su perfume. El chico la acaricia un poco de la espalda y acomoda su cabello largo para no jalarlo. Ambos guardan silencio, ella lo abraza desesperadamente pero trata de ocultarlo, aún así el chico siente como ella realmente necesitaba ese abrazo.