El último concierto de Jennie Kim -JenLisa Gip-

Capítulo 17: Días en calma con FreenBecky

Llegando de la playa

–Has estado muy silenciosa Lili, ha pasado casi una semana desde que llegamos...

–Tienen razón –sonrió dulcemente–, y les ofrezco disculpas, ustedes han sido muy buenas conmigo dejando que viniera a su casa a invadir su tiempo juntas

–Estas equivocada tailandesa. Siempre serás bienvenida cuando lo necesites y quieras, aparte estamos solas aún... Becky tiene recién 3 meses de embarazo, falta tiempo para que seamos 3.

Becky acariciaba su vientre mientras las dos chicas sonreían con ternura

–Esa noticia me llenó de alegría, jamás esperé que por fin quedaras embarazada... recuerdo que siempre fue tú sueño BecBec

–Sí, pero no tenía a la persona indicada en mi vida.

–Lisa Manoban, ya que tocamos ese tema, estuvimos hablando con mi mujer y queríamos saber si aceptarías ser la madrina de nuestra hija o hijo

–¡Claro que sí, me encantaría!, ustedes son nuestras primeras amigas que tendrán un bebé... que ilusión... y tienen pensado en algún nombre

–La verdad es que eso nos ha robado el sueño desde que supimos la noticia... pero lamentablemente no hemos llegado a ningún acuerdo

–!Freen!, no digas eso. Lo que sucede es que ella, está segura de que será hombre y no me ayuda en nada que signifique nombres de mujer

–Amor... por favor que pensará Lisa de mi...

–Tranquilas... sé que el nombre que escojan será el más hermoso de mi ahijada o ahijado

–Pasando a otro tema... por las horas de diferencia que tenemos con Saul, el concierto de Jennie será en un par de días, ¿piensas en volver o te quedarás acá con nosotras?

–Por eso he estado tan en silencio... he hablado con Sabina, pero ella, piensa que la mejor decisión es la que debo tomar yo.
En mi interior siempre he sabido la respuesta y eso me aterra, me da miedo saber que nada cambiará y que si vuelvo a estar con ella sea bajo sus condiciones, las cuales no estoy dispuesta a aceptar.
Ustedes saben que durante años fue así, nunca dije nada aceptando todo, ahora no lo quiero así... es tanto lo que la amo que sería capaz de bajar nuevamente mis brazos con tal de tenerla cerca

–Me permites decir algo

–Si Freen, por supuesto que sí, lo que más necesito en estos momentos es oír otras opiniones.

–Liz, todos saben que amas a Jennie, entiendo también lo que estas sintiendo, lo de tus miedos... pero honestamente no creo que esos miedos sean tan grandes como lo crees. Me refiero a que, bueno lo que hemos hablado y lo que me contó Bec de ti, es que has pasado por muchas cosas en tú vida y has sabido salir de ellas. No creo que ese miedo que dices sentir sea más grande que todo lo que ya viviste.
Yo he aprendido a transar muchas cosas con tal que nuestra relación se mantenga en el tiempo y sé que Becky también, para ganar debemos perder, pero si no lo intentas jamás sabrás lo que pudo pasar.
Por lo que he sabido Jen también ha cambiado, así como todas.
Incluso nosotras cuando ustedes se separaron y supimos que no estabas, nos asustamos muchísimo, ambas son muy importantes para nosotras.
Bueno Jennie con sus celos y todo aprendimos a quererla y a aceptar tal como es o era. Nadie dijo que estar en pareja era fácil, menos siendo conocidas y causar curiosidad en las personas.
Tú sabes que por mi trabajo también estoy expuesta a que hablen de mi o de ella.
Con todo lo que te digo es que mereces darte una oportunidad de equivocarte, de cometer nuevos errores o de no cometerlos, pero quedarte en tú zona de confort es muy fácil Lili. No eres de las personas que se conforman con eso, has sabido ponerte de pie cuando quizás yo jamás lo hubiera logrado.
Que los miedos no llenen tú cabeza, menos si son irreales y no de tú nueva vida... amiga, te adoro y te quiero ver sonreír así como cuando te pedimos ser madrina de nuestro bebe.

–Lalisa Manoban, equivócate, pierde la razón por amor... llora... ama nuevamente... !vive mi querida Liz, vive con locura, como si fuera el último día de tu vida! pero no hagas daño sabiendo que lo harás. Si alguien en este camino sale lastimado, que sea sin intención y ofrece las disculpas por hacerlo.
Sé que hablamos por todas nuestras amigas y por las personas que te amamos. No eres perfecta aunque así lo parezcas –guiño–, eres simplemente Lalisa Manoban, la chica del flequillo que todos adoran.

Esas palabras hicieron que algo cambiara, tenían razón, como podría saber qué ocurriría si no lo intentaba. No era fácil, pero lo intentaría