Capítulo 21: Lo que temía de mi

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—Amor ya estamos en nuestro hogar, no te imaginas cuanto deseaba estar acá a tú lado

—Mi Lili, nada es igual sin ti, mi vida no tiene sentido, gracias por amarme tanto, gracias por no soltar mi mano jamás.

—Sabes, durante estos dos años nunca pude imaginar mi vida sin ti. Armaba ideas en mi cabeza de lo que quería hacer, dónde quería ir, todo era casi perfecto, pero mis ideas llegaban hasta un punto y luego, no había nada, era como un abismo pero si pensaba en que ambas lo haríamos, ese vacío desaparecía, llegaban nuevas ideas a mi cabeza. Ni siquiera mi imaginación funciona sin ti

—Es cierto eso de que para ganar debemos perder y siento que perdí todo, menos este amor por ti Lalisa Manoban.


Se abrazaban, besaban llorando un poco más


—Nini, ¿quieres comer algo?

—¿Algo como qué?

—Es que dejaron una pizza lista para meter al horno y dice "que la disfruten"

—La verdad no tengo hambre, pero si quieres te la puedo preparar mientras te das un baño

—No mi vida, tampoco tengo hambre, pero tomaré un baño rápido.


Entraron juntas a su cuarto, era como estar por primera vez en aquel lugar.
Besó una vez más a Jennie, quien quedó sentada en la cama con las piernas cruzadas esperando su turno.


Después de un momento se abrió la puerta dejando escapar algo de vapor, Lisa salió con su toalla amarrada en la cintura, con ambas manos sobre otra con la que secaba su melena.
No se había dado cuenta que Jennie la observaba en silencio, salían lágrimas de sus hermoso ojos que habían recobrado el brillo.


—Jen, mi amor ¿estás bien?

—Si bebe, estoy mejor que nunca

—Entonces, ¿por qué lloras?

—Es que recuerdo a la perfección cada rincón de tú cuerpo, te miro ahora y estás más delgada, pero sigues siendo tan hermosa, ¿puedo acercarme a ti?

—Ven, no tengas miedo

—Levanta los brazos por favor

—¿Así está bien?

—Sí, cuidado con tu cabello.



Sacó la sudadera que le cubría el torso, sólo tenía la cadena que años atrás le había regalado. Comenzó a acariciar suavemente cada parte de su piel, dejando pequeños besos en las cicatrices de las manos. Sentía el aroma, mientras esos ojos color avellana la seguían con dulzura y adoración.

Paso sus manos por el área abdominal, siempre le gustó como se marcaban las líneas oblicuas. Soltó la toalla que su novia tenía amarrada en su cintura.


—Tu piel mi amor siempre ha sido tan suave, te miro y no puedo creer que alguien tan perfecta como tú me eligiera a mí.


Esas palabras las recordaba perfectamente porque habían sido las que ella le decía a Jennie años antes. La beso, y apretaba con fuerzas. Sabía que no la dejaría ir nunca más.


—Lili, me esperas un momento tomaré un baño, pero no quiero que te pongas pijama, quiero sentir tu piel con la mia


Como siempre, hizo caso, estaba sentada en la cama, pensando en todo lo que había pasado. Cuando salió Jennie no tenía nada cubriendo su cuerpo... era la escena perfecta. ¿Cómo era posible tanta belleza?



—¡Dios Jennie, eres el ser más hermoso de este mundo!
Cuando estuve en mis peores días, sólo eras tú la que lograba calmar mi ansiedad y mis miedos.


Se puso de pie para tomarla de la mano, la sentó en la cama, tomó la toalla para secar su cabello, lo hacía con cuidado, suavemente. Estaban creando nuevos recuerdos, estaban reconociendo sus cuerpos, los aromas, las sensaciones.


—¿Así está bien Nini?

—Si mi amor, gracias

—¿Puedes apagar la luz?, ya no tengo miedo a la oscuridad, si tú estás abrazándome sé que nada malo me puede pasar.


Comenzaba a amanecer, estaban su cama, desnudas abrazándose


—¿Te dormiste?

El último concierto de Jennie Kim  -JenLisa Gip-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora