CAPÍTULO 2

101 9 3
                                    

"Ahora ya no necesitó una galaxia porque encuentro un universo enteró en ti."
                                              ~BTS.

***

El día que lo conocí fue un día como cualquier otro solo que no en el momento indicado...

Estaba de alguna manera desesperada. sin maleta, sin dinero y sin un lugar donde pasar las siguientes noches. Mi vida en ese instante no podía ser peor hasta que el apareció, nuestra conversación no fue la mejor desde un principio pero aunque éramos diferentes e íbamos a un ritmo distinto el ambiente nunca se hizo tenso y mucho menos incómodo, éramos completamente extraños en un lugar desconocido  que al pasar el tiempo poco a poco se volvió nuestro lugar seguro, desde ese día comenzamos a crear vida para nosotros, empezamos a crecer juntos y ser el hombro y la mano del otro.

***

Así como dijo aquel muchacho con el cual estába agradecida; se encontraba aquel hostal con luces tenues y opacas, no era la gran cosa pero por lo menos ése día tenia donde pasar la noche. Cuando entré un cálido aroma a chocolate inundó mis fosas nasales llenandome de recuerdos juntó a mi madre.

Toque la campanilla de recepción y salió una mujer de unos sesenta y tantos años de cabello platinado por las canas  y ojos grandes saltones con una gran sonrisa en su rostro.

---¿eres extranjera cierto? ---pregunto de inmediato.

---si... claro. ---respondi.

---¿que te trae por estos lugares? Tengo tiempo sin ver a extranjeros  por aquí.

---han pasado ya unas horas desde mi llegada, solo que he tenido un pequeño problema.

---okey entiendo, estoy segura que vienes por alguna habitación.

---si ¿tiene alguna disponible?

---si claro, pero debes de estar hambrienta ven y come un poco.

---no, no se preocupé estoy bien. ---dije mientras hacia señas con mis manos.

Por lo visto mi cabeza no decía y pensaba lo mismo que mi estómago porque cuando termine de hablar inmediatamente se pronunció haciendo tanto ruido que juró se escucho por todo el vecindario, la mujer soltó una gran carcajada y comenzó a darme pequeños empujoncitos por la espalda para que pasará a la cocina por algo para mi ruidoso estómago.

La cocina tenia un olor hogareño y era completamente cómoda con sus colores marrones claros y oscuros.
En el centro había un gran comedor con 8 puestos muy bonito en el había un tazón con fideos instantáneos y un vaso de chocolate, las paredes tenían  decoraciones de frutas y algunos retratos de flores.

---espera unos segundos te prepararé unos fideos. ---dijo mientras destapaba un sobre de salsa.

---se lo agradezco mucho. ---dije un poco apenada.

La situación era un poco incómoda para mi ya que nunca tuve el apoyó de ninguna persona en absoluto, siempre fueron críticas hacia mi y mi madre. Muchas veces dijeron que terminaría siendo una mujer perdida y que no tendría futuro pero eme aquí a millones de kilómetros de esas personas que no lograron ni la mitad de lo que yo lo hice.

---toma asiento muchacha te has quedado de pie por mucho tiempo.

---gracias. ---dije mientras me sentaba.

Pasaron almenos unos cinco minutos cuando la mujer puso aquellos fideos y chocolate en la mesa, me quedé mirándolo por unos segundos hasta que la mujer volvió a hablar.

---no tengas pena puedes comer tranquila.

---la verdad es que si tengo mucha hambre pero... ---vacile un poco antes de decir las últimas palabras. ---no se utilizar aún los palillos.

Eres Mi Estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora