CAPÍTULO 4

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Min Yoongi...

-¡ayuda!

-emergencias, ¿en qué podemos ayudarte?

-¡m-mi mamá n-no responde una ambulancia!

-por favor calmese, respire profundo vamos en caminó.

-¡rápido ella se va a morir!

-digame donde se encuentra ubicado iremos enseguida.

Después de ese día ya nada volvió a ser igual...

Esconder su enfermedad para que su pequeño no se preocupara era bastante egoísta, tarde o temprano ese pequeño lo iba a notar y todo el peso iba a recaer en sus hombros y con el viviría hasta el dia de hoy.

***

Conocerla fue un respiró a mi vida, a veces solía ser bastante torpe con sus acciones o simplemente quería parecer bonita.

Aquella madrugada en particular no fue igual que las otras...
El parqué que siempre tenía un brillo opaco esa vez fue diferente, tan brillante que molestaba en los ojos y hacía difícil la vista de cualquiera que pasará por el lugar.

Esa pequeña de cabello corto y triste mirada era la causa de que el parque en la montaña tomará vida; era ella, solo ella.

Era demasiado precipitado decir que me había enamorado o que cupido me flecho al instante, suena demasiado cliché y patético para alguien como yo, un alguien que no creía en el amor a primera vista o el enamoramiento como tal. para mí es una pérdida de tiempo y dinero pero sin embargo con ella no es igual.

Va más allá de lo material, se trata de lo que sientes en realidad con sólo mirarla. Es bonita no una de las que roba portadas de otras chicas, es bonita porque puede robarte el corazón con sólo una sonrisa.

Regresaba de compar unos cigarrillos  como todas las noches para fumar sentado en los columpios mientras pensaba en lo patética que era mi vida cuando la escuché hablar por teléfono, ella era tan pequeña y frágil como un pétalo de rosa por eso quería cuidarla de que se lástimara.

El tiempo pasaba rápido y nuestras conversaciones cada vez tomaban más profundidad, nos aferramos el uno del otro y tratamos de ser mejores personas cada día aprendiendo nuevas cosas y creando buenos recuerdos.

***

Lluvia, mucha lluvia...

La brisa otoñal seguía golpeando salvajemente la ventana mientras las gotas de lluvia se hacían  presentés, en cuanto los gritos en la casa de los Min se escuchaban cada vez más fuertes, el mayor discutía ferozmente con su hijo mientras su madre trataba de separarlos para que sus impulsos no les ganarán.

---¿crees que eres el mejor padre del mundo? ---pregunto el menor. --- no te ganas ni la medalla de bronce papá. ---prununcio las últimas palabras con amargura.

---¡muchacho del demonio ¿como es que me estas hablando?! ---reprocho mientras se acercaba al muchacho. ---¿que vas a saber tu de como ser un buen padre? No eres nadie para decirme como debo comportarme solo eres una nena tratando de jugar a los cantantes o ¿acaso crees que eso es un trabajo para hombres?

---¡no me vengas con esa mierda otra vez de que ser cantante es un trabajo para mujeres.! ---vosifero el menor.

---¡tu no sabes de trabajo duro eres un mantenido de mierda, ve y busca un trabajo real marica! ---el menor lo miró con despreció y asqueado por las palabras que habían salido de la boca de su padre, no estába sorprendido en absoluto porque aquel hombre que se hacía llamar su familia se lo repetía cada día sin falta.

---eres una completa mierda padre, como me hubiera gustado no tener tu sangre en mis venas, me da asco siquiera pensar ser como tu. ---cuando el muchacho terminó de pronunciar las últimas palabras lo siguiente que sintió fue un golpe secó en su mejilla derecha logrando perforar por dentro de está seguido de un fuerte golpe en el estómago haciéndolo escupir sangre mientras su madre gritaba desesperada.

---¡basta, deja de golpearlo es tu hijo por Dios! ---grito mientras trataba de separar al hombre del muchacho.

---¡esta miserable escoria no es mi hijo yo no crié a un marica! ---contesto eufórico mientras seguía golpeando al menor que ahora se encontraba en el piso de la sala luchando con los golpes que el mayor de los Min lanzaba sin parar.

---¡por favor ya no lo golpees mas esta sangrando! ---decia la madre con lagrimas en los ojos. ---ya déjalo en paz, por favor. ---el hombre miró la mano de su esposa que se encontraba sosteniendo su brazo derecho débilmente y paró.

Los golpes cesaron y un Min Yoongi con ojos llorosos llenos de rabia y resentimiento se levantó del suelo y se dirigió a la puerta para salir sin antes decir:

---eres la mierda más espantosa de este maldito mundo. --- dijo mirando a su padre y luego paso la vista a su madre quien lo miraba con horror por los golpes que estaban esparcidos por todo su cuerpo y la sangre que se desplazaba libremente por la nariz de éste. --- y tu mamá, realmente estoy tan decepcionado de ti. --- agregó antes de cerrar la puerta detrás de el y caminar adolorido bajo la fuerte lluvia que se presentaba.

Fue imposible retener las lágrimas cuándo le estaban martillando el corazón y dolía mucho. Su padre nunca lo apoyó y siempre estuvo en contra de todo lo que este quiso hacer a lo largo de su vida, la música lo mantenía a flote y le llenaba de vida, cada que escribía un verso de alguna canción que estuviera creando su corazón latía apresuradamente cómo un niño cuando sus padres lo llevan a ver a Santa en el centro comercial.

Min Yoongi estába cansado de la sociedad y sus estereotipos, estába cansado de su padre y sus ataques de rabia, estába cansado de si mismo y quería acabar con todo lo que le estába molestando.

Quería por un día demostrar que estaba roto, herido, podrido. Deseaba con todas sus ansias mostrarse débil, vulnerable y no ser juzgado, le gustaba la idea de creer que había vida después de la muerte y mundos paralelos donde no estuviera su padre y donde pudiera ser feliz con su madre.

La vida nunca fue fácil para alguien que se creía débil y estúpido frente a los demás sin embargo Min Yoongi logró crear una barera que lo separaba de su yo interno que lo consumia diariamente y en cambió creó un  álter ego que lo protegía de si mismo y de una sociedad corrupta y corrompida por la humanidad.

De ahí nació aquel muchacho de veintiún años que cantaba y componía cada canción con odio y resentimiento pero que dejaban un mensaje de aliento y apoyó para aquellos que se sentían perdidos, Min Yoongi se convirtió en la luz al final del túnel para muchos pero poco a poco se fue perdiendo a si mismo en la oscuridad de su mente. Sin embargo no todo estaba perdido porque ella llegó a cambiar todo lo malo que su corazón había recolectado durante toda su vida.

Y ahí se encontraba él perdido, deambulando por las calles de Seúl completamente empapado por la lluvia que caía sobre el en aquella noche, no tenía noción del tiempo y tampoco supo cuanto tiempo estuvo caminando bajo la lluvia o como ahora se encontraba en la puerta del hostal donde se hospedaba aquella muchacha.

---¿que hago aquí? ---se pregunto así mismo. ---¿porque de todos los lugares en esta ciudad tuve que venir exactamente aquí y estar pensando en ella? ---sinceramente no lo supo en ese momento, quizás más adelante lo entendería.

La señora Park era su segunda madre y ese lugar su segunda casa así que sabía perfectamente donde se encontraban las llaves de la puerta principal.

---aqui están. --- dijo mientras las tomaba debajo del tapete que se encontraba en la entrada.

Abrió la puerta sigilosamente y caminó por los pasillos solitarios de el lugar hasta llegar a la puerta de aquella inocente muchacha que no demoró mucho tiempo en abrirla y quedar completamente congelada al ver el estado en que se encontraba.

---¿puedo pasar? ---dije mientras miraba sus hermosos ojos café adormitados y sus labios gruesos formando una "O".

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