Eres Mi Estrella

CAPÍTULO 6

"Yoongi era un desastre bonito, que valía la pena conocer."

Quizás, los que estábamos mal éramos nosotros y no el universo. Aún no era invierno pero el tiempo pronosticaba que pronto lloveria, estábamos en verano pero desde entonces la tormenta había comenzado.

Yoongi corría por la acera cuando yo puse mí cabeza sobre su hombro dejándome llevar por las sensaciones que esté me transmitía en ese momento. Miré su perfil desde mi perspectiva y joder que hermoso era.

La calidez que me transmitía era bellísima, su sonrisa melodiosa y ronca arreglaban todo el daño que causaban las personas a nuestro alrededor y yo por primera vez en mi vida comencé a sentir que poco a poco me recuperaba a mi misma, con él ya no sentía inseguridad y podía sentirme en calma, él era tan jodidamente; perfectamente imperfecto y eso daba mucho de que hablar.

A decir verdad amaba cuando sonreía y las pequeñas arrugas se instalaban al final de sus ojos, eran tan hermosos que soñaba con ellos cada noche. Quería que me mirará, no estába en condiciones de que nunca lo hiciera, quería que dejará de brillar por un momento y notará mí presencia.

Él era una estrella, la mas hermosa y brillante del planeta. Comencé a amar a Yoongi, comencé a enamorarme de sus defectos, de sus heridas, de sus cicatrices, estába jodida ¿sabes? Porque me había enamorado de sus defectos y eso estaba bien.

Estar enamorado se ha convertido en una palabra disfrazada, ha perdido crédito y validez su significado por las personas que creen estarlo. Enamorarse va mas allá de lo material, se trata específicamente de aquello que comienzas a sentir cuándo miras a la persona que te gusta sin ningún tipo de morbo, es cuando comienzas a sonreír como un tonto por el simple echo de recordarle,  quizás mi definición de estar enamorado es algo anticuado pero es real, amar a alguien siempre tiene que ir más allá de las barreras que intenta imponer la sociedad y arriesgarse a todo, amar es simplemente vivir el efecto de estar enamorado.

Enamorarse no está mal, nosotros mismos decidimos de quien enamorarnos así mismo quien nos hará daño.

Aún tenía mi vista posicionada en su hermoso perfil mientras seguía corriendo por la acera cuando una gota de lluvia cayó en mi rostro haciendo que levantará la cabeza y mirara al cielo, comenzó a llover.

Las gotas eran gruesas y frías como un témpano de hielo en cuestión de segundos estábamos empapados hasta los pies.

---deberias bajarme aquí ya puedo caminar. ---dije cuando note que la lluvia había empeorado la visión de ambos.

---¿estas segura? Aún faltan algunas calles para llegar. ---contesto.

---no te preocupes estaré bien. ---acto seguido se agachó dejándome bajar de su espalda y tomándome de la muñeca, lo miré un segundo con la vista borrosa por las gotas de agua que caían sobre ambos  y pude comprobar nuevamente lo hermosos que eran sus ojos, su cabello oscuro se pegaba a ambos lados de su cara y su labio inferior temblaba levemente.

---vamos. ---dijo con una media sonrisa mientras me dirigía a la parte de atrás de un edificio gigantesco pasando un montón de arbustos en la parte trasera y dejando atrás todos los edificios de la ciudad sólo quedando a la vista un gran terreno repleto de árboles frondosos, la lluvia seguía cayendo fuertemente sobre nosotros y cada vez más me aferraba a su agarré, después de caminar un par de minutos llegamos a una especie de parque de diversiones con sus luces opacas una rueda de la fortuna y otros tipos de juegos divertidos.

Nos acercamos a ella y nos metimos a uno de los cubículos de la rueda sentandonos uno al lado del otro casi rosandonos las piernas ligeramente esperando a pasar la lluvia que cada vez se intensificaba más. Estába impresionada con lo hermoso del lugar, desde dentro pude ver un carrusel de caballitos color blanco un poco deteriorado por el tiempo al igual que la rueda de la fortuna, no tenían un buen estado pero lucían  hermosos, al lado de este yacía una cabina de fotos y un par de locales cerrados.