CAPÍTULO 10

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  "La supernova que se encontraba en     las estrellas, era él."

Sus ojos eran tan hermosos como ver el atardecer recaer en sus pupilas, eran como ver el arcoiris aparecer después de la tormenta, sus ojos irradiaban tanta belleza y sentimientos reprimidos que hacían a mi corazón sucumbir a la locura de amarlos.

Mi madre siempre decía que el amor era algo complicado de entender, casi como una ecuación matemática diciendo que está si tenía solución pero el amor simplemente había que dejarlo ser.  Mi definición de el amor claramente tenía nombre y apellido; Min Yoongi. Para mi él era el claro ejemplo de amor y todo lo que esa palabra conlleva. estaba completamente segura que todo mi ser gritaba que lo amaba con todas mis fuerzas al verlo allí luciendo tan hermoso y resplandeciente frente a mis ojos al notar lo hermosa que era su sonrisa y como sus ojos se iluminaban mientras conducía.

---cierra los ojos. ---dijo cuando nos detuvimos en un puente que estaba rodeado de árboles frondosos.

---¿qué se supone que vas a hacer Min? ---reproche un poco confundida.

---solo déjate llevar Dyla ¿quieres?

---ah que mas da. ---cerre los ojos y escuche como este se bajaba del auto cerrando la puerta de un portazo para luego darse la vuelta y abrirme la puerta de mi lado.

---no los vayas a abrir ¿ok? --- dijo mientras me tomaba de la mano para dirigirme. Caminamos por unos segundos que sentí eternos por querer saber con que me encontraría.

---ya los puedes abrir. ---dijo un poco nervioso.

Al abrir los ojos me encontré con aquella vista de ensueño, la brisa marina se caló por mis fosas nasales y la belleza del paisaje me cautivó.
Estábamos en una especie de puente con barandas que estaban repletos de candados de diferentes colores, formas y épocas además de lo que se encontraba frente a mis ojos. El cielo estaba despejado con un azul calido que en partes se pintaba de blanco por las nubes, las olas azuladas que golpeaban con fuerza las rocas, era un paisaje digno de retratar al igual que su sonrisa.

---esto es... precioso. ---comente cuando deje de admirar la belleza y puse mis ojos en los suyos.

---¿te gusta? ---pregunto.

---claro que me gusta. ---sonrei sin dejar de mirarlo.

---¿deberíamos poner un candado ahí? ---señalo el barandal.

---¿deberíamos? ---rei cómplice y escuche como rio por lo bajo.

---¡claro!

Vi como fue sacando de una bolsa dos candados a juego que tenían forma de estrellas estos estaban pintados de un dorado brillante que aplena luz del día molestaba en los ojos, el peli negro me extendió un marcador y dijo lo siguiente:

---debes escribir mi nombre en tu candado. ---hizo una pausa para mirarme y prosiguió. ---yo haré lo mismo, escribiré tu nombre en mi candado.

---esta bien, lo haré.

Después de escribir nuestros nombres en los candados y colgarlos en el barandal votamos las llaves a aquella playa azulada y dejamos que las olas arrastraran la posibilidad de poder retroceder el tiempo y quitar nuestra huella de aquel lugar.

Nos quedamos en silencio durante un largo rato, era tan perfecta la manera en que nuestras respiraciones se mezclaban con el sonido de las olas chocando entre las rocas y como nuestros corazones se unían cada segundo que estábamos así, en completo silencio.

---¿deberíamos ponerle un nombre a esto? ---rompi el silencio llamando su atención mientras nos señalaba a ambos. ---no somos amigos pero tampoco somos desconocidos y mucho menos somos una pareja. ---comente. ---creo que deberíamos ponerle un nombre.

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