3. LOS SECRETOS SON PELIGROSOS

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BECK


No me hace ni puta gracia tenerla delante después de tantos años. Y menos emoción siento cuando en todo este tiempo Iris ha cambiado poco, o mejor dicho nada. Su carácter sigue siendo agrio, defensivo, quizá más de lo que recordaba. A mi favor tengo que decir que no me he fijado en ningún detalle de su anatomía, con su rostro ya he tenido suficiente.

Cuando Michael soltó la bomba de que ella estaría en casa durante un año lo llevé mal. Al igual que un niño caprichoso y mimado al que le dicen por sorpresa que va a tener un hermanito con el que compartir los juguetes. No era gracioso, ni cómodo, ni me podía permitir en estos momentos esta distracción. Porque sí, Iris Stars entre otras muchas cosas siempre fue una distracción.

Ahora ninguno de los dos somos niños aburridos que tienen tiempo para compartir. Ni tengo tiempo ni soy un niño, es más, tengo entre manos algo demasiado peligroso a lo que ella no se puede ni acercar.

Miro el teléfono antes de entrar en el nuevo Ferrari que Michael me regaló. La bandeja de notificaciones está llena con mensajes de redes sociales, nada nuevo, por eso me fijo en las que tienen el icono verde de WhatsApp. Tengo un mensaje de Ash y otro de Nate. Nada nuevo y menos cuando he quedado en recoger al último hace...

Ups.

Hace diez minutos.

Acelero el vehículo y en menos de dos segundos aparco delante de la fachada colindante a mi casa. Ada, la niña de los ojos de los Aston, y de mi jefe en concreto, sale por la puerta con su habitual postura de «el mundo es demasiado para mí». Eso no quita a que sea de las personas más hermosas físicamente, y personalmente, que he conocido en mi vida.

—Nate me está aburriendo con mensajes.

Es lo primero que suelta cuando pega su culo al asiento de cuero. Arranco de nuevo mientras ella se ajusta con rapidez el cinturón de seguridad.

—¡Eh!, no pongas mi vida en peligro porque seas un impuntual.

—Ha sido un día movidito.

No aparto la mirada del frente en ningún momento, pero de algún modo Ada comprende lo que ha sucedido para que me haya retrasado.

—Ya ha llegado.

—Sí.

—¿Y el ceño fruncido es porque está más guapa de lo que la recordabas?

Suspiro y pongo los ojos en blanco.

—Sigue siendo el diablo.

—Ya.

—Lo digo en serio, ha llegado con todo el arsenal cargado. Michael se va a arrepentir de su decisión a la primera de cambio.

—Te vendrá bien que alguien te ponga las cosas difíciles por una vez.

No digo nada. Ada es una buena amiga, la conocí cuando llegué siendo un niño al vecindario. A mí me gustaba la aventura, estaba acostumbrado a luchar por encontrar mi lugar y ella se convirtió en la casita del árbol que todos ansían cuando son pequeños. Reconfortable, segura, y con un toque cálido para las noches de invierno.

No, no me he tirado a Ada en mi vida. Es la única amiga que tengo aunque hemos pasado una época un tanto complicada. Hace unos meses descubrió el secreto y no me dirigió la palabra durante semanas. Sé que sigue dolida porque no haya confiado en ella, no obstante vamos progresando en cuanto a la comunicación. A diferencia de mi primastra nunca ha sido un peligro. Con Ada jamás he sentido la urgencia de alejarme de ella por miedo a las consecuencias. Incluso cuando su padre se enteró de que iba a dejar el equipo y casi me echa de la escudería a gritos.

Alcanzamos la casa de Nate veinte minutos más tarde de lo acordado. El rubito de ojos azules está sentado en el banco de la entrada de su mansión con cara de hastío.

—Como me paguen menos por llegar tarde, os vais a enterar. Sea de quién sea la culpa.

—Como si te hiciese falta el dinero —suelto cuando cierra la puerta tras de él.

Nate es el hijo del mejor amigo de Michael. Crecimos juntos, odiándonos y amándonos a partes iguales. Digamos que tenemos una relación extraña porque ninguno diría que somos grandes amigos, pero siempre hemos revoloteado alrededor del otro. Que él aún no haya conseguido un asiento dentro de la parrilla de Fórmula 1 ha complicado nuestra relación en los últimos años.

Acelero lo máximo posible para llegar cuanto antes al salón en el que nos han citado para realizar la sesión de fotos. Para mí ha sido una obligación por parte del equipo. Han sacado una línea de moda y me querían como modelo, es una de las funciones que firmé en el contrato hace dos años con algunos patrocinadores y tengo que reconocer que me gusta. Lo de ser modelo por un día, digo. En el caso de Ada también ha sido a causa de fuerza mayor. La chica es una preciosidad y su padre, el jefe de la escudería, también la quería dentro del catálogo. El caso de Nate es diferente, él ha sido el que se ha añadido al plan. Me queda esta temporada dentro de Aston Martin, después me iré al equipo rojo con todas las consecuencias que ello conlleva, entre otras cosas dejar un asiento libre en el equipo verde. ¿Puede que Nate esté luchando con todas sus fuerzas por él? Puede que sí y he de reconocer que me lo paso genial viendo como se devana los sesos para impresionar al señor Aston. Ahora bien, si el hombre se enterase de que el pretendiente a piloto haría cualquier cosa, incluido a sus dos hijas, Ada y Lyn, para conseguir el puesto quizá no estaría tan contento.


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SORPRESAAAA💗

Iris no es la única narradora de esta historia. Conocer el punto de vista de Beck va a ser fundamental en toda la trama, lo iréis descubriendo, pero hasta ese momento, ¿qué os parecen sus intenciones? 

JEJE esto comienza a tener intensidad.  

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