Perdición

Capítulo 2.

-Vale, ¡vale!- se levantó aun medio dormido y se acercó a la ventana, abriéndola y dejando entrar a la lechuza de James.

Cuando lo viera lo mataría. Aún era demasiado temprano para ser domingo y estar despierto. James siempre tan inoportuno.

Suspiró y tomó la carta, abriéndola sin cuidado.

"Querido Sirius

A Lily se le ha ocurrido organizar un encuentro en casa para celebrar nuestro compromiso.
Nada demasiado formal ni exuberante, solo una cena tranquila entre amigos.

El próximo viernes por la noche cuento con tu presencia, amigo.

Te quiere,

James Potter."

Sonrió, acarició a la lechuza y esta agachó un poco la cabeza esperando más caricias.

Tantos años había estado James tras Lily que aún le sorprendía que realmente fueran una pareja formal y estuvieran comprometidos. Hacía nada que su primer encuentro con James se había dado en el vagón del expreso de Hogwarts y ahora James, su mejor amigo se iba a casar.

Todas esas noches de James suspirando por Lily, maquinando el qué podía hacer para que la joven accediera a salir con él, todas la veces que ella se negaba a las citas que James le proponía constantemente por fin habían merecido la pena.

Ahora ambos eran felices juntos. Se complementaban y querían.

Sirius era inmensamente feliz por su mejor mejor. Lily era una chica buena, noble y con las cosas claras. Perfecta para James.

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La reunión estaba yendo demasiado bien. Unos cuantos amigos de Lily, algunos de James y Peter, Remus y él. La cas de los Potter estaba iluminada de manera tenue y la comida en abundancia sobre cada superficie. Sabía que esto era obra de Lily, James era demasiado desastre para algo organizar algo medianamente decente.

Sólo había una única cosa que no esperaba encontrarse allí.

Sólo una.

-¿Por qué nadie me dijo que Snape vendría?- preguntó dando un sorbo a su bebida.

Su ceño fruncido.

-Porque era obvio, es amigo de Lily, Sirius, claro que iba a venir- Remus como siempre tratando de quitarle importancia a las cosas importantes.

-Vale, pero ¿era necesario estar sentado frente a él? 

La tarjeta con su nombre estaba frente a la de Severus.

¿Ahora James lo odiaba?

En su próximo encuentro lo mataría. Por ser un sucio traidor.

Remus sólo se encogió de hombros tratando mirando la figura vestida de negra saludando a Lily.

La pelirroja estrechándolo entre sus brazos y Severus se veía algo nervioso. Definitivamente no estaba acostumbrado al contacto físico.

¿O es que todavía le gustaba Lily?

Snape en ninguno de los siete años en Hogwarts había expresado que estaba enamorado de Lily, pero era más que obvio. Su única amiga. La única con la que lo había visto llegar a sonreír sutílmente.

-Chicos, en unos 10 minutos comenzará la cena- James se colgó de su hombro sacándolo de sus pensamientos y llevándose toda su atención -¿todo bien por aquí?

-Todo bien, ¿y tú? Apenas te hemos visto en toda la noche- Remus le sonrió con sinceridad a James.

James le sonrió de vuelta y asintió.