Capítulo 3

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Ya era la hora de ir a dormir y Freen se encontraba poniéndose su pijama en el baño y lavándose los dientes, cuando salió, vio a la chica gato acostada en su cama. Freen solo sonrió, creyó qué se había quedado dormida esperándola, pero no le importo mucho, apago la luz y fue a acostarse a un lado de ella, mirándola y sonriendo por lo adorable qué se veía, le dio la espalda para poder dormir. Cuando estaba apuntó de caer en un profundo sueño, sintió los brazos de la chica gato rodeando su cintura, abrazándola cómo si fuera un peluche, Freen no se quejo, de hecho, le gusto solo un poco, tal vez estaba soñando con algo y es por eso que la abrazo. Becky aun estaba despierta y aprovecho la oportunidad para abrazarla y que pensara que fue un impulso de un sueño, las mejillas de la chica gato parecían qué explotarían en cualquier momento, pero solo cerro sus ojos y durmió.

A la mañana siguiente, Freen despertó, tallo sus ojos y soltó un suspiro y miro al otro lado de la cama para ver si estaba la chica gato, pero no estaba, la pelinegra se levantó de la cama y fue a buscarla, estaba en la sala viendo televisión.

– Creí que no sabias prender la televisión. – Pregunto acercándose a ella, la chica gato al escucharla hablar se le erizo la cola del susto.

– Si, Nam me enseñó.
– Hablo pero sin despegar la mirada del televisor. Freen la miro y después fue a la cocina para hacer su desayuno.
– Becky, ven a desayunar. – Se asomó de la cocina para llamarla, ella asintió.

– ¿Que comes?
– Pregunto cuando entro a la cocina mirando el plato de la humana.

– Cereal, supongo que tu no comes esto. – La miro dándole una sonrisa, pero la chica gato no despegaba sus ojos del plato.

– Puedo comerlo.
– Hablo, pero seguía sin despegar la mirada del plato, parecía una niña pequeña que quería con ansias un dulce.

– Te daré solo un poco.
– Se levantó de la mesa y saco un plato, le sirvió un poco. La chica gato ya se encontraba en la mesa sentada en una de las pocas sillas qué tenía Freen. – Aquí está. – Le dejo el plato frente a ella, la miro con el ceño fruncido, Freen estaba confundida al ver su expresión. – ¿Qué pasa?.

– Tengo manos, sabes.
– Hablo mirándola. Freen la miro confundida. – Tu comes con cuchara, debes darme una también.
– Explico y la humana se levantó y tomó una cuchara para dársela.
– Los humanos son raros.
– Dijo y empezó a comer.

– Claro. – Suspiro y volvió a su cereal. – Oye, tú me abrazaste anoche, cuando estabas dormida.
– Recordó el pequeño abrazo qué recibió ayer por parte de la chica gato.

– ¿Si?. – Pregunto con su ceño fruncido, sin dejar de comer.

– Si, estabas dormida, tal vez tuviste un sueño raro y me abrazaste. – Sonrió creando una teoría. La chica gato se sonrojo.

– Cuando estaba con Nam solía dormir con un peluche, pero ya no lo tengo. – Hablo con un tono triste. – Se lo regale a mi mejor amigo, antes de que lo adoptarán, para que me recordará y no se olvidará de mi. – La miro con una sonrisa, a lo que Freen también sonrió.

– ¿Lo has vuelto a ver?
– Pregunto tomándola de la mano. La chica gato asintió y quitó su mano.

– Ayer lo vi en la veterinaria. – Sonrió, pero después su sonrisa se desvaneció al recordar lo que pasó. – Pero, no me hablo, solo me sonrió.

– Tal vez solo estaba nervioso de verte. – Dijo para tratar de animarla. La chica gato solo seguía con su mirada baja. – Me tengo que ir a cambiar, ya es tarde. – Miro el reloj de la cocina, ya eran las siete y treinta, ya era tarde y su amiga pasaría por ella para ir juntas a la universidad como de costumbre.

Dulce Becky (Adaptación Freenbecky) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora