Dulce Becky (Adaptación Freenbecky) AU

Epílogo

– ¿Cómo le pondremos a la gatita? ¿Ya tiene nombre? Si es así, ¿Cómo se llama?– Becky hacia demasiadas preguntas cargando a la gatita en brazos.

– No, no tiene nombre. La encontré hoy en la calle sola y me recordó a ti.

– ¡Que linda!– Chillo abrazando a la baja.– ¿Cómo le ponemos Freen?– Le pregunto y antes de que respondiera Becky la interrumpió.– ¡Ya sé! Pongámosle Nam. Es linda igual que ella.– Menciono alegre el nombre de la más baja.

– Gracias Becky.– Coloco su mano en su pecho sintiéndose agradecida.

– No, es muy feo ese nombre.– ofendió a Nam.– Pongámosle uno más lindo.– Se burlaba y Nam la golpeó en el hombro.

– ¡Nieve!– Grito Becky.

– ¿Esta nevando?– Pregunto Noey y todos se burlaron de ella.

– No, que la llamemos Nieve, es una gatita linda, blanca y muy suave.– Abrazo delicadamente a la gatita que daba ronroneos y Becky no evitó hacerlo con ella.

– ¿Sabes que esto sigue siendo raro para mí?– Freen se sintió algo avergonzada. Becky la golpeo en el hombro.

Todos disfrutan golpearla en ese lugar.

Pasaron todo el tiempo pensando en el nombre de la gatita, pero Becky no se rendía con el nombre que ella propuso, al final de cuentas la gatita es de ella y de Freen, pero más de ella.

Cuando todo terminó se fueron dejando la casa sola, bueno, a excepción de Nam que se quedó unos momentos más platicando con Becky.

– Bien, me tengo que ir.– Tomo su bolso y se levantó del sofá.– Y.… me llevare esto.– Tomo a la gatita en brazos.

– ¿Qué? ¿Por qué? Tú me la regalaste, no te la puedes llevar ¡Estás loca!– Gritaba desesperada.

– Freen te tiene una sorpresa y no es algo que deba ver o escuchar una pequeña gatita, quedaría traumatizada.– Hablaba con cierta tranquilidad cómo siempre. Becky miro a Freen confundida y esta lo hizo también.

– ¿Sorpresa? ¡Dímela! Lo quiero ahora.– Sacudía a Freen, pero ella estaba completamente confundida.

– No tengo idea de que habla.– Dijo confundida.

– Freen, no seas inocente, sólo háganlo.– Decía con calma.– Ya sabes a lo que me refiero. Adiós.– Dijo esto se fue de allí.

– ¿Cuál es mi sorpresa Freen?– Pregunto después de que se sentará en el sofá.– ¡Dímela!– Insistía pero no obtenía respuesta de Freen.

– No tengo ninguna sorpresa.– Respondió incomoda por el acercamiento que tenía Becky. Si, se confesaron su amor la una a la otra, o algo así, pero Freen aún se sentía incomoda a su lado.

– Bien.– Se molestó haciendo un puchero.– Iré a ponerme mi pijama.– Dijo y se fue de allí. Al cabo de 5 minutos, Becky regreso pero solo con una blusa de tirantes y un short demasiado corto.– ¡Freen! No encuentro mi pantalón de patitos.– Lloriqueaba.

– Búscala bien.– Dijo sin mirarla leyendo una revista.

– Pero ¡Freen!– Se sento a su lado.– ¡No la encuentro!– Seguía lloriqueando. Freen suspiro y la miro.

– Be…Becky.– Hablo nerviosa.

– ¿Qué?– Dijo en un puchero.

– ¿Estás jugando conmigo?– Frunció el ceño.

– ¿A qué te refieres? No estoy jugando, solo quiero mí….– Estaba a punto de lloriquear más, pero sus labios fueron atacados por los de la pelinegra, estallando en un dulce beso. Se separaron y Becky estaba completamente ruborizada.