Capítulo 7

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Pasaron días en los que Becky seguía así invadiendo el espacio personal de Freen y haciéndola sentir incomoda, Becky solo quería obtener su atención, como dijo Nam y obtener más que eso.

– Becky, esto es incómodo ¿Puedes alejarte? – Pregunto la pelinegra evidentemente incomoda. La chica gato se encontraba recostada en sus piernas ronroneando.

– Quiero tú atención. – Dijo sin mirarla aun con sus ronroneos.

La pelinegra bufo y solo se dignó a seguir viendo la televisión. La chica gato se dio cuenta y se acomodó en el sofá para estar sentada a un lado de ella.

– Oye. – Su dedo índice tocaba de manera irritante el hombro de la pelinegra varias veces.

– ¿Qué pasa? – Bufo mirándola.

– Acaríciame. – Dijo en un tono demasiado adorable inclinando su cabeza en el hombro de la pelinegra con sus cola moviéndose de un lado a otro.

– Esta bien. – Suspiro y empezó a acariciar detrás de su oreja haciendo que los ronroneos de la chica gato se escucharan.

– Freen, purr… quiero…un…purr…un beso. – Seguía ronroneando pero se detuvo al no sentir ninguna caricia de la humana. – ¿Qué pasa? – Dijo casi en un puchero.

– No te daré otro beso.
– Su mirada se fijo en la televisión dejando notar un leve sonrojo en sus mejillas.

– Te sonrojaste, si quieres.
– Sonrió y se acercó cada vez a ella para así poder juntar sus labios.

La pelinegra se levantó del sofá veloz haciendo que Becky cayera en el sofá lastimando su cara.

– Freen. – Se incorporó a su asiento y su tono de voz se tornó serio, la humana la miro, pero Becky tenía su mirada en el suelo. – ¿Me adoptaras?– Pregunto y su voz parecía quebrarse al instante y unas lágrimas amenazaron con salirse de sus ojos.

– Becky.…– La humana no sabía que decir en ese momento, se comportó un poco mal con ella estos días, pero no podía verla triste, simplemente no. – Yo…. No lo sé.

– ¿Entonces por qué no me regresas con Nam? – Su mirada se enfocaba en ella viéndola con los ojos cristalinos.

– Ella me pidió que te cuidara. – La miro, pero la chica gato ya no la miraba a ella. Se levantó del sofá y se fue a la habitación de la humana cerrándola con pasador.

Freen en ese momento se sentía mal de no poder hacer algo, fue un cambio drástico de humor de la chica gato que la hizo sentir más incómoda.
Aun no estaba lista para adoptar, su obligación era solo cuidarla unos cuantos meses en lo que Nam la llevaba a un departamento en el que ya no cabe ni un solo animal.

Después de varias horas y reflexionar todo, tomo una decisión que no sabía si era buena o mala.

– Becky, ponte un sueter, vamos a salir. – Toco la puerta de su habitación hablando en un tono neutro. La perilla de la puerta se movió abriéndola y dejando ver la cabeza de Becky a medio asomar.

– ¿A dónde iremos?
– Pregunto curiosa levantando ambas cejas.

– Daremos un paseo, rápido. – Se marchó dejando a la chica gato sola buscando por un suéter.

No tenía nada de ropa, todo lo que utilizaba era ropa prestada de Freen y con lo que llego el primer día. Tomo uno de los tantos suéteres que tenía la humana en su armario y salió.

[…]

– Me alegro que hayas tomado una buena decisión Freen. – La más baja sonreía poniéndose sus anteojos y revisaba los papeles.

Dulce Becky (Adaptación Freenbecky) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora