Capítulo 5

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Al amanecer, la chica gato no se encontraba en la cama, ni en el baño, estaba en la sala viendo la televisión, alguna telenovela que le recomendó su amigo, eran novelas que latinos grababan en Miami, así que no tenía problema en verlas ya que entendía el idioma.

– ¿Te gustan esas cosas?
– La pelinegra hizo acto de presencia en la sala asustando a la chica gato.

– No, Nop me la recomendó. – Negó y se ruborizo.

– Volvió la Becky de antes. – Se acercó a ella para pellizcar sus mejillas con delicadeza y después acariciar su cabeza.

– Oye, no hagas es…purr purr. – Los ronroneos por las caricias de la pelinegra se escuchaban y eso le gustaba a Freen, la cola de Becky se movía de un lado a otro. – ¡Detente!
– Grito y alejo la mano de la humana.

– Lo siento. – Río para ir a la cocina y preparar el desayuno de ambas.

– Genial, ya no sé que le dijo Esteban Ricardo a María José. – Se cruzó de brazos con un puchero sin dirigirle la mirada a la pelinegra, esta solo se dedico a reír y seguir preparando el desayuno.

Una vez que desayuno estuvo listo, la chica gato fue a la mesa a devorar lo que la humana preparo, tenía demasiada hambre.

– Te vas a ahogar, come tranquila. – Reía la pelinegra tratando de parecer sería, pero fue inevitable no soltar una risa al ver sus cachetes inflados por la comida.
– Te vez muy graciosa.

– Cállate. – Hablo con la boca llena y rodó los ojos pasándose toda la comida que tenía y tomando un poco de leche en el vaso que le dio la humana.

– ¿Por qué ayer querías un beso? – La pregunta hizo qué Becky se ahogara con la leche y tosiendo a más no poder. – ¿Estas bien?
– Dijo dándole pequeñas palmadas en la espalda para que dejara de toser.

– Estoy bien, deja de golpearme. – Se controló y la pelinegra volvió a su lugar mirándola. – Eso es maltrato animal.

– Becky, por favor. – Río bajo. – Ahora dime ¿Por qué querías un beso?

– No interesa, solo lo quería. – Frunció el ceño volviendo a tomar de su vaso. – Ve a cambiarte, se te hará tarde para ir con los demás humanos.

Freen se sorprendió por la actitud de la chica gato que abrió los ojos demasiado, la obedeció y fue a su habitación a cambiarse y tomar sus cosas para ir a la universidad. Le diría a Heng que esta muy equivocado y que adoptarla es una mala idea.

– Vamos, te llevaré con Nam. – Salió de la habitación y se encontró con una Becky muy concentrada en la televisión.

– No, Nam no me dejara ver esto. – No la miro por que seguía concentrada en la escena que mantenían los dos humanos de la televisión con sus actuaciones exageradas.

– ¿Segura? No creo que sea buena idea. – Frunció el ceño y mordiendo su labio por la inseguridad que le causaba dejarla sola.

– ¡Confía en mí! – Grito aun sin mirarla. La pelinegra suspiro.

– Está bien, nos vemos más tarde. – Salió de la casa, pero todo el camino seguía pensando que era mala idea dejarla sola.

Y estaba jodidamente estresada, su amiga olvido pasar por ella, así que se tendría que ir en un taxi para no llegar tarde, porque los autobuses tardan años en pasar y llegaría una hora tarde y aparte por el comportamiento de la chica gato, hacia que se estresara, desde anoche ella estaba actuando raro. Pensaba que fue algo que le dijo el chico gato y lo averiguaría con el amo.

Dulce Becky (Adaptación Freenbecky) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora