𓂃❛꒰ Capítulo 15 ꒱❜

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Decir que Jimin estaba
embobado del bailarín era poco.

Es que, ¿Cómo es posible que
alguien baile y cante tan bien y sea
tan hermoso? Jungkook parecía
irreal.

Su corazón no pudo evitar
acelerarse cuando sus miradas
se encontraron y el otro le sonrió
poquito... lo suficiente como para
hacerlo suspirar y devolverle la
sonrisa.

El cielo del atardecer era rosado,
con algunas nubes anaranjadas.

-Puedes llevarlo a dar un paseo
-Sugiere Jisung, quien estaba
sentado en el tejado junto al
príncipe.

-Tengo cosas que hacer -
pucherea.

El mayor se ríe, peinándolo un
poco.

-Te puedo cubrir. Tampoco puedes
estar agobiándote tanto... -hace
una pausa, mirando al otro lado,
donde estaban Jihyo y Hansol
entrenando con el wonsanghwa
Namjoon- Cuando seas rey
tendrás incluso menos tiempo de lo
que tienes ahora, aprovéchalo, es
ahora o nunca.

Jimin se lo piensa.

「❀」

-Jungkook-ah -llama el rubio
cuando los bailarines terminan de
practicar y se toman un descanso.

El mencionado se sonroja
antes de girarse a ver el atractivo
príncipe.

-Os robo a vuestro Jungkook
un ratito, ahora volvemos -dice,
haciendo señas con la mano para
que le siga.

Sus compañeros le miran de
manera pícara y el azabache
simplemente baja la cabeza con
una pequeña sonrisa inconsciente.

-¿Necesita algo? -pregunta
tímidamente cuando ya están en
el pasillo, en el cual hay algún que
otro guardia vigilando el lugar.

-¿Te acuerdas de nuestro lugar de
encuentro?

«Cómo olvidarlo» piensa el menor
mientras asiente.

-Hoy a la misma hora, es una
orden~

Antes de retirarse peina un
mechón del cabello de la frente del
contrario y lo pone detrás de su
oreja, sonrojando más al otro.

«Es tan lindo…»

-No tapes tu bonita cara,
Jungkookie.

Y el bailarín siente cómo su
pecho se llena de un montón de
agradables sensaciones.

Posa su mano en su pecho
mientras mira el cielo y muerde su
labio inferior, intentando controlar
la inevitable sonrisa en su rostro.

En serio cree que su pecho va
a explotar de tantas emociones
preciosas que surgían.

「❀」

-Majestad -llamó esa voz tan
dulce.

El rubio se giró, dejando el libro
que estaba leyendo sin siquiera
fijarse por qué página iba.

-Perdón por llegar tarde -Se
inclina un poco, mirando de reojo al
mayor que tiene una sonrisa.

-Te dije que no hacía falta que me
llamaras "majestad" -reprocha
dulcemente, comenzando a
levantarse del suelo de madera.

Jungkook suela una pequeña risa,
mostrando sus dientes al sonreír.

«En serio, ¿cómo puede ser tan
hermoso?»

-Es la costumbre-se encoge de
hombros, no sabiendo qué decir.

Más no es necesario ya que su
mano es tomada por el mayor,
llevándolo por el camino que una
vez recorrieron para estara solas
después del encuentro en el árbol.

Ambos se sientan en el césped
y, aunque comienzan a hablar
de cualquier cosa, las manos del
bailarín no han sido soltadas en
ningún momento, los dos aman
el tacto del contrario.

-Jungkookie -llama después de
que haya un silencio entro los dos,
de esos que disfrutas la compañía
del otro sin que sean necesarias las
palabras.

-¿Sí? -responde, girando su
rostro para ver los hermosos
ojos del príncipe.

A ese príncipe que la hace sentir
tantas cosas, que le hace querer
pasar más tiempo con él, que hace
que el tiempo corra tan lento
cuando están juntos.

Ese príncipe encantador de
sonrisa tan tierna y hermosa.

Los dos se quedan mirando
fijamente a los ojos, como hacen
siempre aunque, esta vez, la mirada
del rubio baja hasta los labios
rosados del bailarín.

El menor lo nota y, de manera
inconsciente, se relame los labios.

-Perdona -dice, confundiendo al
azabache, el cual se confunde más
cuando siente sus labios contra los
suyos.

Abre los ojos en sorpresa. Sus
respiraciones mezclándose, la
mano del chico de cabello rubio
posándose en su hombro y cintura,
no dejando moverse cuando
Jungkook pone ambos manos en el
pecho del contrario.

No logra reaccionar y cuando va
a hacerlo, el príncipe se separa tan
rápido como unió sus labios.

-E-est-o -tartamuedea
Jungkook, con la cara realmente
roja y aún sin salir del asombro.

-Perdona -vuelve a repetir
Jimin a pesar de que realmente
no lo siente.

Los labios del menor eran
realmente suaves y esponjosos y
amó la sensación que provocó el
beso.

Incluso lo haría de nuevo.

El silencio vuelve a reinar entre
los dos y el rubio realmente no
se espera que Jungkook lo coja
de la parte de arriba del hanbok,
atrayéndolo más cerca, juntando
los labios de nuevo.

Y el príncipe no va a
desaprovechar eso.

El beso es suave y delicado, los
labios moviéndose lentamente, con
alguna que otra lamida por parte
del mayor.

-Jungkookie -susurra en un
suspiro.

Decir que el mencionado no ama
cómo ha dicho su nombre sería
una gran mentira.

-Me gustas.

prince charming 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora