𓂃❛꒰ Capítulo 05 ꒱❜

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Tres días habían pasado desde
aquel incidente. Tres días donde se
notaba el ambiente pesado y tenso
por todo el reino.

Los ciudadanos casi ni salían
de casa por miedo así que los
miembros del Ejército eran los que
les traían la comida necesaria o
algún objeto que necesitaran por
si se les había roto, al igual que las
prendas si era necesario.

Nadie había salido de la ciudad
y nadie entraba sin el permiso
de algún miembro real ya que el
rey dijo con claridad que quien lo
hiciera iría directo al calabozo.

Los bailarines no practicaban
porque se les había prohibido
poner música para no tener
distracciones o "ruido" por si
aparecia el sulsa de nuevo y
atacaba, aprovechando el hecho
de que con música escucharían
menos, obviamente.

En este mismo instante, Jimin
se encontraba sentado mientras
pensaba en un tronco el cual antes
era aquel árbol donde se encontró
con Jungkook debido a que por
órdenes de su padre, lo talaron
por si algún sulsa se escondía ahí.
"Seguridad ante todo" fueron sus
palabras y él no pudo negarse
tampoco.

Estaba tan absorto en sus
pensamiento que no notó a cierta
cabellera azabache acercándose a
él.

Cuando el menor le tocó el
hombro, por acto reflejo, se giró
rápidamente, cogiendo su muñeca
y girándola con fuerza pero no la
suficiente para rompérsela.

-¡Ay!-se quejó Jungkook.

El rubio abrió los ojos
sorprendido y le soltó rápidamente,
sintiéndose mal por haberle
hecho daño sin que hubiera sido
necesario.

-Perdón, perdón, ¿te duele
mucho? -preguntó, acercándose
y tomando suavemente la misma
muñeca de antes.

Por simple instinto, acarició la
piel para ver si le había roto algo,
aunque él sabia no había aplicado
tanta fuerza mas algo en su mente
no le dejaba tranquilo si se hubiera
pasado de fuerza -además de que si
le hubiera roto la muñeca hubiera
sido bastante grave debido a que es
bailarín-.

-N-No-tartamudeó nervioso
ante el tacto que le estaba
proporcionando el otro.

El mayor suspiró aliviado al
escuchar la respuesta y le soltó la
muñeca.

-Perdón, fue un acto reflejo, no
quise hacerte daño-se disculpó
con una pequeña sonrisa.

Ambos se quedaron en silencio,
mirándose el uno al otro, como
siempre.

-Uhm, ¿necesitabas algo? -
preguntó el rubio, ya que si el
otro le llamaba sería por alguna
razón que esperaba que no fuera
algo grave.

-La verdad es que no-se rascó la
nuca. El contrario ladeó la cabeza
confuso-es que le vi muy cansado
y preocupado y...no sé, quería
intentar animarle…

« ¿Cómo hace para ser tan
adorable? Mi corazón muere de
ternura »

El príncipe rió levemente por su
pensamiento.

-Tu compañía ya es algo valioso.

Jungkook abrió los ojos
sorprendido y se sonrojó
notablemente ante ese comentario,
su corazón también comenzó a
latir mucho más rápido y bajó su
mirada al suelo al no ser capaz de
mantenerla en aquellos hermosos
ojos que le miraban como si fuera
un tesoro.

-Ven, siéntate-dijo el rubio,
sentándose en el suelo para dejarle
el tronco a él.

El menor obedeció y Jimin
se recostó en las piernas el otro
para poder ver el cielo, el cual se
encontraba lleno de nubes grises y
para poder ver de reojo al bailarín
de vez en cuando. Al precioso
bailarín.

El silencio que se formó no fue
nada incómodo ya que los dos
chicos disfrutaban de la compañía
del otro... Simplemente con eso, ya
era suficiente.

« Ojalá poder estar aquí así
siempre, con su presencia y está
tranquilidad en mi interior… »

Y era verdad,el príncipe se
relajaba mucho al ver el cielo por
la noche en el lugar que fue con él
y también leyendo pero nada le dió
tanta tranquilidad que estar con él
en ese momento, tan cerca del uno
y del otro.

Las palabras no eran necesarias
para ellos, sólo necesitaban al
contrario. Así de fácil.

-Perdona que no podáis bailar
ahora -se disculpó el mayor.

-No se preocupe, majestad, lo
hacen por nuestro bien-negó con
la cabeza.

-Creo que te dije que me tutearas
-rió, rodando los ojos.

Jimin le mostró una pequeña
sonrisa la cual Jungkook devolvió,
mostrando sus pequeños dientes
el cual le recordaba a un pequeño
conejo.

« ¿Por qué es tan lindo? Es que...
¿acaso es real? »

Y así estuvieron hasta que cayó la
noche, hablando de cualquier cosa
y compartiendo anécdotas que les
provocaba unas pequeñas risas
algo escandalosas.

También hubo momentos donde
simplemente se veían el uno al
otro, perdiéndose en sus miradas,
en esos ojos tan hermosos que
portaba el contrario.

Parecían niños pequeños en un
parque: sin responsabilidades,
sin preocupaciones y disfrutando.

Ninguno quiso irse cuando llegó
el tiempo a pesar de haber estado
horas junto al otro -aunque, para
ambos, se había sentido como unos
breves minutos-

-Entonces... ¿mañana aquí de
nuevo?-preguntó de nuevo el
príncipe, rascándose la nuca, algo
nervioso.

-Aquí me verás-asintió éste.

Ellos sonrieron y se miraron
una última vez antes de ir a sus
respectivos comedores a cenar.

« Acabo de verle pero... ¿por qué ya
le extraño? »

Jimin puso su mano en
su pecho, sintiendo algo no
tan desconocido para él en su
interior: una especie de vacio pero,
lamentablemente, uno de esos
vacíos que se sienten muy hondos y
grandes…

prince charming 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora