KUYAYKIM [Bakudeku] [Omegaverse] [Katsudeku]

FIN

Katsuki callo sobre sus rodillas, su mandíbula se tenso, con pequeñas lágrimas en sus ojos : — No.. — apretó los puños — ¡No ,no , no! — arremetió contra el suelo de tierra una y otra vez, hasta que sus nudillos comenzaron a sangrar, hasta que pudiera perder toda fuerza.

La figura aún.. seguía con vida, movió su cabeza para poder ver en dirección a la puerta : — Enji..? — susurro.

Katsuki levantó rápido la cabeza, esa no era la voz de Izuku : — Inko. — Shoto apretó los puños.

Katsuki apoyo sus manos sangrantes sobre la tierra para ponerse de pie : — Es una mujer.. — apretó aún más los puños y mandíbula volteando a ver a Shoto : — Dónde demonios está Izuku?!

La mujer rio por lo bajo : — El bastardo de tu padre.. ya murió? — susurro con pocas fuerzas.

Shoto se tomó unos segundos : — El inca ya descansa.

Katsuki no entendía nada, solo quería ver a Izuku, y el parecido con esa mujer le hacía creer que era su madre.

— Que bien. — coloco su cabeza contra el muro de piedras.

— Donde está Izuku. — comenzó a tener un tik en las manos, abriendo y cerrando los puños.

— Mi cachorro.. el está bien, ya está.. en casa. — soltó un suspiro de alivio, y no dijo más.

Inmediatamente Shoto ordeno a los guardias sacar a la mujer de tal espantoso lugar, antes que saliera el sol todos los doctores de la zona se encontraban en palacio, tratando de salvar la vida de la mujer, la única persona que sabía el paradero de Izuku.

Fue si no hasta mañana que se anuncio su muerte, Katsuki estaba que se arrancaba los cabellos de la ira, Shoto seguía confundido, hasta que recordó.. el lugar del cual provenía Izuku.

Junto con un pequeño grupo de soldados y Katsuki bajaron hasta la zona baja de Cuzco, el mencionado ya no tenía fuerzas, pero igual accedió, así es una mínima oportunidad.. el luchará hasta el final.

Cruzando las montañas y pampas de cebada, ríos con agua fría de los andes, en la penúltima parada se hizo un campamento, algo improvisado, mientras el pequeño grupo de soldados dormían Katsuki y Shoto siguieron el camino, pues si era correcto, e Izuku estaba vivo, los soldados exigirían no solo su cabeza, si no la de Katsuki también, pues dicha pareja cobro demasiadas vidas en todo el Tahuantinsuyo.

Al alba, se divisaba una pequeña cabaña, Katsuki tenía unas ojeras más oscuras que la propia noche, tenía su casco sostenido en su brazo derecho y su lanza en el izquierdo, si Izuku no estaba ahí el mismo se quitaría la vida, pues aprendió que su existencia ya no tenía sentido si no estaba Izuku para complementarla.

Poco a poco se fueron acercando, no solo era una cabaña, había una pequeña mesa de madera, un cordel, y un pequeño sembradío, pero no había rastros de alguien vivo, parecía solo un lugar olvidado.

— Cuando alumbran las estrellas de noche — se escucho un suave cantar, una persona salía de la cabaña con una pequeña cesta entre sus brazos, rebozando de tuberculos — Y recuerdo tu sonrisa de niño.. — un cabello esponjoso como lana de oveja pero de un tono verdoso..

— Izuku.. — dejo caer su casco.

La persona volteo a ver en dirección al este, de dónde provenía la voz : — Kacchan.. — tartamudeo, dejo caer el cesto y comenzo a caminar en su dirección.

— ¡Izuku! — comenzó a correr y tiro su lanza, grito, llamándolo hasta que su garganta comenzó a calentarse.

— ¡KACCHAN ! — grito el otro llorando más no poder, dejando un rastro de lágrimas en el aire, comenzó a tropezar con sus sandalias así que se ls quito.