KUYAYKIM [Bakudeku] [Omegaverse] [Katsudeku]

cap I

Vivir en el imponente Machu Picchu.

Ser hijo omega del Inca, su favorito, tener miles de acllas a mi disposición, manjares y comidas, oro y joyas, abrigos con finas lanas de alpaca.

Se que se dirá ¿Que más se puede pedir?

Libertad.

Desconocía de esa palabra, desde que tengo memoria fui criado en el inticancha (palacio del inca) , con un velo de seda que cubría mi rostro, dejando ver solo mis ojos verdes, desde mi nacimiento mi padre quedó embobado con mi "gracia" tal vez mi infancia hubiera sido más cálida si hubiera tenido a mi madre de consuelo, la coya principal del inca no lo permitió.

Lo importante, el momento exacto en que rompí por primera vez una orden de mi padre.

— Quien anda ahí ? — resonó una voz en el primer nivel del Coricancha, en el centro, yo me encontraba bajando las escaleras, no creí que hubieran personas en la noche, sobre todo los días que hiba yo, pues se exigía que nadie más estuviera.

Se que no debí responder.

— Quienes eres ? — me detuve antes de seguir avanzando, con las columnas nublado su posible visión sobre mi, incluso mi aclla personal ; Denki, se sorprendió.

— Soy un Apocuna, tu quien demonios eres. — respondió agresivo, por fin lo visualice, jamás vi un alfa a excepción de mi padre el Inca Enji o mi hermano el Auqui Shoto.

Yo me veía insignificante a su lado, era mucho más grande y.. robusto, con pequeñas cicatrices en su rostro,  una lanza en su mano derecha y unos pantalones de cuero.

— A-abab — trate de hablar, era el primer contacto que tuve con una nueva persona que no sea un sirviente — Y-yo. — Denki jalo mi brazo provocado un ligero grito ahogado de mi parte.

— ¡Ey ! ¿Estás bien ? — el hombre dió media vuelta y enfoco su vista panorámica hacia dónde provenía mi voz.

Denki se sobresalto y chillo :— Principe no haga eso, si el inca se entera.. — susurro preocupado.

Con delicadeza tome su mano que me sostenía y la quite : — No te preocupes. —susurre— recoje la antorcha y sígueme — susurre denuevo.

Lo ví inquieto pero igual obedeció.

— ¡Oye! , ¿¡Joven!?  — exclamó el alfa otra vez.

Me carcomía las ansias, y ¿Si este era un hecho realizado por Wiracocha? Si los dioses me estaban diciendo que debía.. que yo debía..

— Estoy bien. — aclare con una voz tranquila, senti a Denki sobresaltarse.

Escuche como seguía caminado sin dirección, mi corazón comenzó a latir con fuerza, di unos pasos más a adelante quedando a unos 6 metros de distancia de el, ahora ambos estábamos en el centro del Coricancha.

Puedo jurar que mi diosa Mamá Quilla hizo que la luna brille con más fervor, cuando ví sus ojos rojos como un incendio de fuego, mis labios se entre abrieron un poco.

La manera dulce como me miraba hizo a mi corazón latir rápido.

— S-se encuentra bien ? — pregunto el alfa ahora sin su tono agresivo.

— Si. — junte mis dedos debajo de mi poncho blanco, con dibujos geométricos en un color canela.

No sabía que decir, no sabía cómo.. socializar ? Me la pasaba en mis aposentos todo el día.

— E-eh.. señor, debemos irnos. — entro mi Aclla con la cabeza agachada, con la antorcha entre sus dedos.

— Si. — dije con un tono algo triste, me preguntó si lo llegaré a volver a ver — con su permiso.