Mar bravo - relato poético

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Note tu cuerpo suspirar, y el miedo invadió mi mente. Había hecho algo mal? Había dicho algo erróneo? No sabría decir con exactitud, pero la incertidumbre que me provocaba el verte a mi lado, con la mirada perdida y aguantando las lágrimas, como si todo fuera un remanso de paz. Esa incertidumbre me causaba miedo, miedo de que te ahogases, de que te hundieses en tus profundos y malignos pensamientos, no porque fueran malos, si no porque podían arrastrarte hasta el fondo. Yo no quería que te hundieses, yo quería que saliese a la superficie, y para lograr eso, pose mis labios sobre tu frente. Hice que las mareas de tus ojos castaños se apaciguaran lentamente, y en mi cabeza rondaba siempre la misma pregunta: Quién? Quién era el causante de tu tormenta y mar bravo de tu cabeza e ideas? Quién te había hecho tanto daño?

Y ahí me di cuenta. No es que alguien le hubiese hecho daño físicamente o mentalmente, únicamente era su vida. Su triste vida llena de náufragos y tormentas, las cuales no le dejaban dormir. Vida. Que es eso? Sino más que un concepto que nosotros mismos creamos. Y por culpa de esa creación, por culpa de esa idealización hacia la vida... Por culpa nuestra, nos hemos condenado a nosotros mismos, a navegar en estas aguas.

Tus ojos se abrieron lentamente, y tu pequeña sonrisa de siempre apareció en tu rostro. Esa sonrisa quería transmitirme paz, pero yo bien sabía y sé, que tras todas las facetas y caretas de papel que tú mismo creaste, yo sé que tras esos pequeños ojos cansados, habita un corazón que desea ser amado.

Poemas e Historias para no cortarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora