¡TW autolesiones!
El móvil vuelve a vibrar y lo desbloquea rapidamente, sin importarle el emisario del mensaje. Se incorpora un poco y se seca las lágrimas, está agotada, no sabe porque le pasa esto a ella...que coño ha hecho mal? Porque todo el mundo está contra ella?
Ah... es un mensaje de su madre, le está deseando un buen día...oh, ha enviado un pequeño emoticono con forma de corazón...
Le responde con el mismo emoticono y guarda el teléfono en la mochila, no se oye absolutamente nada...nada de nada.
Marlenne: << que silencio...solas tú y yo... de nuevo...>>
De la carcasa del móvil, saca una pequeña cuchilla de afeitar de su mochila y se quita la sudadera. Deslizando la cuchilla suavemente por su piel blanca, mientras va dejando tras de sí unas finas y delgadas marcas rojas. No la detiene nada, está agotada y cada vez que hace otro diminuto o profundo corte, la respiración deja de acelerarse. Ya casi ni lo nota, en verdad le importa poco lo que piensen los demás... Marlenne solo quiere intentar ser feliz, aunque eso le traiga consecuencias.
Tras realizar todo eso, como si de un ritual se tratase, de una manía, algo que hacía de forma regular, termina y vuelve a ponerse la sudadera. Agarrando la pesada mochila, sale de allí sin hacer mucho ruido mientras que entra una fría brisa por los pasillos que dan a la salida del instituto. Sabéis esa sensación de ardor en la piel? Si, duele pero os da satisfacción y tranquilidad verdad? Aunque a la vez os arrepentís de lo que habéis hecho... Pues Marlenne se siente así todos los días, cada puñetero día, se repudia a sí misma sólo porque los demás se lo han dicho más de una vez. Algún día tendrá que aceptar que la vida es una mierda pero que eso no es una excusa para terminar haciendo cosas que tendrán graves consecuencias en un futuro no muy lejano.
Esto ha sido un día normal en la vida de Marlenne y seguramente diréis, ¿Quién coño es esta tía? Porque me suelta este muermo?
Pues bien, yo soy Marlenne, o al menos una parte de ella, su personalidad ha sido dividida en trozos, como si fuera un espejo roto (o eso le dijo el psiquiatra). No nos olvidemos eh! nuestra chica no está loca. Ejem, la cuestión es que Marlenne no tiene una vida muy sencilla, en fin que os voy a contar que no sepáis ya?
Está en el último escalón de la salida, hay hojas rojizas de árboles esparcidas por todo el suelo del patio debido a la temporada de otoño, mientras un coche aparca en la acera de enfrente, su madre sale del coche cerrando la puerta tras de ella. Una vez a su lado, le ofrece un pequeño abrazo y la mira.
- ¿Qué tal el día cariño? ¿ Ha estado bien ?
Marlenne: De maravilla, como siempre mamá.
***
Porqué nadie pudo cuidar de Marlenne ...? Tan difícil era preocuparse por ella?
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Poemas e Historias para no cortarse
ContoUna recopilación de pequeños poemas y relatos cortos, la mayoría de ellos son sobre la salud mental, ansiedad, depresión, TCA o TDAH. A parte de eso, esto es una recopilación de absurdas ideas o pensamientos míos, normalmente los que no me dejan dor...