•Capitulo 3•

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Sentí que me mirabas con amor
Un amor que seguramente me inventé
Yo...

-Mario Benedetti -


Hora:4344 antes de la hora
Cero

El tiempo es relativamente corto,qué falso aquellos que dicen eso , todo dura lo que debe de durar,todo pasa porque tiene que pasar. Es así de simple.

Se escuchaban gritos, las personas maldecian sin parar. Dan-i sentía un dolor de cabeza horrible así que abrió sus ojos poco a poco, Al hacer eso sintió un mareó horrible. En su campo de visión divisó unas cuantas personas que de igual manera estaban golpeadas como ella.

Se podía saber a simple vista que eran mujeres mayores que ellas, algunas tenían a niños abrazados, la chica castaña imagino que esos podrían ser sus hijos. Pero se preguntaba en donde demonios podía estar.

No podía recordar nada de lo que había pasado, ella solo recuerda que la golpearon y ella cayó desmayada. Nesecitaba respuestas,pero no encontraba a quien hacérselas. Pero vio a una chica sola, así que se acercó a ella.

-Hola-La chica la miró y se secó sus lágrimas.

-Hola-La chica la miró de arriba a bajo y suspiro -¿Que quieres?-

-Solo tengo una pregunta, ¿No sabes cuánto tiempo tenemos aquí?-

-Alrededor de un día- Sentenció la chica de cabello oscuro.

Dan-i se quedó sorprendida, ya tenía un día allí y recién había despertado.

-Cuando tu llegaste ya yo estaba aquí -La castaña volvió a mirar a la chica peli negra

-¿En qué estado llegue?-

-Llegaste aquí con muchísima fiebre, por eso dormiste por mucho tiempo. A juzgar por tus heridas te golpearon hasta que te desmayarte- La chica suspiro - Estábamos secuestradas-

Dan-i empezó a entrar en pánico y tenía muchísimo miedo. Se levantó y se fue a la única puerta que había en la asquerosa habitación y empezó a gritar y a patiar está a ver si alguien las ayudaban.

Solo se escuchaba como aquellas mujeres sollozaban, tenían miedo y eso que no sabían que lo peor estaba por venir.

Un hombre abrió la puerta y con una patada derribo a la castaña haciendo que está callera al suelo.

Era un hombre alto vestía todo de negro y tenía una máscara de igual color. No se podía ver nada de su rostro o cuerpo.

-¡LLEVENSELAS !- de repente muchísimos hombres empezaron a entrar y a llevarse a aquellas mujeres y sus niños incluyendo a la chica de cabellos negro.

La mujeres y niños lloraban y trataban de forcejear para que la soltaran pero era en vano. Hasta que en la habitación solamente quedó el hombre de la máscara y Dan-i.

Este hombre se agachó y se colocó a la altura de ella, para luego empezar a acariciar su cabello. La castaña solamente lloraba sin hacer ningún tipo de ruido.

-Eres tan hermosa- Soltó de repente.

Dan-i Sentía miedo, pánico. Era algo tan inexplicable como lo que sentía.

-Auxilio- soltó con hilo de voz, no podía ni hablar.

Se escuchó una risita de parte del hombre,y este se levantó. Un entren por parte de el se escuchó y acto seguido entraron dos hombres. Tomaron a Dan-i y la levantaron del piso y la colocaron adelante del hombre,ella sentía que no podía mover su cuerpo. Sentía tanto miedo que no podía ni moverse.

-Eres perfecta para el - le volvió a acariciar su rostro y le limpio las lágrimas que salían de sus ojos- Llevensela- Dicho eso los hombre se llevaron a Dan-i. Esta gritaban y pataliaba pero todo era en vano.

Un lugar oscuro y mugriento. Más bien las palabras para describirlo no alcanzaban, minutos atrás habían dejado a Dan-i allí sin más.

La chica no paraba de gritar por dentro, porque sabía que si lo hacía le iba a ir peor.

De repente un hombre se hizo presente en su campo de visión, un hombre gordo y asqueroso se veía como un depravado, fácilmente se le podía calcular unos cincuenta y tres años. Al mirar a la chica sentada en el suelo sonrió, todo un pervertido ese hijo de puta.

-Levantate- Hablo aquel hombre, Dan-i hizo caso omiso a lo que escucho. -¡Que te levantes Perra- tomo a Dan-i entre sus manos y la levantó y después golpeó.

Tomo una manguera a presión y empezó a lanzarle agua a Dan-i Está gritaba pues era tanta la presión del agua que lastimaba y quemaba su piel.

El hombre detuvo el agua al pasar unos minutos.

-Desnudate- Sentenció el hombre.

-¿Que?- Pregunto anonadada.

-Que te desnuda hija de puta- El hombre volvió golpeó a Dan-i por segunda vez.

Sentía muchísimo miedo, pero se levantó y empezó a desnudarse tal y como el hombre le ordenó, se sentía asqueada. Quedó solamente en ropa interior, con sus brazos trataba de cubrirse,pero eso no hacía que se sintiera mejor.

El hombre se acercó más a ella y le empezó a besar el cuello, lágrimas, Lágrimas de dolor, asco y desesperación caían de sus mejillas.

El hombre quiso tocarle un ceno, pero Dan-i en un rápido movimiento pudo golpearle en medio de sus piernas haciendo que el hombre cayera al suelo. Esta corrio hasta la puerta y empezó a gritar pidiendo ayuda.

Pero el hombre se levantó y la tomó por el cabello y la empezó a golpear. Cuando Dan-i quedó en el suelo sin poder moverse el hombre volvió a abrir la llave haciendo que que volviera a salir el agua. Dan-i poco a poco iba perdiendo la conciencia.

Unos pasos fuertes se escucharon y un disparo igual. El hombre de la máscara negra volvió, él a ver lo que estaba pasando. Tomó al hombre y lo golpeó.

-¿Qué haces idiota? Esto no era lo que te ordené hacer-

-Jefe, no es lo que piensa, solo la estaba castigando- El hombre de la máscara se rió

-Idiota- Sacó de su bolsillo un arma y le disparó justo en la frente. Haciendo que muriera en tan solo segundos.

Dan-i solo presenció eso. Antes de caer desmayada.

Tu cuerpo es Mio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora