El "experto" de la tentación (+18) "Good Omens"

Capitulo 16 -Latido

(Capítulo sin escena +18)

Llore hasta que me quedara sin lágrimas; Lloré por miedo, ansiedad, por el futuro, por el presente. Llore hasta que me quede sin fuerzas. Crowley se quedó a mi lado, no decía nada solo era mi compañía, cuando vio que no podía más, me alzo en sus brazos y me subió a nuestro cuarto, me dejo en nuestra cama, mis ojos se sentían hinchados y él se encargó de besarlos hasta que me sienta mejor, me dejo un vaso de agua a un costado y me acuno hasta que me quede dormido. Es el mejor demonio que alguna vez me pudo tocar.
Siento una ligera caricia, me quejo y giro. -Despierta Ángel- su voz es dulce, abro mis ojos perezosamente, esta sentado en el borde de la cama, -¿Cómo te sientes?- Toco mis ojos y los froto, me siento perezosamente.

-Creo que mejor- digo con la voz apagada, me acaricia la pierna.

-Hablé con Belcebú- le miró intrigado -le dije que fue concretado antes de las horas que se cancele- asiento un poco agobiado.

-¿Qué te dijeron que hacer cuando? Ya sabes... Nazca- veo que Crowley traga saliva.

-Que se los debo entregar- miro hacia mis manos, -y ellos cuando sea el momento lo encargarán a un demonio para que le entregue a sus... Padres humanos y empiece todo- me sigue acariciando, parece intentar reconfortarme.

-¿No lo veremos crecer?- Mi voz salió cortada, me toca con su otra mano el hombro y se acerca a mi.

-No lo se ángel, perdón, probablemente si lo veamos- me intenta tranquilizar.

-Esta bien, lo entiendo... Solo que nada parece real- Crowley niega.

-¿Vos como te enteraste?- Intenta subir su mano a mi panza y me tenso, él se detiene.

-Gabriel, dice que yo huelo a Eva cuando estaba embarazada- Crowley mira mis rasgos, mueve su cabeza.

-¿Puedo?- Yo me estremezco pero estiro mi cuello dejándole, se inclina y posa su nariz en mi cuello, en el momento que me huele le escucho sissea satisfecho.

-Hueles increíble, es tu olor- no sale de mi cuello -pero incrementado, comprendo el parecido a Eva, hay parecido- apoya su mejilla en mi cuello, -eres hermoso- me alaga, yo inclina mi cabeza a la suya, -estaremos bien- asiento, -yo te voy a cuidar mi hermoso ángel- quiero que me cuide, me quejo, se aleja y nos miramos, -traje un objeto, me puse a averiguar y pues traje algunas cosas, para ti o bueno ustedes- ustedes... -Te traeré algo para comer y luego te lo muestro todo- intentó pararme -no es necesario-.

-Quiero estar abajo- se corre y yo me paro.

-Esta bien amor- me extiende la mano y yo la tomo, elevo una mano y hago una bendición para cambiarme de ropa, -¿qué te traigo de almorzar?-.

-¿Almorzar?, ¿Qué hora es?- El demonio se ríe.

-Pasadas las doce, casi la una- bufo agobiado, detesto despertarme tarde, no me había pasado desde hace siglos.

-Puff, bueno no sé, ¿pasta?- Crowley asiente.

-Con crema, y muchas verduras- se dice más para si mismo, se da la vuelta y se aleja para salir de la librería, ni bien sale yo bufo y voy directo a mi baño, me veo como en mi mirada estaba más perdida, alzo mis prendas para dejar en descubierto mi panza, esta igual que siempre, temeroso la toco, no asimilo la situación, amagó a acariciarlo pero me detengo y me apresuro a bajar mi ropa.
Me voy al sillón a esperar a mi pareja, que no tarda en llegar con la comida, trae con dos platos -escuche una vez un dicho que dicen que comen por dos, así que te traje dos- yo ruedo los ojos.

-Es una expresión, no es literal- Crowley mira desconcertado, tomó la comida y me dispongo a comerla, está riquísimo y no puedo controlar mis sonidos satisfecho, no tarde mucho en terminarme el plato, aprieto mis labios viendo la bandeja de plástico donde estaba la otra porción, veo a Crowley que está distraído con el celular, no se debe desperdiciar. Me paro sigiloso y lo busco, ni bien lo saco de la bolsa el ruido me delata, da una risa yo avergonzado camino. -Así no lo tiramos- me excusó, veo cómo Crowley asiente mirando a al celular sin sacar aquella sonrisa burlona.
Al finalizar nos quedamos hablando un poco de todo, luego el me agarra de la mano y me sienta en el sillón.