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Después de que el Doctor nos confirmara que Lena estaba bien al igual que Diego decido bajar para hablar con mi padre

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Después de que el Doctor nos confirmara que Lena estaba bien al igual que Diego decido bajar para hablar con mi padre. 

- Hijo - escucho la voz de mi madre 

- Hola mamá - digo con una sonrisa 

- Cariño dime que todos están bien - pide con preocupación 

- Tranquila mamá todo estamos bien, Lena esta ahora conmigo al igual que nuestro hijo - digo y que bien se siente decirlo 

- Dales un beso de mi parte por favor - pide 

- Lo hare - le prometo 

- Hijo - ahora la voz de mi padre me recibe 

- Fueron los Haas - digo con seriedad 

- Esos malditos - dice con molestia 

- Tenemos que adelantar todo, no podemos arriesgarnos a que se enteren o a que quieran deshacerse de ella - digo aceptando el trago que Santiago me da 

- Tienes razón es lo mejor - dice con un suspiro 

- Lo mejor será que nosotros vayamos, no quiero arriesgar que te vean - digo seguro 

- Bien, los estaremos esperando - dice - Cuida de mis tesoros - pide 

- Lo haré - le prometo y cuelgo 

- ¿Entonces? - pregunta Santiago 

- Nos vamos a Fráncfort - digo dejando el trago en la mesa de centro para después levantarme y dirigirme hacia la segunda planta 

- Me encargare de todo - dice 

- Santiago - digo antes de que se vaya 

- Si - dice mirándome 

- Consigue ropa para Lena - digo haciéndolo asentir 

Escucho a Santiago salir y es entonces que apago las luces para subir y encontrarme con una escena que me hace sonreír como idiota, mi pequeña dormida con Diego acurrucado a su lado junto a muchas almohadas y con la poca luz de la mesa de noche, como si a ambos les asustara la oscuridad.

Me doy un baño y me coloco unos pants negros junto a una playera blanca para después dirigirme hacia la cama. 

- ¿Seth? - la voz adormilada y sus ojos entreabiertos hacen que sonría 

- Soy yo princesa - digo quitando la almohada que protegía a Diego para ser yo quien la sustituya

- ¿Qué hora es? - pregunta acercándose un poco mas 

- Ya es tarde - digo uniendo nuestras manos sobre la piernita de Diego quien se remueve un poco pero sigue profundamente dormido 

- ¿Qué haremos ahora? - pregunta abriendo por completo sus ojos para mirarme 

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