27|

2K 203 12
                                    

Observó la hora en mi celular por décima vez soltando un jodido suspiro de fastidió, eran las cuatro de la mañana y yo aún no podía conciliar el sueño gracias a la incertidumbre de la maldita reunión, jodidamente en Múnich eran la 1:00am y estaba ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Observó la hora en mi celular por décima vez soltando un jodido suspiro de fastidió, eran las cuatro de la mañana y yo aún no podía conciliar el sueño gracias a la incertidumbre de la maldita reunión, jodidamente en Múnich eran la 1:00am y estaba seguro que Luciano o incluso Diana ya deberían de haber llamado.
Pongo mi atención en la vista que tiene mi habitación hacia la gran ciudad pero ni eso me distrae de pensar en ella.

- ¡Luciano! - contestó con rapidez cuando mi celular suena con una videollamada de el idiota que tengo como amigo y socio

- ¡Joder si que estaban desesperados! - se burla haciendo que Seth y yo rodemos los ojos con fastidió

- Déjate de idioteces y dinos que pasó - ordena Seth quien no tiene buena cara y se que él tampoco puede dormir

- Bueno déjenme decirles que el jodido trato se firmó y ahora nos pertenece el cincuenta porciento de las acciones de la empresa Haas - dice con orgullo

- Sabía que lo lograrían - dice Seth con emoción

- Cuando algo se le mete a esa mujer no hay nadie que se lo saqué de la cabeza - dice Luciano con una media sonrisa mientras enciende un cigarro que se lleva a la boca

- Es testaruda - digo dándole la razón

- Más que eso es una jodida tentación - dice con fastidió pero me pongo en alerta al escuchar sus palabras

- ¿De qué hablas? - pregunto

- De qué si hubieran estado aquí ni siquiera la hubieran dejado salir por la puerta - dice mientras que camina por lo que se ve es la calle

- ¿Qué traía puesto? - pregunta Seth

- Un jodido vestido que solo cubría lo necesario - dice con fastidió

Suelto un suspiro de cansancio y molestia, sabía que no podía pedirle nada a mi mujer porque ambos veníamos de culturas y crianzas distintas pero no era para nada divertido saber que usaba ese tipo de ropa cuando no había ninguno cerca.

- ¿Dónde está ella? - pregunta Seth

- Duerme, en cuanto llegamos cayó rendida en la cama - dice tirando el cigarro al suelo para pisarlo

- Hablaremos con ella en la mañana - dice Seth

- Bien entonces por ahora me iré a dormir, necesito descansar después de ver el espectáculo de ridículo que se armó - dice Luciano pasando su mano con cansancio por su rostro

- Hablamos por la mañana - digo dando por finalizada la conversación

Subo las escaleras lentamente mientras quito mi saco, cuando llegó a la puerta del departamento lo único que me recibe es el silencio y por un segundo lo agradezco, pero el no escucharla gritar o molestarse hace que sonría y me dirija hacia la hab...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Subo las escaleras lentamente mientras quito mi saco, cuando llegó a la puerta del departamento lo único que me recibe es el silencio y por un segundo lo agradezco, pero el no escucharla gritar o molestarse hace que sonría y me dirija hacia la habitación donde la encuentro enredada en las sábanas con todo el cabello esparcido por las almohadas haciéndola verse hermosa y tranquila.

- ¿Qué voy a hacer contigo amor? - pregunto mientras me siento lentamente a su lado quitando unos mechones de su cabello que cubren su rostro sereno

Recorro lentamente desde sus cejas hasta sus rojos labios, cuanto no daría por probarlos una vez más, por acariciar con libertad cada día ese hermoso rostro, recibir esa mirada que solo había visto en ella al ver a Seth o Malek, la recibí solo una vez hace unas horas y jodidamente sabía que la necesitaría por cada día de mi vida.

- Tengo que alejarme de ti amor - digo acariciando lentamente su rostro - Si no me alejo lo suficiente se que terminaré callendo o perdiendo la cordura por ti - digo acercándome a su rostro para finalmente dejar un pequeño beso en sus labios

Me levanto para taparla mejor y finalmente terminó bajando las escaleras con esa idea en mi mente, tenía que alejarme de ella si no quería que todo se fuera al carajo.

Despierto al escuchar voces en el primer piso haciendo que finalmente comience mi día llamando rápidamente a mi madre, no era tonta, sabía que si llamaba a Seth o Malek me darían el mismo sermón por la ropa, sabía que Luciano no se había quedado c...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Despierto al escuchar voces en el primer piso haciendo que finalmente comience mi día llamando rápidamente a mi madre, no era tonta, sabía que si llamaba a Seth o Malek me darían el mismo sermón por la ropa, sabía que Luciano no se había quedado con las ganas de decirles lo que había usado.

- Mi amor - dice mi madre en cuanto ve mi rostro

- Mamá buenos días - digo con una gran sonrisa - ¿Cómo están? - pregunto

- Bien cariño todos estamos bien, extrañándote pero bien - dice

- Yo también los extraño muchísimo - confíeso - ¿Diego ya despertó? - pregunto

- Aún no mí amor, duerme como todo un angelito - dice mostrándome a mi pequeño dormido en su cuna

- Cuando despierte por favor llámame - pido

- Lo haré te lo prometo - dice con una sonrisa para finalmente colgar

Después de esa charla me alistó para dirigirme a la empresa Haas.

- ¿A dónde vas? - la pregunta de Luciano me detiene cuando me dirijo a la puerta con prisa

- Saldré - digo guardando mis llaves en mi bolso

- ¿Vestida así? - pregunta mientras recorre desde mis tacones beige, pantalón de cuero negro ajustado y finalmente con mi saco beige siendo ajustado por un cinturón dejando ver parte del borde de mis pechos

- ¿Qué tiene de malo? - pregunto revisando mi ropa

El se acerca lentamente dejando su taza de café en la barra hasta llegar a centímetros de mi cuerpo.

- Me encanta verte está ropa amor - dice tomándome por la cintura para acercarme a él rápidamente dejándome sin aire por la sorpresa de tenerlo así de cerca - Te vez jodidamente perfecta y sexy - dice besando mi cuello haciéndome ladear mi cabeza dándole un poco más de espacio mientras mis manos se aferran a sus anchos hombros

- Luciano - digo entrecortadamente al sentirlo tan cerca

- Pero solo puedes usar esto frente a un Köhler amor - dice finalmente tomándome entre sus brazos por sorpresa para subir las escaleras

- ¡Luciano bájame! - le ordenó pero ni siquiera me hace caso - ¿Se puede saber desde cuándo mi ropa es un tema? Se comportan como unos idiotas - digo con molestia

- No responderé eso - dice cuando me baja dejándome en la cama con rapidez para quedar sobre mi haciéndome sentir desfallecer - No sabes cuánto te deseo y cuando me encanta que vistas así pero me niego a saber que esos idiotas te verán como se que solo tú quieres que un Köhler te vea - dice rozando nuestras narices haciéndome sentir deseada

- Te necesito - le digo buscando sus labios

- Yo también amor, pero soy un psicópata y si entras por esa puerta no habrá nada ni nadie que te aleje de mi lado incluso tú misma - dice con la respiración acelerada

- No me importa quemarme si el jodido Diablo es quién me hace arder - digo para finalmente unir mis labios con los suyos en un beso desesperado

ETÉREODonde viven las historias. Descúbrelo ahora