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Fue al día siguiente, Rodrigo llevó un plato de cereal a su habitación para comer.
Parecía mirar su teléfono celular, esperando llamadas y mensajes de texto de "¿Cómo estás?" de gente que nunca parece venir.
Encendió su pc para ver Youtube, cuando de repente el viejo teléfono comenzó a sonar nuevamente.
Rodrigo suspiró un poco, ¿realmente quería volver a hablar con un loco?
Por otra parte, no era como si hubiera alguien más que quisiera hablar con el.
Suspiró y luego cogió el teléfono.
—Ho...—
—¿Cómo lo supiste?— Dijo el mismo hombre por teléfono.
—¿Qué?—
—Sobre Karl, cómo alguien iba a intentar matarlo hoy.—
Pregunto seriamente.
Rodrigo puso los ojos en blanco.
—Ya te lo dije, todo el mundo en el país lo sabe, lo aprendimos en la facultad y todo.—
—¿No es así? Además, ¿por qué sigues diciendo "hoy"?—
—¿Cuál es la fecha para ti?— El hombre del teléfono preguntó.
—Uh...—
Rodrigo revisó la pantalla de su teléfono para comprobar la fecha.
—28 de julio del 2020.—
Ninguna respuesta, solo una respiración pesada que sonaba como hiperventilación.
Después de un rato, el hombre volvió a hablar en voz baja.
—Aquí es el 28 de julio de 1970...—
Ahora bien, esto fue la confirmación para saber que el hombre que estaba hablando con Rodrigo estaba totalmente loco.
—Mira, si esto es una especie de broma, simplemente voy a colgar, este no es mi teléfono y no soy "Oscu" o quien quiera que sea el.—
—¡ESPERA UN TOQUE!— El hombre grito.
—¿Vives en la calle, Avenida de Mayo?—
Rodrigo empezó a asustarse, el hombre conocía su dirección.
Iba a colgar y contactar a la policía.
—¡No te asustes!— El hombre de alguna manera leyó su mente.
—Esa es mi vieja casa, bueno es "mi vieja casa" para ti pero yo vivo allí ahora mismo. ¿El cuarto de arriba todavía tiene ese horrible tapiz de flores?—
—Si.— Rodrigo respondió vacilante.
—¡Eso significa que no lo han cambiado desde que viví allí! Dame un segundo.—
El hombre guardó silencio durante un rato, hasta que Rodrigo escucho un clic.
Fue un bolígrafo destapándose.
—¿Qué estás haciendo?—
—Mira en la esquina de la pared, cerca de la ventana.—
—¿Por qué?—
—Solo hazlo y ya boludo.—
Rodrigo escucho lo que sonaba como un garabato al otro lado del teléfono.
Rodrigo dudo un poco pero al final camino de todos modos hacia la esquina de la habitación.
—¿Qué se supone que debo estar mirando?—
De repente, viejas marcas de bolígrafos gastados comenzaron a aparecer en la pared lentamente como madera quemada.
—“Hola :D”— Escribió.
—¿Ves eso?— Pregunto el hombre al otro lado del teléfono, antes de tapar su bolígrafo audiblemente de nuevo.
—S..si—
Rodrigo estaba hiperventilando y agarrándose el pecho, seguramente eso no era posible.
—¿Quién sos vos?— Ambos preguntaron al mismo tiempo, pero el hombre respondió primero.
—Mi nombre es Iv... Spreen.—
—¿Spreen?— Rodrigo arqueó una ceja, que nombre tan raro.
—Es un apodo, no quiero darte mi nombre real, no todavía ya que podrías ser algún espía del gobierno a algo así.—
Rodrigo se rió entre dientes.
—Bueno boludo, yo soy Rodrigo.—
—Entonces dime Rodrigo, ¿quién gana el próximo mundial del año que viene?—Spreen preguntó medio en broma.
—Me temo que eso es información confidencial.—
—Maldición, pensé que iba a funcionar, entonces cuéntame sobre el futuro, espera eso sono muy nerd.—
Hablo mientras se escuchan sonidos de murmullos pero rápidamente se volvió a escuchar la voz del apodado spreen.
—Cuéntame sobre el 2020.—
—Bien...—
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